Terminología anatomica del cuerpo
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ESQUELETO: Para su estudio, se divide en dos partes: esqueleto axial y esqueleto apendicular. El esqueleto axial ocupa la línea media del esqueleto formando el eje del cuerpo. Está compuesto por los huesos del cráneo, de la cara, la cintura escapular (omóplato y clavícula), la columna vertebral, las costillas, el esternón y la cintura pelviana. El esqueleto apendicular se ubica por fuera de la línea media del esqueleto y representa a los huesos de las extremidades superiores e inferiores. Algunos autores incluyen a las cinturas escapular y pelviana como parte del esqueleto apendicular.
HUESOS: Son estructuras rígidas mineralizadas (osificadas) que se conectan entre sí por medio de los ligamentos y con los músculos mediante los tendones. En algunos casos, los cartílagos también intervienen complementando su estructura.
HUESOS ALARGADOS: Tienen conformación similar a los huesos largos pero sin cavidad medular. Las costillas son huesos alargados.
HUESOS CORTOS: Tienen forma de cubo. El tejido óseo se dispone de manera similar al de la epífisis de los huesos largos. Su principal función es amortiguar los choques. Los huesos cortos son los que forman las muñecas de las manos.
HUESOS PLANOS: Predomina tanto el largo como el ancho. La función es proteger a los órganos que cubren, como el omóplato de la espalda, los huesos del cráneo y los de la pelvis.
HUESOS IRREGULARES: Son de forma variada, como los huesos de la cara, las vértebras y los pequeños huesos del oído. Poseen distintas funciones según sea la parte del esqueleto en que se sitúan.
La superficie de los huesos no es totalmente lisa, ya que tiene algunas alteraciones en el relieve en forma de saliencias y depresiones. Las saliencias se denominan apófisis y las depresiones se llaman cavidades. Algunas de estas dos formaciones sirven para la articulación de dos o más huesos en algunos casos, o para la inserción de músculos y ligamentos en otros.
DIVISIÓN DEL SISTEMA ÓSEO: Para su estudio, los huesos del esqueleto se dividen en tres regiones: cabeza, tronco y extremidades.
HUESOS DE LA CABEZA: Están representados por los huesos del cráneo y de la cara. Los huesos del cráneo, que forman una estructura resistente para darle protección al cerebro, son el frontal, el occipital, el esfenoides y el etmoides (impares) y los huesos parietales y temporales (pares). El esfenoides es un hueso profundo y de forma irregular, que está en la base del cráneo. El etmoides es también irregular y se ubica entre el esfenoides y el hueso frontal. Los huesos de la cara también se distinguen en pares e impares. Los pares son los nasales, los maxilares superiores, los unguis o lagrimales, los cigomáticos o malares, los cornetes inferiores y los palatinos. Los huesos impares de la cara son el vómer y el maxilar inferior. En los recién nacidos hay separaciones entre algunos huesos del cráneo llamadas fontanelas o molleras. Las fontanelas dan espacio para el desarrollo del cerebro y permiten un mejor pasaje de la cabeza por el canal del parto al nacimiento. Alrededor de los 18 meses de edad, las
fontanelas se cierran y fusionan.
HUESO HIOIDES: El hioides es un hueso irregular, impar, con forma de herradura, que se encuentra en la parte anterior del cuello, debajo de la lengua y sobre el cartílago tiroides de la laringe. Es el único hueso que no está unido al esqueleto. Interviene en la deglución, la fonación y la respiración.
HUESOS DEL OIDO MEDIO: El oído medio está formado por tres huesos muy pequeños que forman una cadena en la cavidad timpánica cubiertos por la mucosa del tímpano. El más externo se llama martillo, le sigue el yunque y por último se ubica el estribo, el más pequeño de todo el organismo. Los tres juntos apenas llegan a pesar 50 miligramos. Durante el desarrollo son los primeros huesos en osificarse. Carecen de periostio. Su función es la transmisión del sonido por el oído medio.