Teoría de las Ideas y Cosmología de Platón

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La teoría de las Ideas en la madurez

En los diálogos de madurez, la teoría de las Ideas experimentó una transformación fundamental.

Los objetos inteligibles son esencias, aquello por lo que una cosa es lo que es. Las esencias inteligibles existen separadas de las cosas particulares. Poseen existencia real e independiente. Las Ideas son el auténtico objeto del pensamiento. A partir de este conocimiento, los seres sensibles pueden ser captados por el entendimiento y reciben su denominación. La teoría implica una duplicación del mundo. Por un lado, estaría el mundo visible de las cosas particulares (fugaz y dominado por el cambio continuo) y, por el otro, el mundo inteligible de las Ideas (es el verdaderamente real). Cada Idea es única, eterna e inmutable, y las cosas particulares son múltiples, temporales y mudables. Las Ideas solo pueden ser conocidas por medio de la inteligencia. Las cosas particulares "participan de" o "imitan al" objeto inteligible correspondiente. Las esencias inteligibles están "presentes" en las cosas particulares y son modelo de las cosas sensibles. Primero tuvo una intención política (los gobernantes han de ser filósofos que se guíen por las Ideas). Luego, se le añadió una intención científica (el objeto de la ciencia solo pueden ser las Ideas).

Revisión crítica de la teoría de las Ideas

La principal dificultad es que es una doctrina dualista, pues afirma que existen dos mundos separados, aunque también puede considerarse una doctrina pluralista, ya que admite la existencia de una multiplicidad de Ideas y cosas. Los principales problemas son:

  • ¿Qué clase de Ideas hay? En los primeros diálogos, hay referencia a Ideas de conceptos morales; en la segunda etapa, se añaden conceptos estéticos, matemáticos y de relaciones, y en la etapa crítica se plantea el problema de si existen ideas de cosas.
  • ¿Qué relación hay entre las Ideas y las cosas? La afirmación de que cada Idea es participada por las cosas puede llevar a pensar que las Ideas pierden su unidad y no existen en un mundo aparte. En cuanto al concepto de imitación, parece implicar una semejanza mutua entre Ideas y cosas, lo que conduciría a admitir la existencia de Ideas de esa semejanza.
  • ¿Existe alguna jerarquía entre las Ideas? Idea de bien, ideas de conceptos morales, de objetos físicos y de entes matemáticos.

Para mantener su teoría de las Ideas, Platón se valió de las siguientes razones:

  • El mundo de las Ideas es fundamento del mundo sensible.
  • Las propiedades de las cosas sensibles se manifiestan de forma limitada.
  • La ciencia trata sobre lo inmutable y lo universal. No puedo conocer este mundo de manera científica.
  • No se puede conocer intelectualmente lo singular si no lo referimos a lo universal. El conocimiento de los universales es anterior al conocimiento de los singulares.

La Cosmología

Para explicar su doctrina sobre el cosmos, Platón distinguió una vez más entre dos mundos. Los elementos que intervienen en la doctrina cosmológica son:

  • Un artífice divino llamado demiurgo como causa activa e inteligente del cosmos.
  • El modelo eterno constituido por las Ideas.
  • Una masa material eterna dotada de movimientos caóticos.
  • Un espacio vacío preexistente.

El trabajo del demiurgo consiste en ordenar la materia dentro del espacio, de acuerdo con el modelo eterno que son las Ideas y siempre guiado por un fin.

El cosmos, para Platón, es la figura más perfecta: la esfera. El movimiento del conjunto está basado en armonías musicales y en proporciones numéricas.

La doctrina sobre el alma

Para Platón, el ser humano es un compuesto de dos elementos heterogéneos, unidos de manera accidental: alma y cuerpo (concepción dualista). El alma tiene prioridad absoluta sobre el cuerpo, lo que lleva a afirmar que el ser humano es su alma. El alma es inmortal, pues existía antes del cuerpo y existirá también después, lo que implica que la unión con el cuerpo no es el estado esencial del alma, sino un estado transitorio, accidental.

El lugar propio del alma es el mundo de las Ideas, y mientras permanece unida al cuerpo, su tarea fundamental es la de purificarse de las necesidades y exigencias del cuerpo, que se imponen tiránicamente a la vocación contemplativa del alma.

Así, la función del alma no es solo controlar las exigencias del cuerpo, sino también las propias tendencias inferiores del alma. Está dividida en tres partes:

  • Alma racional: es inmortal, inteligente, tiene naturaleza divina y está situada en el cerebro.
  • Alma irascible: es mortal, fuente de pasiones nobles, inseparable del cuerpo y está situada en el tórax.
  • Alma apetitiva: es mortal, fuente de pasiones innobles y está situada en el abdomen.

Platón mantuvo que el cuerpo humano es un estorbo para el alma, la arrastra con sus pasiones y le impide la contemplación directa de las Ideas. Así, lo mejor que puede ocurrir al filósofo es morir; la filosofía es una preparación para la muerte. Platón aceptó la doctrina pitagórica de la reencarnación del alma. Una vez liberada de la rueda de reencarnaciones, el alma volverá a ascender de modo definitivo al mundo de las Ideas.

La teoría del conocimiento

El logro del conocimiento de las Ideas depende de tres aspectos esenciales:

  • Las cosas imitan o participan de las Ideas.
  • El alma es una realidad intermedia entre los seres sensibles y las Ideas.
  • Las Ideas están en comunicación entre sí.

El primer intento que hace Platón de conjugar esos tres factores se conoce con el nombre de teoría de la anamnesis o reminiscencia. El tema aparece por primera vez en Menón, donde el diálogo es una búsqueda de la definición de virtud, carácter común a todos los actos virtuosos. Se trata de buscar lo que ya conocíamos, pero hemos olvidado. Conocer es recordar.

Cuando Platón refirió la doctrina de la anamnesis a la teoría de las Ideas, introdujo dos precisiones importantes:

  • Es necesario que el alma haya conocido las Ideas en una existencia anterior y separada del cuerpo.
  • El conocimiento sensible debe servir de ocasión para el recuerdo del previo conocimiento de las Ideas.

Al final de la República, encontramos lo que Platón entenderá como dialéctica. Allí se describen los distintos grados de conocimiento en relación con los distintos grados de ser. Utilizó un esquema geométrico conocido como símil de la línea, que distingue dos formas generales de conocimiento:

  • La opinión (doxa): está integrada por la imaginación, grado inferior del conocimiento que se ocupa de las imágenes de los seres sensibles, y por la creencia, que se ocupa de los seres sensibles propiamente dichos.
  • La ciencia (episteme): se subdivide en la dianoia, razón discursiva del matemático, y la noesis, inteligencia propia del dialectico que conduce al verdadero conocimiento de las Ideas.

Para Platón, el conocimiento discursivo parte de hipótesis y se dirige a la obtención de conclusiones (movimiento descendente), y la dialéctica inicia su camino en esas mismas hipótesis, pero se orienta a la consecución de principios no supuestos (movimiento ascendente). La dialéctica supone que el mundo de las Ideas se encuentra jerarquizado y que la idea suprema es el principio cuyo conocimiento hace verdaderamente inteligibles las demás Ideas.

Ética y política

Platón tuvo la pretensión de dedicarse a la vida política en su juventud, pero su vocación se vio truncada por la injusta condena y ejecución de su maestro, Sócrates. Para Platón, solo se puede practicar una política justa si se mejoran los hábitos éticos (virtudes).

Significados y formas de la virtud en Platón

Su pensamiento se centró en la justicia, a la que calificó de principal virtud política. La justicia no se puede enseñar porque, además del saber, existe otro modo de conocimiento: la opinión. Era necesario buscar una definición precisa de virtud (areté):

  • La virtud como sabiduría, que es el conocimiento del Bien en sí, propio del filósofo que posee el conocimiento de lo inteligible.
  • La virtud como armonía entre las partes que integran el alma. La justicia es concebida como una virtud general que se alcanza cuando las tres partes del alma logran la perfección que les es propia a cada una de ellas.

Las modalidades particulares de la virtud coinciden con las formas de perfección que corresponden a cada una de las partes del alma. Hay cuatro virtudes cardinales:

  • La prudencia, que capacita para elegir en cada caso la acción más adecuada. Se relaciona con la razón o parte racional del alma.
  • La fortaleza o valor, que permite acometer acciones difíciles y soportar lo penoso. Se relaciona con el ánimo o parte irascible del alma.
  • La templanza o moderación, que regula la tendencia hacia el placer sensible. Se relaciona con los deseos o apetitos.
  • La justicia, que es la armonía de las partes del alma, la cual equivale a que cada parte del alma tiene la virtud que le es propia.

Principios de la teoría de Platón

La justicia se define como la armonía que se logra cuando se organizan u ordenan las distintas partes integrantes del individuo y del Estado. En un Estado, hay tres necesidades que cubrir (económicas, de defensa y de gobierno), y cada una de ellas será atendida por un tipo diferente de individuos:

  • Productores: deben dedicarse a cubrir las necesidades inmediatas, a proporcionar las herramientas necesarias y a facilitar el intercambio.
  • Guardianes: deben defender al Estado tanto de los desórdenes internos como de las agresiones externas.
  • Gobernantes: escogidos entre los mejores militares.

La teoría política de Platón gira en torno a:

  • La correlación entre el alma y el Estado, que obedece a una influencia mutua entre la estructura individual del alma y la general del Estado.
  • El principio de especialización funcional, que formula la necesidad de que cada individuo y cada grupo social realice aquella función para la que está mejor preparado.

Platón aplica las cuatro virtudes morales principales al Estado. La prudencia se asigna a los gobernantes, la valentía a los guardianes, la moderación ha de estar presente en las tres clases de individuos, y la justicia consistirá en el perfecto funcionamiento del principio de especialización funcional.

Educación y forma de vida en la ciudad ideal

El objetivo principal de la educación es desarrollar y potenciar las capacidades naturales que cada uno posee y debe estar en manos del Estado. Su sistema educativo distingue dos etapas:

  • Desde la infancia hasta los veinte años: a los futuros militares se les instruye en gimnasia y en arte.
  • Desde los veinte a los treinta y cinco años: aquí acceden los mejores militares, que serán formados en filosofía.

El sistema de gobierno que Platón juzga como adecuado para su Estado ideal es el de una monarquía o una aristocracia absoluta. El poder del gobernante viene limitado por su saber, que le orienta en su acción de gobierno, por lo que las leyes son innecesarias. La misión del gobernante consiste en llevar a su Estado hacia el Estado ideal. Defiende una especie de comunismo restringido a los guardianes y gobernantes.

El mito de la caverna

El interior de la caverna corresponde al mundo sensible, y el exterior al mundo de las Ideas. La visión en el interior de la caverna corresponde a la opinión, y en el exterior a la ciencia.

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