Las deficiencias sensoriales
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Deficiencia auditiva
Es toda pérdida o disminución de la audición, que implica que la persona tiene una audición que no es funcional para la vida normal. Se le denomina sordera o hipoacusia.
Clasificación
Las pérdidas auditivas se pueden clasificar de acuerdo a 3 criterios:
Clasificación Cuantitativa
Hipoacusia leve:
Pérdida entre 20 y 40 dB. El desarrollo del lenguaje es normal. Se percibe la palabra normal, aunque no se discriminan adecuadamente ciertos fonemas.
Hipoacusia media y moderada:
Pérdida entre 40 y 70 dB. Hay dificultades con la voz normal. Hay problemas en la adquisición del lenguaje y en la producción de sonidos (entre estas intensidades se emite la voz normal)
Hipoacusia severa:
Pérdida entre 70 y 90 dB. Sólo se pueden oír palabras amplificadas. El lenguaje oral no se desarrolla espontáneamente.
Hipoacusia profunda:
Pérdidas mayores de 90 dB. La comprensión es nula, incluso con audífonos.
Clasificación cualitativa
Hipoacusia de transmisión o conducción:
La pérdida auditiva es el producto de lesiones que afectan a las estructuras de los mecanismos de conducción o transmisión del sonido localizadas en el oído externo y medio.
Hipoacusia de percepción o neurosensorial:
Son las que presentan alteraciones en las transducción del sonido, o sea lesiones que alteran las estructuras de los mecanismos de procesamiento del sonido (oído interno, vías nerviosas y corteza cerebral)
Hipoacusia mixta:
Las que afectan simultáneamente a las estructuras de transmisión y procesamiento del sonido.
Clasificación según el momento de aparición
Hipoacusia prelingual:
La lesión se produce con anterioridad a la adquisición del lenguaje oral (o – 2 años)
Hipoacusia perilingual:
La lesión se da en el momento de adquisición del lenguaje (2 – 5 años)
Hipoacusia postlingual:
Aparece posteriormente a la estructuración del lenguaje (más de 5 años)
Características
Pasa por las mismas etapas que el desarrollo cognitivo del oyente, pero en un período de tiempo más largo. El desarrollo cognitivo está influenciado por la ausencia de percepción sonora (que limitará la exploración y manipulación), por la restricción de cantidad, tipo y situación comunicativa (que le dotará de menor información e interacción con el mundo, y por ende de su conocimiento), y por la sobreprotección, problema habitual que restringe considerablemente el desarrollo del niño sordo.
Desarrollo social y afectivo:
Hay un menor grado de independencia, autonomía e interacción social. Esto podría deberse a la falta de experiencias sociales, a la ausencia de un código comunicativo que le permita acceder a las reglas del juego social y a las expectativas inadecuadas de los adultos que podrían interferir el desarrollo del niño.
Desarrollo comunicativo – lingüístico:
La adquisición del lenguaje de signos en el niño sordo no es diferente a la adquisición del lenguaje oral en los oyentes. Su desarrollo comunicativo es igual al oyente si dispone de un código lingüístico que le permita interactuar con el medio y desarrollar esta capacidad.
Características de conducta y de personalidad:
Aunque el desarrollo motor es normal, a veces puede presentar problemas de equilibrio. Es habitual la expresión facial muy alerta; tiende a mirar al rostro del interlocutor. Tiende espontáneamente a hacer lectura labial.
Presenta una pantomima altamente descriptiva, y una expresión amplia y rica en gestos y mímica.
Puede presentar dificultades para comprender situaciones sociales nuevas cuando hay sobreprotección.
Sus juegos son activos. Acepta el juego ofrecido, y lo sigue según su edad cronológica.
Le impresionan los efectos táctiles y los gestos. Es muy sensible a las vibraciones. Trata de ubicar la fuente sonora.
Es frecuente el retardo o inmadurez en el desarrollo emocional.
Tratamiento
Es fundamentalmente psicopedagógico, e idealmente debe considerar las siguientes necesidades educativas especiales:
Necesidad de recurrir a estrategias de información del medio, así como aprovechar todo tipo de canales compensatorios, amplificadores y sustitutivos del canal auditivo.
Necesidad de introducir una información mayor sobre los acontecimientos, exponiendo al sujeto a la experiencia directa de los sucesos.
Necesidad de una explicación clara y directa de las normas sociales.
Necesidad de adquirir un conocimiento de un código lingüístico que le facilite la representación y simbolización de los objetos, hechos y, en definitiva, acontecimientos del mundo que le rodea.
Necesidad de aprender un código mayoritario de comunicación para actuar sobre el medio.
Necesidad de asegurar una identidad personal y autoestima.