El turno pacifico de los partidos
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6. La primera Restauración.
El sistema político.
La constitución de 1876.
Las oposiciones al sistema: carlismo y republicanismo.
Las guerras coloniales y la crisis de 1898.
6.1 El sistema político.
Papel de la monarquía
El rey era la pieza fundamental del nuevo sistema político. Se convertía en árbitro de la situación, ya que podía decidir cuando era conveniente sustituir un partido político por otro, en razón de criterios de estabilidad del sistema, de cohesión interna de los grupos o de descontento de la oposición.
La capacidad de mediación real aseguraba la estabilidad del régimen liberal pero impedía la democratización y expresión de la voluntad popular.
En la Constitución de 1876 el rey aumentaba sus poderes: participaba en la función legislativa; podía convocar, suspender y cerrar las Cortes; mantenía el poder ejecutivo, por lo que nombraba y separaba libremente a los ministros; tenía el poder absoluto de las fuerzas armadas…Al ser la soberanía compartida (Rey-Cortes) la monarquía estaba por encima de la Constitución escrita, ya que era el fundamento mismo del estado
Los partidos dinásticos
Los partidos que protagonizaron la alternancia en el poder no nacieron automáticamente. Hasta 1880-1885 se vivió un complicado juego de alianzas y exclusiones que llevó a la creación de dos grupos que se turnaron en el poder: el partido liberal-conservador y el partido liberal-fusionista fundado en 1880: conservadores y liberales.
El partido conservador liderado por Antonio Cánovas era el heredero del moderantismo, unionismo y parte del progresismo de la época isabelina. Representaba los intereses de la burguesía latifundista y financiera y de los grupos residuales del Antiguo Régimen: la aristocracia y las jerarquías y grupos de presión católicos.
El partido liberal liderado por Práxedes Mateo Sagasta integraba a demócratas, radicales y algunos republicanos moderados. Estaba respaldado por los profesionales liberales, por la burguesía industrial y comercial y por los funcionarios, así como por sectores de la aristocracia terrateniente.
El sistema ideado por Cánovas basaba su funcionamiento en el turno pacífico de los dos partidos dinásticos. La práctica del turno pacífico se llevó a cabo de la siguiente manera:
El sistema político.
La constitución de 1876.
Las oposiciones al sistema: carlismo y republicanismo.
Las guerras coloniales y la crisis de 1898.
6.1 El sistema político.
Papel de la monarquía
El rey era la pieza fundamental del nuevo sistema político. Se convertía en árbitro de la situación, ya que podía decidir cuando era conveniente sustituir un partido político por otro, en razón de criterios de estabilidad del sistema, de cohesión interna de los grupos o de descontento de la oposición.
La capacidad de mediación real aseguraba la estabilidad del régimen liberal pero impedía la democratización y expresión de la voluntad popular.
En la Constitución de 1876 el rey aumentaba sus poderes: participaba en la función legislativa; podía convocar, suspender y cerrar las Cortes; mantenía el poder ejecutivo, por lo que nombraba y separaba libremente a los ministros; tenía el poder absoluto de las fuerzas armadas…Al ser la soberanía compartida (Rey-Cortes) la monarquía estaba por encima de la Constitución escrita, ya que era el fundamento mismo del estado
Los partidos dinásticos
Los partidos que protagonizaron la alternancia en el poder no nacieron automáticamente. Hasta 1880-1885 se vivió un complicado juego de alianzas y exclusiones que llevó a la creación de dos grupos que se turnaron en el poder: el partido liberal-conservador y el partido liberal-fusionista fundado en 1880: conservadores y liberales.
El partido conservador liderado por Antonio Cánovas era el heredero del moderantismo, unionismo y parte del progresismo de la época isabelina. Representaba los intereses de la burguesía latifundista y financiera y de los grupos residuales del Antiguo Régimen: la aristocracia y las jerarquías y grupos de presión católicos.
El partido liberal liderado por Práxedes Mateo Sagasta integraba a demócratas, radicales y algunos republicanos moderados. Estaba respaldado por los profesionales liberales, por la burguesía industrial y comercial y por los funcionarios, así como por sectores de la aristocracia terrateniente.
El sistema ideado por Cánovas basaba su funcionamiento en el turno pacífico de los dos partidos dinásticos. La práctica del turno pacífico se llevó a cabo de la siguiente manera: