Trastornos del Sueño Infantil y Actividades en Centros de Atención Temprana
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Trastornos del Sueño en la Infancia
Sonambulismo: Típico entre los 4 y 5 años, durante las primeras tres o cuatro horas de sueño. Se caracteriza por la repetición automática de conductas aprendidas durante el día, mientras el niño está profundamente dormido. No se debe despertar al niño, sino intentar reconducirlo suavemente a la cama.
Terrores nocturnos: Aparecen entre los 2 y 3 años hasta la adolescencia, durante la primera mitad de la noche. El niño comienza a llorar y gritar de manera desconsolada. Se recomienda permanecer junto al niño para vigilar que no se caiga si se mueve.
Pesadillas: Frecuentes entre los 2 y 12 años, durante la segunda mitad de la noche. Son sueños que generan ansiedad y provocan que el niño se despierte angustiado, gritando y con miedo. Es importante ayudar al niño a tranquilizarse.
Bruxismo: Puede presentarse a partir de los 3 años, durante el sueño. Se manifiesta como el rechinar de los dientes debido a la tensión acumulada en la mandíbula. Si la contractura provoca daños en los dientes, se debe acudir al dentista para considerar el uso de una prótesis.
Somniloquia: Puede ocurrir a cualquier edad, durante la madrugada. Se caracteriza por hablar, gritar, reír o llorar en sueños, con palabras y frases ininteligibles.
Automecimiento: Típico entre los 6 meses y los 2 años, al comenzar a dormirse. El niño golpea la cabeza contra la almohada y balancea todo el cuerpo, estando boca abajo, acompañado de sonidos guturales. Se debe evitar que se haga daño y, si persiste, consultar con un psicólogo.
Ronquido: Puede ocurrir a cualquier edad, durante el sueño. Si es persistente o si el niño respira con la boca abierta y le cuesta respirar, se debe consultar a un especialista.
Actividad en el Recién Nacido
En los recién nacidos, los momentos de actividad son pocos en comparación con los momentos de descanso o sueño, que ocupan la mayor parte de su tiempo. A pesar de ello, son los momentos de vigilia o actividad en los que se permite a los bebés y adultos reforzar el vínculo afectivo que los une.
Actividades Cotidianas
Representan las primeras actividades educativas y en ellas aprenden sin cesar cosas nuevas, al tiempo que establecen una relación directa con el adulto. Es importante que el educador procure que se satisfagan estas necesidades haciendo que estos momentos sean ricos y placenteros.
Actividades de Juego y Otras Actividades
Las actividades de juego tienen lugar desde los primeros días de vida. A través del juego, cada individuo va construyéndose a sí mismo como persona y va adaptándose a la realidad.
De 0 a 6 años, las actividades incluyen juegos de movimiento, actividades de conocimiento y observación, actividades de lenguaje, actividades de manipulación, juego simbólico y de imitación, actividades musicales y celebración de fiestas populares.
Programación de Actividades
¿Cómo se debe realizar la programación del aula?
La programación se hará a partir de las actividades cotidianas, que van a ocupar la mayor parte del tiempo hasta los 12 meses. Según los niños crezcan, el tiempo dedicado a estas actividades irá disminuyendo, pero continuará marcando el tiempo de programación. Esto será importante tenerlo en cuenta para distribuir las actividades escolares y plantearse en qué horario se debe efectuar cada actividad. Aspectos a tener en cuenta:
- Respetar los ritmos individuales, es decir, tener en cuenta las diferencias de rendimiento de cada niño.
- Programar actividades para conseguir el máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo.
- Procurar que el descanso sea el adecuado a la edad.
- Procurar una alimentación equilibrada, tanto en calidad como en cantidad.
- Combinar actividades de memoria y concentración con otras de interés inmediato y espontáneo.
- Duración adecuada de la actividad.
- Combinar y adecuar los programas por trimestres o cursos.
- Crear un ambiente que favorezca el trabajo, por ello es conveniente una iluminación adecuada, ventilación correcta...
- Asegurar el trabajo escolar al nivel de desarrollo y conocimiento.
- Hacer pausas y momentos de relajación entre diferentes actividades.
Seguridad en las Cunas
- Altura de los barrotes.
- Separación de los barrotes.
- Protector interior de la cuna.
- Lateral deslizante.
- Ruedas con freno.
- Colchón ni duro ni blando.
- Medidas justas de la cuna.
- Sin almohada.
- Ropa de cama ligera.
- Material de seguridad con el sello de garantía.
El Sueño en los Centros de Atención a la Infancia
El momento y el lugar destinados a dormir deben cumplir unos requisitos que aseguren que será saludable, agradable, reconocible, adaptado y adaptable a las necesidades.
Condiciones de los Espacios Destinados al Sueño
Han de ser Saludables
Los espacios y los horarios deben estar adaptados a estas necesidades. Para garantizar este requisito, es necesario respetar los ritmos de sueño, previniendo las condiciones para que los niños duerman tantas veces como sea preciso, de manera que su sueño no sea perturbado y que el despertar se produzca de manera espontánea. Es importante tener en cuenta que los periodos de actividad-descanso están muy relacionados entre sí. En el caso de los lactantes, se debe disponer de un dormitorio con cunas, separado del aula pero cercano, así unos pueden dormir y otros estar despiertos. En las aulas de niños de más edad, debe existir también la posibilidad de descansar cuando lo necesiten, habilitando un espacio con colchonetas o hamacas. El espacio ha de ventilarse sea cual sea la época del año. El sueño diurno no necesita oscuridad total, ni silencio total. El soporte en el que duermen ha de ser individual e intercambiable, ni excesivamente rígido ni excesivamente blando, transpirable y del material más natural posible. Para acostarse, es esencial descalzarse y aligerarse la ropa.
El Sueño ha de ser Agradable y Placentero
También saludable. Si los niños no encuentran el gusto y motivo de dormir, los educadores han de ayudarles haciendo que consigan un ritmo pausado de respiración, ofreciéndoles un objeto de transición, leyéndoles un cuento... Las actividades previas al momento de acostarse deberán ser relajadas para ayudar al tránsito de la vigilia al sueño y desearle individualmente a cada uno un buen sueño. Para un sueño placentero, es importante un despertar igualmente placentero, de manera que ha de ser espontáneo.
El Espacio y los Momentos Destinados al Sueño Deben ser Reconocibles
Todas estas atenciones deberán extremarse durante los primeros días del niño o niña en el centro. Puede ser conveniente que tenga objetos con los que duerme habitualmente. El espacio en el que duerme, que sea reconocible, y que los objetos que se utilicen para dormir sean solo para dormir. Es importante crear un ritual con relación al momento de ir a dormir, de manera que cada día pase lo mismo, y otro aspecto importante es el horario, ya que hay horas en las que el sueño aparece con más facilidad.
La Situación de Dormir ha de ser Adaptada y Adaptable
La situación de dormir tiene que ser adaptada y adaptable. Es importante respetar el modo de dormirse, la cantidad de sueño que cada uno necesita y las dificultades que puedan tener.