El totalitarismo en la Unión Soviética, Italia y Alemania

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El totalitarismo en la Unión Soviética

En 1917 se produce una revolución en Rusia que da lugar a la constitución de un régimen socialista, el nuevo estado (URSS). Tras la muerte de Lenin, se debate sobre el camino a seguir para consolidar la revolución. Dos propuestas enfrentan a los dirigentes del partido: Trotsky y Stalin. En 1927, Joseph Stalin se convierte en secretario general del Partido Socialista de la Unión Soviética y ejerce un poder totalitario, caracterizado por un sistema dictatorial férreamente centralista. Stalin consolida su poder a través de un culto a su persona y un control ideológico estricto sobre la sociedad, que incluye represión y violencia sistemática. En 1929, instituye el gulag, una red de campos de prisioneros para opositores al régimen, y consolida el Partido Comunista como eje vertebrador de todos los órganos del estado. La economía se colectiviza y planifica, priorizando el desarrollo industrial a expensas de la agricultura.

Italia bajo el fascismo

En 1924, Mussolini convierte a Italia en una dictadura fascista, caracterizada por la identificación entre el estado y el Partido Nacional Fascista, la ilegalización de partidos políticos, una política económica autárquica y el control total sobre la sociedad. Mussolini promete la creación de un imperio italiano y en 1935 invade Etiopía para ampliar las colonias italianas en el norte de África.

La ascensión de Hitler en Alemania

Tras la devastación económica causada por la crisis de 1929, Hitler gana las elecciones en Alemania en un contexto de descontento social y polarización. Hitler aprueba leyes que le otorgan plenos poderes y establece una dictadura en la que se eliminan las libertades individuales y se suprimen los partidos y sindicatos, consolidando el Partido Nacional Socialista Alemán como único partido.

La Gran Depresión y sus consecuencias

La crisis económica de 1929 desencadena una gran depresión que afecta a sectores económicos en todo el mundo, provocando el cierre de fábricas, el aumento del desempleo y la miseria de muchas familias. Esta crisis se extiende por Europa y el resto del mundo, generando una recesión generalizada y una disminución del crédito e inversiones.

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