Vanguardias Literarias: Expresionismo, Futurismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, Creacionismo y Ultraísmo
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Las Vanguardias Literarias: Una Ruptura con la Tradición
Las vanguardias son movimientos culturales que pretenden combatir la cultura anterior y proponen romper de forma radical con toda la herencia artística del siglo XIX. Es rasgo general de las vanguardias la voluntad de experimentación, de desarrollar un arte nuevo, así como su hostilidad hacia la tradición y la negación de todo valor al pasado artístico. Reaccionan, en particular, contra la sensibilidad romántica y, como en el caso del Novecentismo hispano, hacen gala de un marcado antisentimentalismo. Las diversas vanguardias suelen darse a conocer en las revistas literarias mediante proclamas o manifiestos en los que atacan lo que consideran el arte oficial y afirman sus nuevas propuestas estéticas. El sangriento conflicto era la prueba del ocaso del orden establecido. Como a él iba asociada la vieja estética, la quiebra del sistema sociopolítico decimonónico suponía el fin de la tradición artística y la necesidad de crear un arte nuevo.
Principales Movimientos Vanguardistas Europeos
- Expresionismo: Su mayor influencia se da de 1910 a 1914 en Alemania y Centroeuropa. Se distingue del resto de los movimientos vanguardistas en que no niega radicalmente la tradición artística, sino que acentúa rasgos ya presentes en el Naturalismo y en el Impresionismo. La estética expresionista rechaza que el arte sea una mera representación externa de la realidad; se busca la revelación de la realidad interior, por lo que las obras se alejan de la reproducción realista de la realidad natural. Así, abundan personajes extraños, descripciones intensas y simbólicas, rasgos distorsionados y la expresión cruda de ambientes y comportamientos, que reflejan una mente angustiada.
- Futurismo: Surge en Italia y Rusia en 1909 y su creador es Marinetti (quien propone en sus manifiestos la pasión por la velocidad y el dinamismo), aunque también cabe destacar al ruso Maiakovski. Defiende que el arte se debe al futuro y rechaza radicalmente el pasado.
- Cubismo: Surge en Francia en 1913 y su creador es Apollinaire. El cubismo es la yuxtaposición de planos en el poema a semejanza de los cuadros cubistas.
- Dadaísmo: Surge en Zúrich (Suiza) en 1916 y su creador es Tzara. Se le denomina Dadá, que es un nombre arbitrario, dado al criticar la cultura clásica y sus principios. Los rasgos más importantes son: la tendencia a lo absurdo, la exaltación de lo ilógico, el regreso a la pureza infantil y la búsqueda del primitivismo. Cuando entra en decadencia nace el Surrealismo.
- Surrealismo: Surge en Francia (1924) y su principal impulsor es el francés Bretón. Consiste en el afán de crear una realidad superior de manera espontánea; se interesa por el subconsciente, los sueños y los aspectos del pensamiento no sometidos a la razón.
Las Vanguardias en España
Los ecos de las diversas vanguardias llegan pronto a España, aunque tarda en desarrollarse una vanguardia específicamente española. El primer propagador de esta literatura fue Ramón Gómez de la Serna.
Movimientos Vanguardistas en España
- Creacionismo: Uno de sus iniciadores es Vicente Huidobro, en París. Durante su estancia en Madrid difundió los principios de la estética creacionista, según la cual el poeta no ha de imitar a la Naturaleza, sino que debe crear él mismo nuevas realidades: hacer "un poema como la Naturaleza hace un árbol", afirma. El poeta recurre a la imagen, pero no al modo tradicional como alusión a un referente real, sino en ilógica asociación que rompa con lo esperable y verosímil. En España, el Creacionismo influyó decisivamente en la obra de dos importantes poetas: Gerardo Diego y Juan Larrea. Por lo demás, contribuyó a expandir los principios fundamentales de la Vanguardia y estuvo en el origen de un ismo hispano: el Ultraísmo.
- Ultraísmo (1918): Recoge lo mejor de cada vanguardia. Por su carácter de aglutinación, toma de las vanguardias la voluntad de experimentación formal y temática y el rechazo a la tradición. Utilizó las revistas como medio de difusión. El concepto de Belleza ya no se encuentra en la realidad exterior, sino en el propio poema. El poema se aleja del sentimentalismo romántico, prefiriendo objetos materiales duros (locomotoras, máquinas…) y parte de la sociedad moderna.
El Surrealismo
En los primeros años veinte nació un nuevo movimiento vanguardista, denominado Surrealismo, cuyo principal impulsor fue el escritor francés Breton. Es característico de este movimiento su interés por el subconsciente, por los sueños y por los aspectos del pensamiento humano no sometidos a la lógica y a la razón. El surrealismo se presenta, entonces, como un movimiento emancipador de los seres humanos, a quienes pretende liberar de las ataduras de la lógica racional, de las convenciones de todo tipo y del lenguaje mismo. Para conseguir un lenguaje en libertad, Bretón propone la escritura automática, de forma que los escritores surrealistas habrán de intentar transcribir con la mayor rapidez posible y sin rectificación ni restricción alguna el flujo de la conciencia, eludiendo cualquier control de la mente sobre el mismo.
Ramón Gómez de la Serna (1888-1963)
Personaje fundamental dentro de las vanguardias españolas, pues con sólo 25 años fue el primero en introducirlas en España. Su obra literaria es extensísima: ensayo, biografías, teatro… pero lo más característico son sus “Greguerías”: imágenes lírico-humorísticas que establecen relaciones ilógicas entre objetos o conceptos. Las hay líricas, filosóficas, humorísticas, de ingenuidad infantil… Los procedimientos técnicos usados en ellas son: falsas etimologías, frases hechas, paranomasias… Puede relacionarse la greguería con la ingeniosidad barroca, pero, en su momento, hay que vincular la greguería a la libertad imaginativa de la vanguardia, que busca relaciones insospechadas entre los objetos. Las greguerías se publicaron en distintos volúmenes, por lo que más tarde se convertirían en el ingrediente básico de la prosa de Gómez de la Serna.