Valle-Inclán: uno de los escritores más vanguardistas del siglo XX

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Valle-Inclán fue uno de los escritores más vanguardistas. Se inició en el modernismo y acabó llegando al esperpento tras una trayectoria de amplia experimentación. Cultivó además tanto la poesía como la novela y el teatro. Su obra poética está recogida en tres volúmenes. El primero, Aromas de leyenda (1907), recibe la influencia del modernismo. El pasajero (1920) desarrolla en treinta composiciones temas de gran trascendencia: muerte, dolor... La pipa de kif (1919) Valle-Inclán da paso en sus poemas a lo grotesco, a lo esperpéntico. En cuanto a la prosa, sus primeras grandes obras fueron Sonatas con el marqués de Bradomín como protagonista y un estilo modernista con el amor y la muerte como temas. Entre las obras de la etapa final destaca Tirano Banderas (1926), una de las mejores novelas de la primera mitad del siglo XX. La historia se centra en un supuesto dictador americano y la ambientación lleva a pensar inmediatamente en México, en ella aparece la técnica esperpéntica. En esta etapa también se encuentran las tres novelas del Ruedo Ibérico con las que Valle-Inclán intenta reflejar la historia y vida españolas desde el reinado de Isabel II hasta el desastre del 98. La evolución interna del teatro de Valle-Inclán muestra una constante voluntad de renovación y ruptura tanto en los aspectos formales como en los temáticos. Valle-Inclán comenzó escribiendo un teatro de carácter más convencional. En 1920, con el comienzo del esperpento pleno, aparecerá un nuevo espacio, el de la España contemporánea, pero el procedimiento dramático será justo el inverso, la desmitificación. Las obras que Valle-Inclán denominó esperpénticas son Luces de bohemia y La hija del capitán. El esperpento de Valle-Inclán no es solo un género literario, sino una estética y, en consecuencia, una visión del mundo. Además, tiene dos influencias muy directas: la de la corriente barroca española, representada por Quevedo y Goya, y la literatura de arrabal coetánea.

Características del esperpento y su reflejo en Luces de bohemia

Características del esperpento y su reflejo en Luces de bohemia: el esperpento puede definirse como un género literario creado por Ramón Valle-Inclán en el que deforma sistemáticamente la realidad recargando sus rasgos grotescos y absurdos. Coincide con la corriente del esperpentismo de la literatura europea desarrollada desde finales del siglo XIX, que presenta como factor común la deformación expresiva. Valle-Inclán definió en algunas ocasiones el nuevo género que pretendía crear, su intención era retratar el destino trágico de los personajes valiéndose del gesto ridículo. Valle-Inclán define el esperpento en la escena XII: "El esperpento lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del gato... Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento", serie de procedimientos estilísticos. Algunos de ellos son los siguientes: distorsión de las formas, empleando contrastes violentos; degradación de lo humano mediante la muñequización, la animalización y la cosificación; utilización de un lenguaje violento, mordaz y sarcástico en el que la mezcla de registros y de categorías lingüísticas inusualmente combinadas crean contrastes que desembocan en el absurdo; puesta en evidencia de las contradicciones de la realidad.

Luces de bohemia y la realidad política y social

Luces de bohemia y la realidad política y social: España es el gran tema de Luces de bohemia. Desde la escena II, en la tertulia con Zaratustra y Don Gay Peregrino, aparece lo que va a ser una constante: la queja de España. En esa ocasión, la crítica se establece por comparación con Inglaterra. España es, según Max Estrella, una deformación grotesca de la civilización europea. Igualmente, se afirma que el mérito no se premia, sino el robar y el ser sinvergüenza. El trabajo y la inteligencia siempre se han visto menospreciados, todo manda el dinero, es un delito el talento. En la misma línea, se producen comentarios sobre el ingenio y la alegría de los españoles y sobre su falta de sensibilidad ante los temas trascendentales. Se realizan una serie de afirmaciones sobre el pueblo español en cuanto a su falta de ideales religiosos y de compromiso político. Otro mal del que adolece España es la falta de patriotismo. A lo largo de la obra, son constantes las alusiones a hechos históricos, a muy variados elementos sociales y culturales y a personajes de la vida política y social. A través de ellos, vemos cómo Luces de bohemia tiende a crear una época caracterizada por su inestabilidad política y social y por la ausencia de soluciones visibles para los problemas nacionales. A pesar de ello, los personajes no se resisten a ofrecer remedios para los males de España, como necesarias reformas de orden religioso y reformas sociales.

Modernismo y 98 en Luces de bohemia

Modernismo y 98 en Luces de bohemia: Luces de bohemia es la creación de un autor que tuvo sus inicios poéticos en el modernismo, pero que en líneas generales se considera perteneciente al grupo del 98. Refleja en esta obra numerosas características de ambas corrientes. Como punto de partida, Luces de bohemia está inspirada en el autor modernista Alejandro Sawa, y por ella circulan otros modernistas reales o ficticios. Además, aparecen rasgos específicos del estilo modernista, como el cosmopolitismo. Otra de las características propias del modernismo es el lenguaje cuidado. Es precisamente en el lenguaje donde más se mezclan las influencias de los dos movimientos en esta obra. Junto al léxico cuidado propio de la tendencia culta y refinada del modernismo, se encuentra el afán de indignación y recuperación lingüística de la generación del 98. Otro rasgo coincidente entre modernismo y 98 es la valoración de la literatura y la literaturización de la vida en todas sus manifestaciones. La influencia noventayochista se manifiesta en Luces de bohemia en los temas abordados: el problema de España, la preocupación existencial característica del 98.

Luces de bohemia en el contexto histórico y literario de su época

Luces de bohemia en el contexto histórico y literario de su época: La acción de la obra no se sitúa en un año concreto, pero hace referencia al periodo que se inicia en 1913 con el maurismo y para situarla hace referencia al propio Maura, líder conservador, y a su oponente el liberal García Prieto. Durante uno de los gobiernos de este político tuvo lugar la huelga general revolucionaria a la que Luces de bohemia parece hacer mención. Para reflejar la época, no solo se recurre a los sucesos históricos, sino también a referencias más generales. Se incide en la importancia del periodismo en ese momento, se hace referencia a la popularidad de la novela por entrega. Todo contribuye a centrar la obra en un tiempo concreto, pero crea además un acertado retrato costumbrista. La obra, por otra parte, se inserta en el contexto literario de la época, presentándolo por medio de diversos elementos que vamos a comentar. En su intención de evocar la vida bohemia, Valle-Inclán introduce en la obra algunos personajes de la vida real o bajo una ficción. Sin embargo, es sobre todo relevante la impresión que se transmite del ambiente literario. A través de las intervenciones de Max, se plasma la burla hacia los jóvenes modernistas.

Max Estrella y Don Latino

Max Estrella y Don Latino: Max se presenta encarnando la figura del último bohemio. A lo largo de su obra, se le caracteriza como ciego hiperbólico andaluz. La crítica lo ha identificado con Alejandro Sawa, escritor y periodista andaluz, inspirador de la bohemia española y amigo de Valle-Inclán. En la obra, su nombre adquiere un valor irónico porque alude a una gloria que no tiene. Permite además relacionarlo con el título de la obra. Estrella es luz, pero una luz tenue. Valle-Inclán lo presenta como un héroe clásico a pesar de todo eso, a Max se le cierran todos los caminos. Ante esta situación, se despierta en su ánimo una gran conciencia de fracaso. Cercado por la miseria, el alcohol y una reciente ceguera que le impide trabajar, atenazado por la situación en que se encuentra su familia, se ve abocado al suicidio. El ministro, amigo de juventud, atribuye el fracaso de Max a la falta de voluntad. Tiene una especial sensibilidad ante la injusticia y la opresión, es un personaje complejo. Habla de Max Estrella merece especial atención, ya que reproduce los rasgos más marcados de su personalidad. El protagonista de Luces de bohemia presenta unas características de su personalidad que resultan contradictorias: se autocalifica tanto de inútil como de genio. Max Estrella se obstina en desafiar puerilmente a los representantes de la autoridad y, sin embargo, carece de un auténtico compromiso. Don Latino, frente a la complejidad y la grandeza de Max, aparece como un gran fantoche. Latino de Híspalis es un personaje que, según él mismo afirma, no sabe lo que es, pero acepta el papel de perro y de Lazarillo que le tiene asignados Max Estrella. Desde las primeras escenas, se descubre cómo estafa Max al hacer un trato encubierto con el libro Zaratustra e incluso se queda con su cartera cuando más está a punto de morir.

Realismo mágico

Realismo mágico: La casa de los espíritus, así como otras obras de Isabel Allende, ha sido relacionada con el realismo mágico, una corriente surgida en los años 60-70 del siglo XX que pretende reaccionar ante la nueva industrialización y ante los abusos de ciertos regímenes autoritarios, como los de Augusto Pinochet, en Chile, o Jorge Rafael Videla, en Argentina. Se trata de un movimiento literario que recupera viejos mitos americanos, integrándolos de manera natural en la vida cotidiana. Gabriel García Márquez, Juan Rulfo o Jorge Luis Borges son algunos de los autores más significativos de esta nueva corriente estética. La novela de Allende, publicada en 1982, parte de una carta que la propia autora escribe a su abuelo agonizante. Su éxito y adaptación al cine fueron inmediatos, si bien ciertos sectores intelectuales califican su novelística de menor e incluso de deberle demasiado a García Márquez. La casa de los espíritus, que nos detalla los avatares vitales de las pintorescas familias del Valle y Trueba, refleja a la perfección las luchas sociales del Chile del momento: terratenientes poderosos y abusadores, campesinos resentidos, desarrollo del socialismo y comunismo en la zona, golpes militares... Sin embargo, la crítica literaria discrepa a la hora de valorarla como una novela característica del realismo mágico. Evidentemente, si comparamos la ópera prima de Allende con otros relatos considerados por unanimidad más representativos de esta tendencia (Cien años de soledad o Pedro Páramo), la distancia es enorme. Aun así, la obra que nos ocupa participa de ciertos rasgos de estilo del movimiento citado. Para empezar, en La casa de los espíritus se combina lo natural (catástrofes telúricas propias de Latinoamérica: huracanes, lluvias, terremotos...) con lo sobrenatural (predicciones de Clara, prácticas espiritistas, desplazamientos de objetos, aparición del fantasma de Férula...). Realidad y fantasía se presentarán íntimamente enlazadas en la novela: unas veces, por la llegada de lo mítico, de lo legendario o de lo mágico; otras, por el tratamiento alegórico o poético de la acción, de los personajes o de los ambientes. La presencia simultánea de varios narradores es otra de las características de esta corriente. La casa de los espíritus presenta, así, un pluriperspectivismo que enriquece sobremanera la visión de los acontecimientos relatados. Se trata de un texto polifónico en el que Esteban Trueba y su nieta Alba, que reconstruye la historia a partir de las anotaciones de su abuela en sus diarios, serán dos de los tres narradores del relato.

Realismo mágico 2

Realismo mágico 2: Exceptuando el epílogo, los escritos del patriarca de la familia, así como unas esporádicas intervenciones de Alba en primera persona, los catorce capítulos de la novela serán contados por un narrador omnisciente que penetra a fondo en las conciencias de los personajes. Frente al intelectualismo de los narradores del boom, en La casa de los espíritus se apela a las emociones del lector y los valores morales se recalcan desde un punto de vista maniqueo. La muerte está presente, es una prolongación de la vida; los muertos y los vivos conviven con naturalidad sin que provoque extrañeza. El realismo mágico también se caracteriza por la distorsión de un tiempo que se percibe como cíclico. De hecho, en la ópera prima de Allende, el final enlaza con el principio. La novela comienza y termina con el mismo enunciado: "Barrabás llegó a la familia por vía marítima". Las anticipaciones y retrospecciones son frecuentes. Aunque no se puede hablar de una alteración temporal, la autora de El juego de Ripper desliza en la obra elementos que remiten a una cierta concepción cíclica que, sin embargo, no afecta al texto en su conjunto. En La casa de los espíritus, la violencia, rasgo de la estética mágico-realista, se manifiesta tal y como ocurre en la vida cotidiana, produciendo la sensación de una sociedad primitiva. En el relato de Allende, este tema se asocia exclusivamente al ámbito masculino y se circunscribe especialmente al personaje de Esteban Trueba. Su ímpetu y falta de control le acarrearán un profundo sentimiento de soledad que será una constante en el personaje. Las hipérboles y exageraciones, tan habituales en esta corriente, aluden a un universo primitivo y bárbaro. Del tío Marcos, por ejemplo, se decía que sus modales se asemejaban a los de un caníbal. Este primitivismo se aprecia igualmente en la sensualidad desenfrenada de Esteban hacia Pancha García, a quien "acometió con fiereza incrustándose en ella sin preámbulos, con una brutalidad inútil". En conclusión, La casa de los espíritus, traducida a numerosos idiomas y protagonizada en el cine por Jeremy Irons, Meryl Streep, Glenn Close, Winona Ryder y Antonio Banderas, es un relato político-social con destacada presencia de lo femenino, en el que la trama, narrada con sencillez, ocupa un papel cardinal. Todo ello explica que la primera novela de la chilena Isabel Allende se convirtiera desde su publicación en 1982 en un éxito inmediato de superventas a nivel internacional.

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