Teoría Política de Rousseau: Soberanía Popular y sus Limitaciones Democráticas

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La Teoría Política de Rousseau: Soberanía Popular y Voluntad General

Principios Fundamentales

La filosofía política de Jean-Jacques Rousseau se articula en torno a varios conceptos clave, entre los que destacan:

  1. En el conjunto de los ciudadanos reside la **soberanía popular**, que se expresa mediante la **voluntad general** de la asamblea formada por todos ellos. Se trata de una **democracia directa**, no representativa, en la que cada ciudadano posee un voto en la asamblea.
  2. Las leyes de la asamblea, de la que forman parte los ciudadanos, son expresión de la **voluntad general**. La voluntad general no es la simple suma de las voluntades particulares, sino una voluntad nueva que se dirige al interés general de todo el cuerpo social.
  3. La asamblea representa al **cuerpo político soberano**, es decir, al pueblo. Como intermediario entre el pueblo y la asamblea se sitúa el gobierno que, sin embargo, no posee autoridad ninguna frente al pueblo, en quien reside la soberanía.
  4. El ciudadano debe obedecer las leyes emanadas del poder soberano, pues solo así reinará la justicia frente al instinto y se podrá asegurar la subsistencia del cuerpo político. A diferencia de Locke, el Estado no persigue garantizar unos derechos naturales previos a su constitución, sino que la verdadera libertad solo puede alcanzarse mediante el Estado, que es quien verdaderamente otorgaría sus derechos a los ciudadanos.

Limitaciones Democráticas en el Pensamiento de Rousseau

La teoría política de Rousseau podría parecer a simple vista una teoría democrática si se tiene en cuenta su concepto de soberanía popular. Sin embargo, la filosofía de Rousseau adolece de algunos déficits de gran envergadura que impiden considerarla, con rigor, verdaderamente democrática. Son los siguientes:

  1. La primacía absoluta de la ley como expresión de la voluntad general conduce, de hecho, a un **absolutismo de la mayoría**. La asamblea no posee ningún límite ni ningún control, pues al ser depositaria de la soberanía popular no conoce instancia más elevada. No se admitirá la división de poderes, como sí propugnaron Locke y Montesquieu, como medio de autolimitación del poder político. Por ese motivo, John Stuart Mill entendió que se debía limitar el poder de la mayoría con el fin de respetar la libertad de los individuos y los derechos de la minoría.
  2. No se reconocen los **derechos naturales del hombre** como límite a la actuación estatal. El ciudadano queda expuesto e indefenso frente a las posibles injusticias que esta pudiera cometer. La teoría política de Rousseau conduce a la **dictadura de la asamblea**.
  3. Como consecuencia de lo anterior, Rousseau no es demasiado respetuoso con uno de los derechos naturales como es la **libertad religiosa**. Aunque en el *Emilio* defiende una religión natural que no debe imponerse, en el *Contrato social* admite una profesión de fe civil cuyos principios correspondería establecer al soberano como sentimientos de sociabilidad sin los cuales sería imposible considerar a alguien buen ciudadano.

Conclusión: Riesgo de Totalitarismo

Según Rousseau, aquel que no observara esa religión civil debería ser desterrado por insociable. Estaríamos, en último término, ante un **sistema totalitario**.

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