Vivamos lesbia miá comentario
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Carmen 1 de Catulo (programático)
A quién dedico un librito nuevo ingenioso y pulido por la piedra pomes Recientemente?
A ti, Cornelio, tu solías pensar que las tonterías eran algo, ya entonces Cuando te atreviste, el único de todos los itálicos, a explicar todo el tiempo En 3 tomo doctos, por Júpiter!, y laboriosos.
Por lo cual, ten para ti cualquier cosa de este librito, cualquiera que Sea; el cual, oh virgen patrona, que permanezca perenne más de un siglo.
Carmen 5 de Catulo
Vivamos, Lesbia mía, y amemos,
y las Habladurías de esos viejos tan rectos,
todas, valorémoslas en un solo as.
Los soles pueden morir y renacer:
nosotros, en
cuanto la efímera luz se apague,
habremos de dormir una noche eterna.
Dame mil besos, luego cien,
luego otros mil, luego cien una vez más,
luego sin parar otros mil, luego cien.
Luego, cuando hayamos hecho muchos miles,
los revolveremos para no saberlos
o para que nadie con mala intención pueda mirarnos De revés,
cuando sepa que es tan grande el número de besos.
Oda 30, libro 3 de Horacio
Levanté un Monumento más perenne que el bronce
y más alto que el Sitio real de las pirámides
al que la Hambrienta lluvia o el viento
no podrán Destruir ni como tampoco la innumerable
serie de años y el tiempo
Carmen Saeculare de Horacio
Dioses, honestas costumbres a la dócil juventud,
Dioses, reposo a la tranquila vejez,
y dad al linaje de Rómulo, bienes y descendencia
y también todo el honor
Epodo 2 de Horacio (4 primeros versos:
Beatus
IIle..
.)
Bienaventurado/Bendito aquél que lejos de los Negocios,
como el antiguo linaje de los mortales,
que trabaja Los campos paternos con sus propios bueyes,
libre de Toda usura.
Concepto ovidiano de metamorfosis (in nova fert)
El ánimo me lleva a hablar sobre formas cambiadas en cuerpos nuevos
dioses, puesto que ustedes cambiaron también aquellas
soplar favorablemente sobre las mias empezadas y conduzcan
desde el primer origen del mundo hasta mi época
Epílogo ovidio
Levante un monumento mas perenne que el bronce y mas elevado que el real sitio real de las pirámides que ni la lluvia voraz ni el poderoso aquilón pueda destruir, o la seria innumerable de los años y huida de los tiempos. No moriré del todo y la mayor parte de mi evitara la muerte.
L.XV
Y ya he levantado una obra que ni la ira de Júpiter, ni el Fuego, ni el hierro, ni la vejez voraz podrán dejar de lado. Que aquel día, que No tiene ningún derecho salvo el derecho de este cuerpo de fin al espacio de Incierto tiempo para mí cuando quiera: por la mejor parte de mi sobre los altos Astros seré hecho perenne y nuestro nombre será indeleble y por donde se Manifieste la potencia romana para las tierras dominadas seré leído por la boca Del pueblo y por todos los siglos con fama si algo tienen de verdad los Presagios de los vates viviré.
Ad leuconem
No investigues, Pues no es licito, LeucóNoé, el fin que ni a mí ni a ti los dioses destinen; a Cálculos babilonios no te entregues. ¡Vale más sufrir lo que haya de ser! Te Otorgue Júpiter varios inviernos o solo el de hoy, que destroza el mar Tirreno Contra las rocas, se prudente, filtra el vino y en nuestro breve tiempo contén La esperanza. Mientras hablamos, el tiempo fugaz habrá escapado: goza el día y No te fíes del mañana.
Carmen 70
Con
Nadie, dice mi mujer, preferiría casarse || más que conmigo, ni aun si Júpiter
Mismo se lo pidiera. || Dice: pero lo que la mujer dice al apasionado amante
Convine escribirlo || en el viento y en las rápidas aguas
Carmen 101 ad inferías
Después
De haber cruzado a través de muchos pueblos y muchos mares, llego, hermano, a
Estas tristes exequias para darte el postrer tributo de la muerte y hablar en
Vano a la muda ceniza, puesto que la fortuna de mí te apartó a ti mismo, ay,
Pobre hermano arrebatado