Tragedias griegas: Esquilo, Sófocles y Eurípides

Esquilo

Esquilo es el más antiguo y responsable de un segundo actor en escena. Tenía gran sentido religioso, creía en el libre albedrío y en la capacidad humana de aceptar su destino. Nació en el año 525 a.C. en Eleusis, de familia noble. Se implicó en la política y participó en la batalla del Maratón. Es autor de siete obras casi íntegras: Persas, Siete contra Tebas, Suplicantes, Orestía (Agamenón, Coeforas, Euménides), Prometeo encadenado. La Orestía escenifica lo ocurrido desde el regreso de Agamenón a Micenas tras la guerra de Troya: su muerte a manos de su esposa Clitemnestra; los lamentos de Electra por la muerte de su padre; la llegada a Argos de su hermano Orestes; el asesinato de Clitemnestra y Egisto a manos de Orestes y la persecución por parte de las Erinias hasta que Atenea le absuelve en un juicio en el Tribunal Superior de Justicia de Atenas. El coro de Agamenón se compone de ancianos de Micenas y es filosófico. El coro de las Coeforas, compuesto por mujeres, es ritual. El coro de Euménides es activo y acosa y persigue a Orestes, asesino de su madre. En cuanto a su lengua y estilo, Esquilo es difícil de leer y entender, grandioso y majestuoso. Sus dioses emplean un lenguaje más elevado que el de la vida cotidiana. Los coros propician un espectáculo magnífico que roza lo cinematográfico.

Sófocles

Sófocles nació en Colono en el siglo 5º. Fue hijo de una familia acomodada y ocupó cargos públicos. Las obras más destacadas de este autor son Áyax, Edipo Rey, Edipo en Colono, Antígona y Electra. Antígona, la hija de Edipo, desoye la prohibición de su tío, el gobernante de Tebas, de enterrar a su hermano Polinices, pero procede a dar sepultura al cadáver. Los guardianes la sorprenden, la capturan y la llevan ante Creonte, quien ordena su muerte. En vano trata de impedirlo su hijo Hemón, enamorado de ella. Antígona es enterrada viva en una cueva, junto con Hemón. Desde este momento, todo va mal en Tebas. El adivino Tiresias explica la causa: los dioses desaprueban la muerte de los jóvenes. Creonte intenta dar marcha atrás, pero en la cueva Antígona está muerta. El padre de Antígona se arrepiente y su mujer se suicida. Tras lo sucedido, Creonte se quedará solo y abandonado. Edipo Rey es la obra cumbre de la tragedia. Sobre Layo, rey de Tebas, pende un oráculo: el hijo que tenga con Yocasta le derrotará. Cuando nace Edipo, se lo entrega a un sirviente que lo tira al río con la intención de matarlo. Sin embargo, un pastor lo rescata. Un día, Edipo se entera de que es adoptado y va a consultar el oráculo délfico, tras lo cual decide regresar a Tebas. De camino, se produce un forcejeo con un anciano al que mata. Después, debe resolver el enigma de la esfinge y, tras resolverlo, como recompensa obtiene la mano de Yocasta. Al final de la obra, Edipo descubre que Yocasta es su madre. Tras la noticia, ella se suicida y Edipo queda ciego y desterrado. Su lenguaje es más transparente, directo y cotidiano que el de Esquilo, y se concentra en la acción dramática, además de huir de artificios escénicos.

Eurípides

Eurípides nació en el 480 a.C. Participó poco en la vida política y prefirió el aislamiento. Nació 10 años después que Sófocles, lo que le hace pertenecer a la generación de los sofistas. Conservamos 17 tragedias y un drama satírico. Entre las tragedias de Eurípides se encuentran: Medea, Ifigenia en Áulide, Orestes, Guerra de Troya, Hécuba y Las Bacantes. Medea: Jasón, tras conquistar el vellocino de oro, regresa a Creta con Medea. Con ella tiene 2 hijos. Jasón la abandona para casarse con Glauce, la hija de Creonte, quien ordena el destierro de Medea. Medea intenta engañar a Jasón, ante quien se presenta y ofrece regalos de boda para su prometida Glauce. Los regalos están envenenados y son solo parte de la venganza, ya que dará muerte a sus propios hijos. Un mensajero narra la muerte de Glauce, al colocarse los regalos de Medea comienza a arder y muere consumida por las llamas. Jasón va junto a Medea y es informado de la muerte de sus hijos. Tras una pelea, Medea desaparece en un carro alado hacia Atenas. Las Bacantes: Penteo se opone a la introducción en Tebas del culto de Dionisio y ordena encerrar a este en el palacio, pero la fuerza del dios derriba los muros. A su vez, un mensajero relata a Penteo las escenas que han protagonizado las ménades, seguidoras de Dionisio. Penteo acude al monte a presenciar los rituales orgiásticos de las ménades y, subido a la copa de un pino, es descubierto por su madre Ágave y sus compañeras, quienes lo despedazan. Ágave inserta en su tirso la cabeza de su hijo, creyendo que ha capturado un cachorro de león. Cadmo será quien la hará volver en razón. El lamento de Cadmo y la intervención ex machina de Dionisio ponen punto final a esta tragedia. En las obras de Eurípides, son los hombres quienes toman las decisiones, aunque a veces las divinidades dirigen los prólogos y cierran las obras ex máquina. La influencia de los sofistas en Eurípides es evidente. Además, fue un profundo conocedor del alma humana y un pacifista en un momento en el que la sociedad que lo rodeaba estaba implicada en las guerras del Peloponeso. Como dramaturgo, destaca el tratamiento de los coros, las escenas y el reconocimiento del prólogo.