La Tolerancia a la Frustración y los Conflictos Motivacionales

La Tolerancia a la Frustración

Las resolvió. También el grado de realismo de las metas o el deseo de éxito. La tolerancia a la frustración es la capacidad de las personas para gestionar la molestia, la demora o el fracaso en la satisfacción de sus necesidades, deseos o planes. Se enseña y se entrena. Una personalidad excesivamente autocrítica, puede verse frustrada continuamente, ya que, aunque alcance una meta, siempre estará insatisfecha con el resultado. Las metas poco realistas también son fuente de una constante frustración.

Los Conflictos Motivacionales

El psicólogo alemán Kurt Lewin se interesó por la manera en la que se relacionaban los deseos y las metas con la personalidad del individuo. Desarrolló la teoría del campo, que propone la existencia de un espacio vital en el que existen obstáculos para el logro de los objetivos, que pueden ser:

• La frustración por incompatibilidad de 2 objetivos positivos: aparece cuando existe la posibilidad de alcanzar dos objetivos incompatibles entre sí.
• La frustración por conflicto evitación-evitación: aparece ante una huida de dos situaciones negativas.
• La frustración por conflicto aproximación-evitación: aparece ante una situación que produce resultados positivos y negativos en la misma medida.

Frustración y Conducta Agresiva

Cuando nos sentimos frustrados, puede aparecer una conducta agresiva debido a la ira o la rabia. La agresividad, desde el punto de vista evolutivo, cumple la función de prepararnos para eliminar los obstáculos que imposibilitan la consecución de nuestras metas. Además, sirve como forma de descarga emocional. Es importante saber gestionarla y aprender a tolerarla para no caer en conductas agresivas y perjudiciales. Manejarla implica ser capaz de aceptar los límites que nos impone la vida y afrontar los problemas que nos van surgiendo día a día.

Mejora de la Tolerancia a la Frustración

• Ser perseverante.
• Pedir ayuda cuando algo no puede resolverse por uno mismo.