Los Totalitarismos: Crisis de las Democracias y Ascenso del Fascismo

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TEMA 10: LOS TOTALITARISMOS

10.1 La crisis de las democracias

Pese al aparente triunfo del parlamentarismo, en pocos años se produjo un ascenso de regímenes antidemocráticos.

LAS CAUSAS DE LA CRISIS

La crisis de las democracias puede ser explicada como consecuencia de la concurrencia de una serie de factores:

  • Rechazo al sufragio universal.
  • Consecuencias de la guerra.
  • Inestabilidad de los nuevos Estados.
  • Imposibilidad para configurar mayorías parlamentarias estables.
  • Crisis económica de 1929.

EL RETROCESO DEL PARLAMENTARIMO EN EUROPA

Las dificultades económicas, sociales y políticas condujeron a Europa a un progresivo viraje hacia el totalitarismo en el que pocas fueron las democracias que consiguieron pervivir.

EL AUGE DEL TOTALITARISMO

En aquellos países donde la implantación de la democracia era reciente, la acumulación de problemas y factores desestabilizadores fue determinante para que se impusieran regímenes autoritarios.

Fue el caso de Italia, el país quedó sumido en un clima de incertidumbre que sería aprovechado por Mussolini; o el de Alemania, donde la crisis económica favoreció el ascenso al poder del partido nazi de Hitler.

En otros países, los sistemas parlamentarios fueron también arrollados por dictaduras y regímenes autoritarios: Rumanía, Hungría, España, y en Portugal.

LA PERVIVENCIA DE LAS DEMOCRACIAS

Solo en Estados en los que la tradición democrática estaba asentada resistió el sistema parlamentario las presiones totalitarias. De entre todos, destacaron:

  • Reino Unido: el período entreguerras quedó caracterizado por la entrada en el Parlamento del partido laborista, la crisis del partido liberal y el dominio político de los conservadores.
  • Francia: el estallido de la Gran Depresión incrementó la inestabilidad política en Francia.

10.2 Las bases de los fascismos

CARACTERÍSTICAS DE LOS FASCISMOS

Aunque cada régimen fascista tuvo sus peculiaridades, hubo una serie de características políticas, económicas y sociales comunes.

RASGOS POLÍTICOS

El principal aspecto fue un nacionalismo exacerbado de corte agresivo y militarista que consideraba al resto de los países como potenciales enemigos de los intereses nacionales.

Otro rasgo determinante es el rechazo del parlamentarismo y la democracia liberal. Del mismo modo, el fascismo fue profundamente antimarxista.

El nacionalismo extremo deriva en supremacía del Estado, entendida como la obligación ciudadana de anteponer los intereses de la nación a los propios, y en el reconocimiento de un líder carismático tenido como la personificación de los valores supremos de la nación.

RASGOS ECONÓMICOS

Los planteamientos económicos del fascismo son una consecuencia de su concepción ultranacionalista, que se refleja en las siguientes características:

  • Control estatal de la economía: el modelo se basa en la autarquía. Por otro lado, la necesidad de reducir el desempleo inspiró la creación de obras públicas.
  • Políticas económicas agresivas: se practicó una economía imperialista y militarista basada en la expansión territorial y que derivó en la fabricación de armamentos y en la militarización de la ciudadanía.

RASGOS SOCIALES Y CULTURALES

La supremacía del estado sobre el individuo deriva en un control exhaustivo de la sociedad. Para controlar a la sociedad se ejerce un dominio de los medios de comunicación, en cuya utilización con fines propagandísticos fueron pioneros los regímenes totalitarios.

Pese al control social, sigue existiendo disidencia, contra la que se utiliza una violencia extrema, legitimada por ser aplicada contra víctimas expiatorias.

LOS APOYOS SOCIALES DE LOS FASCISMOS

Los fascismos lograron un respaldo social masivo en numerosos países europeos durante el período de entreguerras. La crisis de posguerra y la depresión económica fueron factores clave en un momento en el que el miedo a la expansión comunista fue utilizado como una efectiva arma de propaganda.

Los primeros apoyos sociales del fascismo provinieron de los excombatientes, así como entre jóvenes idealistas o intelectuales críticos con el modelo liberal.

En los años siguientes, algunos miembros de las clases medias se adhirieron al fascismo víctimas de la crisis económica y movidos por el medio que suscitaba la expansión del comunismo.

El discurso ultranacionalista del fascismo también encontró acomodo en el Ejército.

En su expansión resultó trascendental el respaldo de los grandes empresarios y de los terratenientes.

El ascenso al poder de los partidos fascistas también contó con el respaldo de los grupos financieros.

Con ello, el fascismo se propagó por toda Europa durante el período de entreguerras, y logró hacerse con el poder o condicionar la vida política en muchos países del continente.

10.3 El fascismo italiano

En 1922, Italia asistió al ascenso al poder del fascismo. El régimen fascista italiano se convirtió en modelo para otros partidos ultranacionalistas.

LA CRISIS INTERNA

Finalizada la Gran Guerra, Italia se vio sumida en una profunda crisis, que terminó desembocando en el ascenso del fascismo. La crisis se sustentó en una serie de claves:

  • “Victoria mutilada”: los acuerdos de paz firmados tras la 1ªGM no atendieron las reivindicaciones territoriales italianas, lo que generó un profundo malestar y abonó el terreno a posturas nacionalistas radicales.
  • Crisis económica: el esfuerzo de guerra había agotado a la economía italiana.
  • Conflictividad social: tras la Revolución Rusa, el movimiento obrero mostró un gran nivel organizativo y desencadenó una oleada de protestas. El miedo a la revolución caló entre la clase media y entre la élite empresarial y los terratenientes.
  • Inestabilidad política: la imposibilidad de crear Gobiernos estables llevó al sistema democrático a una profunda crisis de ingobernabilidad.

LA TOMA DEL PODER

En 1919, Benito Mussolini fundó las primeras milicias fascistas. Mussolini provenía del socialismo, pero tras la guerra se creó su propio partido y se presentó a las elecciones con un programa populista y nacionalista.

En 1921, Mussolini creó el Partido Nacional Fascista, cuyos miembros más jóvenes fueron usados por terratenientes e industriales contra los líderes comunistas y socialistas. Los camisas negras consiguieron presentarse como garantes de la paz y el orden públicos.

En 1922, Mussolini organizó la Marcha Sobre Roma, una concentración de fascistas hacia la capital.

EL RÉGIMEN FASCISTA

Una vez en el poder, Mussolini implantó un régimen autoritario que controlaba los planos político, social y económico y que desplegó una agresiva política exterior.

EL CONTROL POLÍTICO

Mussolini organizó un gobierno de coalición con los liberales, pero derivó hacia un régimen totalitario. La reforma electoral de 1923 favorecía los intereses fascistas.

En 1924, fue asesinado el líder socialista Giacomo Matteotti, la oposición pasó a estar amenazada y sus representantes fueron encarcelados.

En 1925, se decretó el cierre del Parlamento. Italia se convirtió en una dictadura. Se promulgaron las leyes fascistas.

El partido nacional se convirtió en partido único. Mussolini firmó con la Santa Sede los Pactos de Letrán.

EL MODELO SOCIOECONÓMICO

El Estado totalitario se basó en el corporativismo, un sistema tutelado institucionalmente que se inspiraba en los gremios medievales. En 1927, se promulgó la “Carta di Lavoro”, que regulaba las relaciones sociales y laborales.

En el plano económico se implantó una economía proteccionista y autárquica. La creación en 1933 del IRI orientó las inversiones hacia sectores estratégicos y hacia una economía de guerra.

LA POLÍTICA EXTERIOR

La política exterior aspiraba a crear un imperio italiano en África. Para ello, se anexionó Fiume, reafirmó su dominio sobre Libia e intensificó su presencia en Albania.

En 1936, conquistó Etiopía y participó en la sublevación militar contra la 2ª República Española que desembocó en la Guerra Civil.

10.4 Origen y ascenso del nacionalismo

Desde el principio, el nuevo régimen tuvo que hacer frente a graves dificultades, que generaron un clima de inestabilidad que culminaría con la llegada al poder. Adolf Hitler convirtió el nazismo en la más agresiva y eficaz de las ideologías fascistas.

LA CRISIS DE POSGUERRA

El ascenso del nazismo se produjo como consecuencia de la combinación de tres factores fundamentales: la excesiva dureza del Tratado de Versalles, las dificultades económicas parecidas por Alemania y el escaso respaldo social con le que contó la República de Weimar.

EL TRATADO DE VERSALLES

Alemania fue tratada como la única culpable de la 1ªGM, de ahí que las condiciones de paz impuestas fueran excesivas. El pago de elevadas compensaciones económicas sumió al país en una crisis económica, mientras que las pérdidas territoriales fueron consideradas una humillación, que los nazis supieron instrumentalizar en su provecho.

LAS CONDICIONES ECONÓMICAS

La crisis económica de posguerra había conducido a la ocupación franco-belga del Ruhr y al proceso de hiperinflación de 1923. La mejoría fue posible gracias a la aplicación del Plan Dawes y a la revisión de las reparaciones planteada por los Acuerdos de Locarno, pero se vio frenada al estallar la crisis económica de 1929.

EL RECHAZO DE LA REPÚBLICA DE WEIMAR

Desde sus inicios, el régimen parlamentario tuvo que afrontar la crítica de los sectores nacionalistas alemanes. Tampoco los comunistas ofrecieron apoyo a la República de Weimar, que solo contó con el respaldo del Partido Socialdemócrata Alemán y el Zentrum católico.

EL NACIMIENTO DEL NAZISMO

En el clima de convulsión social, proliferaban los partidos y asociaciones nacionalistas y racistas. Uno de estos partidos fue el DAP.

Hitler se encargó de la redacción de un programa de 25 puntos para el partido, que cambió su nombre por el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes. El programa sintetizaba los principios sobre los que se asentaría el nacionalsocialismo, como rechazo al Tratado de Versalles, el rearme expansionista para configurar una Gran Alemania, el discurso xenófobo y racista, el antiparlamentarismo y el antimarxismo.

En 1921, Hitler ya era jefe del partido nazi, y comenzó el cambio de estrategia para llegar al poder mediante el control de la calle a través de la violencia, para ello disponía de una fuerza paramilitar, las SA.

La crisis vivida por Alemania en 1923 persuadió a Hitler de que había llegado el momento de conquistar el poder, y preparó un golpe de Estado, que fracasó y que lo llevó a la cárcel.

Durante su estancia en prisión, Hitler redactó su ideario, y concluyó que el ascenso al poder debía llevarse a cabo por la vía democrática.

EL ASCENSO AL PODER

La crisis económica provocada por la Gran Depresión permitió a Hitler auparse al poder. Los partidos parlamentarios se mostraron incapaces de frenar la crisis económica, y la República de Weimar se sumió en una profunda crisis política ante la indiferencia de los conservadores y la división de la socialdemocracia.

El partido nazi en esos años articuló un discurso demagógico en el que se intensificó su anticapitalismo y su antisemitismo.

Simultáneamente, las SA intensificaron la violencia callejera para intimidar a la población y acabar con sus enemigos políticos.

En las elecciones de julio de 1932, el NSDAP se alzó con la victoria. El canciller Von Papen ofreció tomar un gobierno de coalición con los nazis, pero la negativa de Hitler provocó la convocatoria de nuevas elecciones.

En ellas, los nazis perdieron una parte del respaldo social.

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