Tipos de Magmas: Composición y Propiedades

El magma es un fluido menos denso que las rocas circundantes, capaz de migrar desde el manto hacia zonas altas de la corteza. Durante ese trayecto, puede asimilar parte del material encajante que rodea la intrusión magmática. Aunque su componente principal es la sílice (SiO2), también contiene aluminio, potasio, calcio, sodio, hierro o magnesio, así como pequeñas cantidades de muchos otros elementos, como azufre, plata, uranio o tierras raras. En cuanto a los gases, los más abundantes son el vapor de agua, CO2 y el SO2. La cantidad de sílice que tiene un magma condiciona sus propiedades físicas, como la viscosidad, la densidad y la presión.

Magma basáltico

Presenta un bajo contenido en sílice (45-53%), mucho hierro y magnesio y se encuentra a altas temperaturas (entre 900 y 1200ºC). Es muy fluido y de baja viscosidad, por lo que alcanza fácilmente la superficie terrestre. Las rocas resultantes de su solidificación son de color oscuro, muy duras y con valores de densidad entre 2900 y 3300 kg/m3. El gabro y el basalto proceden de magmas básicos.

Magma ácido

Posee un elevado contenido en sílice (>65%) y aluminio, sodio y potasio como elementos destacados. Se encuentra a temperaturas inferiores a los 800ºC, es más viscoso y fluye lentamente. Esto dificulta que alcance la superficie, y por tanto, generalmente queda atrapado y solidificado en el interior de la corteza. Las rocas resultantes son de colores claros y con densidades que varían entre 2500 y 2700 kg/m3. El granito y la riolita proceden del enfriamiento de los magmas ácidos.

Magma intermedio

Presenta características intermedias entre los dos magmas anteriores (53-65% de sílice). Las rocas resultantes muestran tonalidades variadas y poseen entre 2700 y 3000 kg/m3 de densidad. La diorita y la andesita son rocas formadas a partir de magmas intermedios.

Magma ultrabásico

Tiene muy bajo contenido en sílice (<45%) y grandes concentraciones de magnesio y hierro. Es muy fluido y se encuentra a temperaturas muy elevadas, incluso por encima de 1700ºC. Las rocas resultantes son muy densas y oscuras, como la peridotita.

Origen del Magma

Exceptuando el núcleo externo, todas las capas internas de la Tierra se encuentran en estado sólido; así, la fusión de las rocas y, por tanto, la formación del magma es un fenómeno no común en las capas externas de la Tierra y debe contar con una serie de factores:

• Temperatura: se requieren altas temperaturas para fundir la roca, aunque este no es un factor suficiente. Si así fuera, gran parte del interior terrestre estaría fundido.
• Presión: a mayor presión, mayor temperatura se precisa para fundir los minerales. La presión reordena los átomos en estructuras más densas y compactas, que necesitan más energía para separarse y cambiar de estado.
• Composición: la cantidad de calor necesaria para fundir la roca depende de los minerales que la formen: en el caso de las rocas ricas en sílice se requiere, en general, menos temperatura.
• Presencia de agua: la presencia de agua disminuye la temperatura de fusión de una roca.

Las zonas donde se dan las condiciones para que se originen magmas están en el límite de la corteza y el manto, a profundidades de 30 y 200 km, ya que por encima las temperaturas suelen ser muy bajas, y por debajo, las presiones demasiado altas.