Teoría de la evolución de Charles Darwin: conceptos clave y críticas

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¿En qué consiste la teoría de la evolución de Charles Darwin?

Las dos afirmaciones más importantes de esta teoría son:

  • Suponer un parentesco real entre todas las formas de seres vivos que han existido y que existen; todos derivamos de un mismo origen. Propone la hipótesis de una evolución continuada.
  • En la lucha por la vida sobreviven los individuos mejor adaptados a las condiciones del medio, los más fuertes. Estos individuos son los que están en mejores condiciones de producir una descendencia. Esta es la teoría de la selección natural. La adquisición de pequeñas variaciones y su conservación por medio de la herencia producen el paso de unas especies a otras. La idea de selección natural se enfrentaba al creacionismo tradicional de origen religioso, según el cual las especies han sido creadas por Dios y no evolucionan.

¿Con qué problemas se encuentra el evolucionismo de Darwin?

La teoría de Darwin ofrecía una explicación científica completa y sistemática de todas las transformaciones biológicas. Pero la evolución de los seres vivos no siempre ha sido progresiva, a veces se han dado rupturas y saltos bruscos. El estudio de los fósiles ha demostrado, contra este modelo, que, a partir de saltos bruscos, se iniciaron ramas evolutivas divergentes de seres vivos que siguieron trayectorias que coexistieron durante un tiempo de forma paralela. No siempre las especies más diferenciadas proceden de especies inferiores, también hay retrocesos. No se puede hablar de que la evolución indique una tendencia lineal de perfeccionamiento. El ser humano actual procede del Homo sapiens, el cual muestra una línea propia de evolución que pudo ser paralela y coexistir con otras, como por ejemplo la del neandertal, que acabaron extinguiéndose.

¿Cómo se diferencian la “hominización” y la “humanización” y qué cambios fundamentales las caracterizan?

La hominización es el conjunto de factores biológicos, fisiológicos y naturales en general que permitieron la aparición de la especie humana actual. Entre los cambios fundamentales que caracterizan la hominización hay que destacar la posición erguida, el pulgar prensible y el desarrollo cerebral. La humanización es el proceso de socialización y de formación de una cultura simbólica mediante la que se desarrolló la especie humana actual. Mientras que la hominización se refiere a factores biológicos, la humanización remite a factores sociales y culturales. Sobre todo, el desarrollo de un lenguaje simbólico, la creación de símbolos y la invención de la tecnología.

¿En qué se diferencian la relación del ser humano con el medio y la del resto de los animales?

Los animales y los seres humanos no existen sino en relación con su medio vital, aunque interaccionan con el medio de manera diferente: En el caso de los animales, su forma típica y genéticamente programada de actuar mantiene una conexión fija con el medio en el que viven. En el caso de los seres humanos, en cambio, la interacción que mantienen con el medio está dirigida por la intención de ir modificándolo para ponerlo al servicio del propio plan de vida. O sea, los seres humanos no estamos programados para reaccionar automáticamente al medio y a sus estímulos. Entre los estímulos y las respuestas, el cerebro produce la reflexión y el pensamiento, la cultura.

¿Cómo se explica la aparición de la mente en el ser humano?

El estudio científico del ser humano concluyó que la mente humana no aparece de forma inexplicable y misteriosa, sino que es una propiedad que emerge en los seres humanos por factores naturales y como consecuencia de su interacción con el medio. Así, fue posible la superación de la concepción dualista tradicional del ser humano que distingue entre materia y espíritu, cuerpo y alma, razón e instinto.

¿A qué llamamos “inconsciente”, tal y como lo definió el filósofo austriaco Sigmund Freud a principios de siglo XX?

El inconsciente es la instancia de la mente humana que escapa al control del individuo. Está formado por los impulsos, los deseos, las creencias..., que no reconocemos como nuestros y que condicionan nuestra conducta y nuestra forma de pensar conscientes. El inconsciente presiona sobre nuestra conciencia e irrumpe en los momentos en los que los límites de nuestra conciencia moral están más relajados, como en los sueños o en los lapsus lingüísticos. Freud define el inconsciente como el ámbito de los impulsos primarios, que son básicamente los impulsos de autoconservación y los impulsos sexuales.

¿A qué llama Freud el “principio del placer” y el “principio de realidad”?

El principio del placer es aquel por el que se rigen los impulsos, esto es, la exigencia de satisfacción incondicional e inmediata de su necesidad, sin respetar el orden lógico ni ninguna limitación procedente de la realidad, de la sociedad ni de la conciencia. El principio de realidad es impuesto por la sociedad, que exige a cada individuo el sacrificio de sus impulsos. Este principio expresa la tarea esencial para todo ser humano de renunciar a la cadena continua de deseo-satisfacción, lo cual produce dolor y malestar para los individuos.

Describe las tres instancias en que Freud estructura nuestra personalidad.

El ello es el inconsciente, como ámbito de los impulsos primarios, que buscan la satisfacción inmediata e incondicional. Puesto que la realidad no hace posible casi nunca esta satisfacción, esos impulsos producen fantasías, sueños o comportamientos neuróticos, a través de los que se consigue una satisfacción de tipo sustitutorio. El superyó es el conjunto de normas y prescripciones sociales y morales que hemos interiorizado durante la infancia en el proceso de nuestra educación, que son por tanto también, en parte, inconscientes. El superyó es, pues, la instancia moral que presiona sobre el yo exigiéndole el control de los impulsos del ello. El yo es la conciencia, el escenario de una lucha continua entre el ello, que trata de satisfacer sus impulsos, el superyó, que intenta limitar la expresión de esos impulsos, y la realidad, que impone sus limitaciones a la voluntad del sujeto. La función del yo en este conflicto es activar el juicio y la decisión voluntaria, actúa como árbitro consciente y racional en esta lucha. Cuando no es capaz, el conflicto no se resuelve y entonces interviene la "represión". Para actuar en esta situación, el yo ha de fortalecerse ampliando su formación y su cultura, como dice Freud: "El principal objetivo del psicoanálisis es ampliar y reforzar el ámbito del yo a costa del ello y del superyó".

¿Cómo han contribuido a eliminar el sentimiento de superioridad del ser humano la revolución copernicana en astronomía, la teoría de la evolución de Darwin y la teoría del psicoanálisis de Freud?

Porque gracias a la revolución copernicana en astronomía, la Tierra dejó de ser considerada el centro del universo y pasó a ser vista como un planeta más que gira alrededor de un sol; gracias a la teoría de la evolución de Darwin, el ser humano dejó de ser considerado el ser dominante, dueño de la naturaleza, sino que es un ser más, producto de una serie de mutaciones que ha habitado la Tierra solamente durante una etapa de la existencia del planeta; y gracias a la teoría del psicoanálisis de Freud, el ser humano dejó de ser considerado dueño de sí mismo, sino que está sometido a unos impulsos inconscientes que solo puede controlar en pequeña medida.

¿Cómo se entiende el “yo” en la filosofía racionalista, en la empirista y en Kant?

El filósofo racionalista Descartes en la Edad Moderna concibió el "yo" como una sustancia pensante y, por tanto, autónoma y permanente. Esta concepción del "yo" pronto fue criticada en la filosofía empirista, en concreto por Locke y por Hume. Según ellos, el yo no es más que la conciencia pasajera de un conjunto de sensaciones. Kant trató de resolver esta polémica mediante la distinción entre un yo empírico y un yo inteligible ("nouménico"), definido como aquel cuya existencia deduce la razón práctica como condición y como exigencia para el ejercicio de la libertad y de la moral en general.

¿Qué significa “persona”?

"Persona" significa, en el origen de la palabra, máscara, personaje, papel que interpretaba un individuo en la sociedad. El concepto de persona tiene actualmente un sentido moral y jurídico, pues con él nos referimos también a un sujeto que goza de derechos y de deberes en igualdad con otros individuos.

Expón la diferencia entre voluntad, inteligencia y deseo.

La inteligencia es el conjunto de las capacidades superiores del ser humano que le permiten resolver problemas y adaptarse al medio. En la actualidad se le otorga un sentido más bien psicológico y se la distingue del entendimiento, que es la capacidad de pensar. En la psicología se distinguen varios tipos de inteligencia: una de ellas es la inteligencia emocional, formulada por Goleman.

El deseo es la aspiración a satisfacer algo que nos falta. Nunca se satisface completamente, porque cuando deseamos algo y lo conseguimos enseguida deseamos otra cosa.

La voluntad consiste en la facultad humana de decisión. No siempre está necesariamente vinculada a la inteligencia y al pensamiento, como demuestran los muchos actos contrarios a la inteligencia y a la razón que cometemos voluntariamente. Tampoco se puede confundir la voluntad con el deseo, porque podemos querer algo que no deseemos hacer, pero que sabemos que tenemos que hacer.

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