Virtudes dianoeticas ejemplos

3.2 ¿Nacemos o nos hacemos buenos?

La disposición genética heredada que sale de la estructura biológica de cada ser es el temperamento
.De la cooperación del organismo y el medioambiente se adquieren ciertas predisposiciones hacia determinadas formas o modos de reacción conocidos como hábitos. Estos últimos configuran nuestro yo pues los hábitos forman nuestro carácter
. El temperamento más los hábitos constituyen el carácter de un individuo.

La conexión entre los hábitos explica la unidad de carácter y su fuerza. Por otro lado la falta de integración origina un carácter débil. Los hábitos también configuran nuestra personalidad, la cual se forma mediante la repetición de acciones que decidimos llevar a cabo de acuerdo con los proyectos de vida que elegimos. Por lo tanto, carácter más acciones es igual a personalidad.

La voluntad por su parte consiste en la facultad que el individuo tiene para decidir una u otra orientación de una acción. Según J.A.Marina dice que la voluntad consiste en la dirección inteligente de la acción. La voluntad nos lleva a querer el bien en nuestras decisiones y a esforzarnos en su obtención superando dificultades: la fuerza de voluntad. Pero la toma de decisiones no se puede hacer nunca en el vacío y al margen de nuestros hábitos; sin ellos, la razón es mera ficción.
Aristóteles decía que solo el hombre cuyos hábitos son buenos puede saber lo que es el bien.

3.3 La fuerza de la virtud:

La virtud es la fuerza de las cosas para causar efectos, en el ser humano es aquello que le hace ser lo que es. Según Spinoza, el fundamento de la virtud es el esfuerzo surgido del deseo por conservar el propio yo, en lo cual consiste la felicidad. De este deseo, origen de la virtud, nace la propia naturaleza del ser humano.

En la misma línea, Aristóteles dice que las virtudes son hábitos por los que el hombre se hace bueno. Realiza bien la función que le es propia según su naturaleza. Las virtudes son hábitos que nos llevan a actuar conforme a la ley moral. La virtud se sitúa en un justo medio, entre dos extremos que Aristóteles considera viciosos: la valentía estaría en un justo medio entre la cobardía y la temeridad extremos viciosos. Para el existen dos clases:

-Virtudes dianoéticas: son enseñadas y tienen que ver principalmente con el entendimiento y nuestra búsqueda de la verdad; ciencia, prudencia…

-Virtudes éticas: se originan por la repetición de acciones y se refieren sobre todo a las costumbres; justicia….

Ninguna virtud se produce por naturaleza, son adquiridas y su consecución requieren esfuerzo. Tampoco se producen contra la naturaleza. La virtud surge del deseo natural, pero se necesita la inteligencia para orientar su impulso hacia el bien; Según J.A.Marina, el impulso sin la razón es ciego, la razón sin impulso es paralítica.