La Teoría del Conocimiento de David Hume: Empirismo, Causalidad y Moral

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Teoría del Conocimiento

4.1. Elementos del Conocimiento

La idea es el objeto inmediato de nuestro conocimiento, constituye representaciones de la realidad. Para Hume, no todos los contenidos de nuestro conocimiento son ideas. Los elementos del pensamiento son las percepciones, y estas se dividen en impresiones (percepciones inmediatas de la experiencia) e ideas (imágenes de las impresiones, son más débiles). Ambas se dividen en simples (no admiten distinción ni separación) y complejas (pueden dividirse en partes). Toda idea simple se deriva de la impresión simple; sin embargo, no todas las ideas complejas provienen de las impresiones complejas. Las facultades que permiten que las impresiones reaparezcan en la mente son: memoria e imaginación.

Mecanismos de Asociación de Ideas:

  • Semejanza
  • Contigüidad
  • Causalidad

Hume divide las impresiones en dos clases: de sensación (surgen en el alma de causas desconocidas) y de reflexión (se derivan de nuestras ideas). El límite de nuestro conocimiento es nuestra impresión.

4.2. Tipos de Conocimiento

Cuestiones de Hechos:

Modo de conocimiento que se refiere a hechos y basa su verdad en la experiencia. Son argumentos probables.

Relaciones entre Ideas:

Modo de conocimiento que no se refiere a la verdad, son verdades que pueden descubrirse por el pensamiento. Puede obtenerse un conocimiento adicional al relacionar estas ideas entre sí. Este conocimiento es independiente de los hechos y son argumentos demostrativos.

4.3. Crítica a la Noción de Causalidad

La experiencia es el criterio para comprobar la veracidad de cualquier cuestión. Nuestro conocimiento está limitado a: los hechos de los que ahora mismo estoy recibiendo impresiones y a las ideas que provienen de impresiones pasadas. Nuestra certeza en el futuro proviene de la inferencia causal. Hume examina la posibilidad de si se trata de una relación de ideas: por una parte, por mucho que analicemos la causa y el efecto, no se llega desde el uno al otro; por otra parte, negando esta relación no encontramos contradicción. Por lo tanto, la relación entre causalidad no es una relación entre ideas.

La primera relación que menciona Hume es la contigüidad (la causa y el efecto son contiguos); la segunda, la prioridad temporal (la causa es anterior al efecto). Un objeto puede ser contiguo y anterior, pero no ser su causa. La relación que liga la causa y el efecto es la conexión necesaria. Otra relación es la conjunción constante: se llama a uno causa y a otro efecto, e inferimos la existencia de uno a partir de la existencia del otro. La costumbre es el principio que fundamenta el conocimiento de los hechos futuros, pasando de ser subjetivo a irracional.

4.4. Los Límites de la Inferencia Causal

La existencia de realidades distintas de las impresiones o ideas (mundo, Dios, yo). La inferencia causal solo es admisible entre impresiones; no podemos pasar de una impresión a algo de lo que nunca hemos tenido impresión:

a) La Realidad Exterior: El Mundo

Su existencia se justifica debido a una inferencia causal. Esta inferencia va de las impresiones a una realidad de la que no tenemos experiencia. No existe ninguna impresión de sustancia que nos lleve a elaborar la idea de sustancia.

b) La Existencia de Dios

La idea de Dios no va de una impresión a otra.

c) El Yo y la Identidad Personal

Para Hume, no tenemos ninguna impresión de un "yo" como sustancia distinta de las impresiones e ideas. Esto es debido a la memoria.

Fenomenismo y Escepticismo

No es posible encontrar una explicación racional del origen de las impresiones, ni un fundamento real de la conexión de las percepciones. La realidad queda reducida a meros fenómenos: lo que se nos aparece, lo que se nos muestra. El fenomenismo lleva a Hume al escepticismo; en la práctica, es imposible sostener un escepticismo completo.

El Emotivismo Moral

Una vez que Hume ha aplicado su psicología empirista a la epistemología, pasa a aplicarla a la moral. Quiere saber, desde un punto de vista empírico, cuál es el fundamento de las normas y valores morales. Tras someter estos al criterio de la experiencia, concluye que la base de la moral no es la razón, sino una clase de impresiones (pasiones, emociones y sentimientos). Por esto, su doctrina se conoce como emotivismo moral.

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