Transformación del Campo Español: Población, Trabajo y Estructuras Agrarias

Población Rural y Población Agraria

La población agraria disminuye debido a la mecanización de los trabajos agrícolas. A partir de las últimas décadas del siglo XX, muchas ciudades pierden población a favor de los municipios rurales porque se produce un éxodo urbano que hace aumentar la población que vive en el campo. Esto obliga a diferenciar entre la población rural, aquella que vive en una zona rural aunque trabaje en el sector secundario o terciario, y la población agraria, aquella que trabaja en el sector primario.

Casi de forma paralela, y contrariamente a lo que había sucedido hace poco, las estadísticas muestran un crecimiento de la población activa agraria joven, comprendida entre 16 y 40 años, entre la que hay un importante porcentaje de inmigrantes contratados como asalariados fijos o temporales. Pero a este cambio de tendencia, que retiene en el campo a agricultores jóvenes gracias a la modernización de las explotaciones y a la facilidad de las comunicaciones, sigue predominando la población agraria de más de 40 años. Hay zonas rurales donde las personas que se dedican a la agricultura suelen ser gente de una cierta edad y la mano de obra joven se dirige a la ciudad para emplearse en la construcción, en servicios o engrosa los índices de paro urbano. Este proceso afecta hasta las zonas rurales más aisladas, lugares que se conocen como rural profundo.

El Trabajo Agrario en España

En las fincas pequeñas y medianas, los propietarios son quienes trabajan la tierra con la ayuda de la familia (explotación familiar) o con asalariados fijos. No se contabiliza el trabajo de las mujeres campesinas, quienes tienen a su cargo el trabajo doméstico y familiar, cuidan del huerto, de los animales de corral, de la venta de los productos de huerta en el mercado local y comarcal, o manejan los tractores. Estas tareas, que representan una jornada completa, se contabilizan como ayuda familiar a tiempo parcial. Es cada día más habitual que el pequeño propietario trabaje en el campo a tiempo parcial para obtener un segundo salario en la industria, la construcción o los servicios.

En las fincas grandes aumenta la gestión directa y disminuye la aparcería y el arrendamiento de parcelas porque la maquinaria pesada requiere de grandes espacios. La mecanización ha provocado la disminución del número de trabajadores asalariados fijos y ha aumentado la demanda de trabajadores eventuales, que son contratados en sus países de origen con contratos laborales estacionales, modalidad que cuenta con el apoyo de la UE.

Evolución de la Superficie Agraria

España tiene una superficie agraria útil (SAU) de unos 24.5 millones de hectáreas. La SAU está formada por las tierras de cultivo, prados y pastizales. La mayor parte de la tierra cultivada es de secano (solo recibe el agua de lluvia), un 78%, y un 21.1% de regadío. En los últimos años han disminuido las tierras de cultivo y han aumentado el terreno forestal, los prados y pastizales. Esto es debido al abandono de tierras menos productivas, incentivado por la política comunitaria, y a la construcción de áreas residenciales o infraestructuras.

La Tierra y la Estructura de las Explotaciones Agrarias

En España, el número de explotaciones agrarias inferiores a 5 hectáreas representa el 51.8% del total, pero ocupan solo el 4.74% de la superficie agraria. Las explotaciones mayores de 100 hectáreas representan el 4.63% del total, pero ocupan solo el 55.49% de la superficie agraria.

Gran Explotación o Latifundio

Latifundios: explotaciones de grandes dimensiones (más de 100 hectáreas) donde se practica una agricultura extensiva. Dominan en Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía. Hoy, los antiguos latifundios se encuentran en una situación económicamente favorable, disponen de grandes extensiones de tierra que pueden mecanizarse y se obtienen importantes cosechas cuya comercialización produce elevados beneficios. Esto crea un nuevo tipo de trabajo especializado en tractores, cosechadoras, motocultores…

Pequeña Explotación o Minifundio

Minifundios: explotaciones de pequeñas dimensiones (menos de 10 hectáreas). Dominan en la mitad norte de la Península y en los dos archipiélagos. El tamaño de las parcelas dificulta la mecanización y el escaso volumen de su producción no permite una buena comercialización. Hoy, el minifundio es rentable si se practica una agricultura intensiva o muy científica, cultivo de plantas ornamentales o cultivos tempranos de huerta en regadío o bajo plástico en Almería.

Explotaciones de Tamaño Medio

En España han aumentado las explotaciones de tamaño medio (30 hectáreas). Los organismos competentes de la UE han favorecido las explotaciones de tamaño medio familiar y han fomentado la práctica de una agricultura intensiva, con el fin de obtener productos de calidad para un mercado cada vez más exigente. Para ello, han incentivado la reagrupación de parcelas de una misma explotación y el aumento de sus dimensiones a través de créditos.