La vida como realidad radical y perspectiva

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Pensamiento

La vida, realidad radical (frente al realismo y el idealismo)

Podemos dividir la historia de la filosofía en dos grandes bloques, el realismo y el idealismo.

Según el realismo, el mundo está lleno de cosas, entre las que estoy yo. Abarcaría desde el nacimiento de la filosofía hasta el siglo XVII.

Según el idealismo, lo primero es el yo (recuérdese el Pienso luego existo de Descartes).

Vemos que el fundamento absoluto de todo, el primer principio del que tenemos que partir, la realidad radical, es distinto en un caso y en otro. En el caso del realismo son las cosas, en el del idealismo el yo. Ortega intenta superar el realismo y el idealismo sin rechazarlos. Para Ortega la realidad radical es el yo más las cosas, el yo-con-las-cosas, que es lo que llamamos mi vida. No puede haber “cosas” sin “yo” y viceversa. Esto es lo que quiere decir “yo soy yo y mi circunstancia”, es decir, yo (mi vida) soy yo y mi mundo (las cosas). La realidad radical para Ortega es, pues, la vida, pero entendiéndola como mi vida. La vida presenta las siguientes características o categorías:

  1. Vivir es un saberse y comprenderse. “Todo vivir es vivirse, sentirse vivir, saberse existiendo”. Los objetos meramente físicos no tienen una noticia de sí mismos, no se sienten ni se saben a sí mismos, nosotros sí. El saber al que se refiere es el más básico: es anterior a toda conceptualización y pensamiento teórico, es más bien un conocimiento espontáneo y prerreflexivo, es como una presencia inmediata de nosotros ante nosotros mismos,
  2. Vivir es encontrarse en el mundo. “Vivir es hallarse frente al mundo, con el mundo, dentro del mundo”. El mundo es un elemento fundamental de la vida, no algo exterior a ella, y junto con el yo forma los dos ingredientes inseparables de la vida.
  3. La vida es fatalidad y libertad. La vida se encuentra siempre en circunstancias, el mundo vital es siempre este mundo, el de nuestro aquí y ahora. La circunstancia, en este sentido, es algo determinado, cerrado. Pero la vida no nos viene ya hecha, es un constante decidir lo que vamos a ser, las cosas que hacemos, nuestras ocupaciones. No podemos escoger el mundo, la circunstancia básica en la que nos ha tocado vivir pero sí elegir en ese ámbito; por eso dice Ortega “vida es la libertad en la fatalidad y la fatalidad en la libertad”. Vivir es “sostenerse en el propio ser”, elegir y elegirse. Esa es la responsabilidad insoslayable de cada uno.
  4. La vida es futurición. Frente a los seres del mundo que viven en el presente y son lo que son, el ser humano presenta una realidad paradójica pues su ser consiste no tanto en lo que es sino en lo que va a ser. Hay tres modos o formas de darse la temporalidad: el pasado, el presente y el futuro; pues bien, de los tres, Ortega considera al futuro como el más importante para caracterizar al hombreLa perspectiva (frente al racionalismo y al relativismo)

Toda vida es así una perspectiva. La perspectiva es una condición que nos permite y posibilita el conocimiento de la realidad. La realidad tiene esa dimensión perspectivística. El yo no es puro como decía el racionalismo, sus elementos particulares le dan una perspectiva determinada sobre la realidad. Pero tampoco, como decía el relativismo, eso hace que deformemos lo que vemos. Lo que vemos es real, pero es parcial, está seleccionado.

Raciovitalismo (frente al racionalismo y al vitalismo)

Con el raciovitalismo Ortega marca distancia respecto al vitalismo irracionalista de Nietzsche. La razón está incardinada en la vida humana, no podemos renunciar a ella.

Pero Ortega no es por ello racionalista. Es verdad que reconoce que la razón del racionalismo, la razón pura, suprahistórica, supraindividual, matemática, ha sido muy útil para comprender el mundo físico.

Historia

Ortega fue muy conocido por su libro La rebelión de las masas. El hombre-masa es una categoría antropológica.

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