Tirso de Molina y Calderón de la Barca: Maestros del Teatro del Siglo de Oro

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Tirso de Molina

Fray Gabriel Téllez, conocido como Tirso de Molina, fue el más importante de los seguidores de Lope de Vega. Su obra se caracteriza por una gran variedad temática y genérica, continuando con el legado de la Comedia Nueva.

Aportaciones de Tirso de Molina

  • Creación de caracteres: Algunos de sus personajes, como Don Juan, se han convertido en figuras universales.
  • Profundidad psicológica: Indagó en el tratamiento psicológico de sus personajes, especialmente en el aspecto moral.
  • Protagonismo femenino: Dio protagonismo a las mujeres, creando heroínas de intensa caracterización, ricas en matices y capaces de combatir los prejuicios establecidos para igualarse al varón.
  • Preocupaciones teológicas y éticas: Abordó temas teológicos, éticos y trascendentes, como la predestinación y el libre albedrío.
  • Inspiración en la realidad: Se inspiró en la realidad social y religiosa de la época, eludiendo los asuntos de la tradición nacional.

Calderón de la Barca

La vida de Pedro Calderón de la Barca presenta un gran contraste con la de Lope de Vega. Si en la ruidosa existencia de este todo es agitación e impulso vital, la de Calderón está dedicada íntegramente a la meditación y al estudio. Representa la culminación del teatro del Siglo de Oro.

Estilos de Calderón de la Barca

Primer estilo

Ordena y condensa las renovaciones de Lope, utilizando los mismos temas. Un ejemplo de ello es su obra El alcalde de Zalamea. Elimina lo accesorio, concentra la acción en torno a un tema central y estiliza las notas de realismo costumbrista. Se observa una reducción del espectáculo y el movimiento, así como una mayor estilización, intensificación y condensación.

Segundo estilo

Desarrolla un teatro reflexivo y filosófico. Lo ideológico y escenográfico adquiere una importancia enorme, y los elementos realistas desaparecen casi por completo para dejar paso a lo simbólico. Los personajes individuales se elevan a la categoría de símbolos, valores universales o ideas. Los recursos ornamentales del más puro estilo barroco (líricos, plásticos, musicales) adornan la obra dramática, en cuyo núcleo se halla un concepto filosófico. La vida es sueño sintetiza la idea barroca del desengaño y el libre albedrío en el personaje de Segismundo, uno de los grandes mitos del teatro universal.

El fondo ideológico en la obra de Calderón

El elemento filosófico cobra una importancia decisiva, pues la acción aparece a menudo subordinada al pensamiento, y los personajes llegan a ser meros símbolos de conceptos abstractos.

Aspectos principales

  1. Social: Sometido a la influencia de las convenciones de la época, hace eco a las ideas sobre el honor y el respeto al monarca.
  2. Moral: El estoicismo y la tradición cristiana llevan el sello pesimista de la época. Se impone la noción de desengaño, se insiste en la apariencia engañosa de las cosas, su caducidad ineludible y el concepto negativo de la existencia (la vida de las flores, representación, puro sueño). Se opone a este mundo de valores ficticios la virtud, único bien que no se pierde.
  3. Teológico: Conceptos fundamentales de la teología neoescolástica de los jesuitas. Defensa de la libertad humana frente a toda idea de predestinación. Valor de la inteligencia y el estudio como medio para llegar al conocimiento de las verdades eternas. Se concede importancia al elemento intelectual, que le diferencia de Lope, en quien lo religioso ofrece matices de tipo sentimental y emotivo.

Obras de Calderón de la Barca

  • Dramas:
    • Religiosos: La devoción de la cruz
    • Filosóficos: La vida es sueño
    • Trágicos: El alcalde de Zalamea
    • De honor: El pintor de su deshonra
  • Comedias: La dama duende
  • Autos sacramentales: La cena del rey Baltasar

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