Transformación Industrial: Factores Clave y Desarrollo Económico

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Revolución Industrial

Si seguimos calificando el fenómeno de la industrialización como una revolución, se debe a sus efectos, que fueron más profundos que los de cualquier otro cambio económico, si se exceptúa la aparición de la agricultura. Podríamos definir la Revolución Industrial como una serie de innovaciones acumulativas introducidas en la esfera de la producción y de las relaciones sociales de producción. Lo que se genera es una nueva manera de producir y de distribuir, con una capacidad de crecimiento que va a revolucionar la actividad económica. Por primera vez en la historia humana, el hombre estuvo en condiciones de producir cantidades crecientes de bienes y servicios debido al incremento de la productividad del trabajo. Las sociedades paulatinamente dejarán de ser esencialmente agrarias. Por consiguiente, se transformarán las pautas demográficas, el reparto de activos entre los sectores económicos, la naturaleza de la familia y del hogar, etc. Las manufacturas y el sector servicios experimentarán, dentro del conjunto de la vida económica, un desarrollo más rápido que la agricultura. El proceso general de la industrialización capitalista debe ser entendido como un proceso unitario a escala mundial.

Factores de la Revolución Industrial y del desarrollo de la economía capitalista a largo plazo

Factores geofísicos

Dos de entre ellos merecen ser destacados: la dotación en recursos naturales y la situación geopolítica. Respecto al primero, sería especialmente importante la disponibilidad de determinadas riquezas minerales, en especial el carbón y el hierro, que han constituido unos inputs fundamentales en las primeras etapas de la Revolución Industrial. En el caso inglés, fue determinante la abundancia de carbón barato, no solo en el despegue, sino en la fisonomía adoptada por el proceso industrializador. No debe exagerarse la importancia de estos factores. Además, conforme avance el desarrollo industrial y se mejoren los medios de transporte, la dotación de recursos naturales no será un factor que influya en los diferentes niveles de renta de los países. En cuanto a la situación geopolítica, la proximidad a los centros de desarrollo industrial constituyó un elemento de acicate muy importante al desarrollo industrial por diferentes motivos.

La población y su cualificación

El impacto de la nueva sociedad se manifestó también en un cambio de las pautas demográficas. De unas altas tasas de mortalidad y natalidad, que predominaban en la población preindustrial, se pasará a un modelo demográfico caracterizado por unas bajas tasas de ambas variables. El paso de un modelo a otro se ha denominado la transición demográfica. Por último, tenemos que atender y valorar la importancia de la cualificación de la mano de obra, ya que se le atribuye un papel decisivo en el ritmo y características de la Revolución Industrial, contribuyendo a explicar la llamada crisis del climaterio. Por el contrario, en el caso alemán o escandinavo, la alfabetización generalizada, el alto nivel de cualificación y la colaboración entre la universidad y las empresas permitieron un proceso de desarrollo más firme y mejor adaptado al continuo.

La agricultura

Debía proporcionar materias primas y alimentos, excedentes de mano de obra y capital para invertir. El aumento de los ingresos conseguido gracias a dichos cambios debía de permitir aumentar el consumo de bienes manufacturados y de servicios en el mercado interno. Según O'Brien, la influencia del sector primario en la Revolución Industrial es mucho menor de lo que se creía. Lo que aceleró el progreso industrial fue la integración de los mercados locales, conseguida gracias a las mejoras en el transporte y una módica inversión en industria: la Revolución Industrial, pues, sería esencialmente industrial, comercial y urbana. Hay que tener en cuenta que en las primeras etapas del desarrollo industrial siguió constituyendo, en la mayoría de los países industrializados, un sector clave de su economía.

Las instituciones: la función del Estado

Para el desarrollo de la nueva sociedad se necesitaron profundos cambios institucionales que arrancan siglos antes del inicio del fenómeno industrial. Todo ello irá concretándose en modificaciones sociales, intelectuales e institucionales complejas y graduales. Su bandera fue el liberalismo, que en materia económica partía de la premisa de que el mejor modo de promover el desarrollo económico y el bienestar general era romper los elementos que limitaban la propiedad absoluta de los factores productivos y su circulación. De estas ideas derivaba la política económica liberal de que no se debía interferir el mecanismo económico, que se basaba en la libre competencia y la búsqueda de su bien individual por cada cual. Pero en la práctica, muchas de estas afirmaciones no se cumplían: cada vez resultaba más irreal el equilibrio inevitable de la economía, como se demostraba en las continuas crisis de diferente tipo. La libre competencia se ponía en cuestión con el aumento de la concentración empresarial y las alianzas entre grandes empresas. El movimiento obrero fue obteniendo poder, presionando para que el Estado tomara cada vez más funciones sociales y regulando de las condiciones de trabajo. La política común de los Estados fue sobre todo proteccionista, por lo que el librecambio fue uno de los postulados del ideario liberal que menos se cumplieron. Los Estados interferían el sistema monetario. El equilibrio presupuestario tampoco se cumplió. En la práctica, en la década de 1920 algunos países se habían desligado de los principios liberales, interviniendo mediante un control de los intercambios, inmiscuyéndose en las relaciones patronos-obreros y sosteniendo el mercado interior. De entre todos estos autores sobresale la figura de J.M. Keynes, que reclamaba una intervención e inversión estatal en un momento en el que se hacía patente que el sistema económico estaba en crisis, sobre todo la de 1929. El cambio se va a generalizar tras la II Guerra Mundial, asentándose un nuevo Estado social, imbricado totalmente con la vida económica.

La tecnología

Para la mayoría de los historiadores, el progreso tecnológico continúa siendo considerado como uno de los motores fundamentales de la Revolución Industrial y de la economía capitalista. Su papel y los factores que los determinan son complejos. A la hora de analizar el proceso de cambio tecnológico en cualquier periodo de la historia, es importante tener en cuenta la existencia de tres fenómenos íntimamente ligados entre sí, pero conceptualmente distintos: la invención, la innovación y la difusión. Un invento, en términos tecnológicos, se refiere a una novedad patentable de naturaleza mecánica, química o eléctrica; en sí mismo, no tiene importancia económica. Solamente cuando se inserta en un proceso económico convirtiéndose en innovación alcanza trascendencia al respecto. En cuanto a la difusión, se refiere al proceso por el cual una innovación se extiende dentro de una industria.

La acumulación de capital físico

El papel del capital en la Revolución Industrial es también un tema controvertido. Estudios recientes se han centrado en la velocidad con que se acumuló, así como en los cambios ocurridos en su composición (capital fijo y circulante). En lo que concierne al primero de los puntos señalados, hoy se sabe que la tasa de inversión se incrementó con lentitud, aunque en los países que llegaron posteriormente a la evolución fuera más rápida. Y en lo referente al segundo, parece claro que se pasó de una situación en la que predominaba el capital circulante a la inversa. ¿De dónde procedió la oferta de capital? Del autofinanciamiento, del mercado informal de capitales y de los mercados formales.

La empresa

Por lo que se refiere a las características globales de las primeras empresas,las podemos resumir en los puntos siguientes:Escaso capital fijo, lo que iba ligado a una maquinaria simple y barata.Limitado número de trabajadores, que carecían de cualificación.La actividad no era continua, sino que variaba en función de cambios en la demanda,variaciones estacionales e, incluso, hábitos de la economía agraria.El volumen de negocio era muy pequeño. Por lo tanto, no había grandes problemas de administración y la contabilidad no era compleja. Utilizaron al principio las formas contables de los comerciantes.La contabilidad seguía siendo aún un mero registro de transacciones pasadas, sin que se desarrollara todavía una contabilidad de gestión.Carácter individual, donde la propiedad estaba unida a la dirección y que, cuando adquirió una forma jurídica, adoptó la forma de sociedad colectiva. Mercado muy competitivo, en el que se enfrentaban una multiplicidad de pequeñas El trabajo La irrupción de la Revolución Industrial estuvo acompañada por el desarrollo de la mano de obra asalariada.Hay que tener en cuenta que las condiciones de trabajo en los inicios de la industrialización no eran nada atractivas.Los primeros trabajadores surgirán de las filas de los campesinos con poca o ninguna tierra,de los pequeños productores de las industrias a domicilio y de los artesanos. Hoy se acepta por la mayor parte de los especialista que hubo un empeoramiento de los salarios reales y de la condiciones de vida en las primeras etapas de la
industrialización.

Con respecto a la calidad de vida, hay que remarcar la emigración a ciudades sórdidas,
el trabajo en las lóbregas y satánicas fábricas -"dark satanic mills" como se las denominaba- y
un conjunto de costes humanos que hubo en los inicios de la industrialización, los cuales hay
que detraer de la remuneración pecuniaria a la hora de analizar la situación de los empleados
en los inicios del desarrollo industrial. Conforme se fue asentando el desarrollo económico, las
cosas cambiarán y se notará una apreciable mejora de la condiciones de vida y trabajo de los
países desarrollados.
El crecimiento económico lleva aparejado no sólo una modificación económica,
tecnológica o de organización empresarial sino que también supone una alteración de las
características de la mano de obra, de los mercados de trabajo y de las relaciones laborales.

En este sentido, las relaciones laborales se fueron modificándose de forma paralela al
cambiando que se estaba produciendo en su organización. Se estaba gestando una
nueva dinámica y filosofía industrial, que se plasmó en un principio en la organización
científica del trabajo (taylorismo) y su aplicación práctica en el llamado fordismo

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