Transición Española: De la Dictadura a la Democracia (1975-1981)
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La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia (1975-1981)
El Inicio de la Transición
Tras la muerte de Franco en 1975, pasó a ocupar la jefatura del Estado el rey Juan Carlos I, tal y como lo había designado el dictador. El primer gobierno de la monarquía fue liderado por el anterior jefe del gabinete de Franco, Carlos Arias Navarro, que era partidario de una evolución continuista desde dentro del franquismo. Aunque llevó a cabo algunas reformas limitadas, nunca pensó en una verdadera democracia.
El Papel de Adolfo Suárez
El rey, convencido de la idea de una transición pacífica y legal de la dictadura a la democracia, tomó las riendas del asunto y, tras la dimisión de Arias Navarro, nombró presidente del gobierno a Adolfo Suárez. Suárez llevó a cabo cambios democráticos, destacando:
- La Ley de Reforma Política
- El diálogo y legalización de partidos de izquierda y nacionalistas
- La convocatoria de las ansiadas elecciones generales democráticas
Este fue un gobierno de centro, reformista y dialogante con la oposición política, representada por la Platajunta. Este gobierno, sin embargo, encontró obstáculos como el terrorismo de ETA, el de extrema derecha (como los Guerrilleros de Cristo Rey) y el de extrema izquierda (como el GRAPO). Suárez estableció contactos con el PSOE, el PCE y con Comisiones Obreras.
La Ley para la Reforma Política y las Elecciones de 1977
El paso más decisivo fue la aprobación de la Ley para la Reforma Política en un referéndum, que incluso fue apoyada por la oposición. Esta ley modificaba el sistema político existente y regulaba la convocatoria de las elecciones democráticas generales. Tras la celebración del referéndum, hubo graves atentados terroristas, se reconoció el derecho a sindicarse y se legalizó el Partido Comunista (PCE). Más tarde, se convocaron las elecciones generales democráticas de 1977, en las que hubo representantes de numerosos partidos: UCD, PCE, PSOE, PNV, AP. Se llevaron a cabo mediante sufragio universal. La UCD salió triunfadora, de nuevo con Suárez al frente, esta vez ya de forma democrática y sin ministerios militares.
Los Pactos de la Moncloa y la Constitución de 1978
En vistas de la crisis económica, se llevaron a cabo los Pactos de la Moncloa, entre el gobierno, el empresariado, los partidos y los sindicatos, y la reforma de la Hacienda. También se produce el reconocimiento de las autonomías, las más insistentes fueron las de Cataluña y el País Vasco, que fue el inicio de la reforma territorial de España, la cual queda recogida en la Constitución de 1978. Para el control del ejército, nace el Ministerio de Defensa.
Durante este gobierno se redactó la Constitución democrática de 1978 en manos de un pequeño grupo constituido por representantes de las distintas fuerzas políticas. Fue aprobada por el pueblo. Era de carácter liberal y definía a España como un Estado social y democrático de derecho, cuya forma es la monarquía parlamentaria.
El Segundo Gobierno de Suárez y la Crisis de la UCD
Tras aprobarse la Constitución, Suárez convocó elecciones en 1979 en las que volvió a triunfar la UCD. Siguió Suárez como presidente del gobierno, en su segundo mandato democrático. La primera actuación del gobierno fueron las elecciones municipales, en las que el PSOE consiguió las alcaldías de ciudades importantes como Madrid y Barcelona. Además, se aprobaron los estatutos de autonomía vasco y catalán, al mismo tiempo que se extendió el régimen autonómico. También reivindicaron su autonomía Andalucía y Galicia. Otros graves problemas fueron la crisis económica y el terrorismo. Todo ello, junto con la división interna de la UCD en un sector democristiano opuesto al socialdemócrata, llevaron a Adolfo Suárez a dimitir en 1981.
El Intento de Golpe de Estado de 1981
Ante esta situación, la UCD nombró presidente del gobierno a Leopoldo Calvo Sotelo y es entonces cuando ocurre un intento de golpe de Estado por parte del coronel Tejero, que ocupa el Congreso de los Diputados. Gracias a la rápida intervención del rey, fracasó el pronunciamiento.