Tipos de Sensores de Seguridad: Funcionamiento, Instalación y Aplicaciones

Sensores Volumétricos: Detección de Movimiento en Interiores

Actúan mediante la detección de movimiento dentro de un volumen determinado. Se suelen colocar en oficinas, despachos y áreas interiores. Es necesario utilizar más de uno si la zona a cubrir es amplia.

Sensor por Radar o Microondas

Está compuesto por dos partes: un emisor y un receptor.

El emisor emite ondas electromagnéticas que se reflejan en los objetos dentro del área protegida y regresan al receptor. Cuando un objeto se mueve o varía dentro de la zona, las ondas reflejadas cambian, activando la alarma.

Estas ondas atraviesan superficies delgadas, permitiendo detectar actividad detrás de ellas.

Normas para su Colocación:

• No instalarlos en el exterior.
• No instalarlos en superficies sujetas a vibraciones.
• No instalarlos donde haya tubos fluorescentes encendidos.
• No instalarlos en zonas de motores, impresoras o equipos que generen ruido electromagnético.
• Considerar la presencia de animales (para evitar falsas alarmas).

Sensor por Infrarrojos Pasivo (PIR)

Utilizan radiación infrarroja (rayos no visibles) que puede ser reflejada por cualquier superficie brillante.

Aunque el espectro visible va del rojo (frecuencia más baja) al violeta (frecuencia más alta), los infrarrojos se encuentran en una frecuencia menor y los ultravioleta en una frecuencia mayor.

El detector memoriza la cantidad de radiación infrarroja presente en su área de vigilancia. Cuando un cuerpo caliente (como un intruso) se introduce en ella, se produce una variación en estas radiaciones, accionando la alarma. Este sistema cubre un área amplia, proyectándose como un abanico.

Para evitar falsas alarmas producidas por cambios ambientales de temperatura, el detector de infrarrojos suele ser doble (dual). La alarma solo se activa si uno de los dos sensores recibe radiaciones distintas a las del otro.

Su alcance típico es de 8 a 20 metros.

Sensores Lineales: Creación de Barreras de Seguridad

Se componen generalmente de un elemento emisor (infrarrojos o microondas) y un elemento receptor.

Estos sensores se activan al romperse la barrera de emisión (haz) debido al paso de un individuo u objeto por su campo de actuación, interrumpiendo momentáneamente la señal y activando la alarma. Este sistema cubre una zona estrecha y alargada.

Sensores de Barrera Infrarrojos

Pueden instalarse tanto en interiores como en exteriores. Constan de dos haces paralelos distanciados entre sí unos 10 cm, lo que reduce significativamente las falsas alarmas. Además, son resistentes a la activación por fenómenos atmosféricos.

El campo de utilización (alcance) varía desde 20 m hasta 600 m.

Este sensor requiere un ajuste fino, a menudo asistido por un espejo o voltímetro. Para mayor independencia y simplificación de la instalación, se le pueden conectar placas solares y un módulo de transmisión vía radio.

Sensor de Barrera por Microondas (Cable Enterrado)

Consiste en la colocación de cables enterrados que conectan un emisor y un receptor. El emisor genera impulsos en VHF que producen ondas que se propagan a lo largo y fuera del cable transmisor, las cuales son recogidas por el receptor.

Cuando un intruso penetra en la zona, se produce una variación en la onda, lo que provoca la activación de la alarma.

Son sensores muy seguros, aunque su coste es superior al de otros sistemas.

Sensores G.P.S. (Ground Perimeter Sensors)

Son tubos estratégicamente enterrados en los alrededores del edificio a proteger. Cuando un intruso penetra y pisa la zona, se activa la alarma. Sin embargo, este sistema está actualmente en desuso debido a los numerosos problemas de fiabilidad que presenta.