Los Temas Clave de la Generación del 98: España y la Existencia

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Los dos asuntos que más inquietaron a los autores de la Generación del 98 fueron España y el tema existencial. El tema de España, desde perspectivas diversas, se aborda como consecuencia del individualismo y el subjetivismo. Todos buscan una imagen de España diferente a la de la tradición. Se centran en el descubrimiento del alma de España y lo hacen mediante:

  • El paisaje de Castilla: espíritu austero y sobrio del hombre castellano.
  • Visión subjetiva e idealista.
  • La historia del hombre anónimo: la de pequeños hechos que Unamuno llamó intrahistoria.
  • La literatura, volviendo a los clásicos medievales, con especial interés por Cervantes y El Quijote.

El Tema Existencial

El tema existencial está compuesto por asuntos diversos como la preocupación por el sentido de la vida, el papel de la religión en la sociedad y en la vida individual, las dudas existenciales más allá y los conflictos psicológicos y morales del ser humano.

Estilo Narrativo de la Generación del 98

La técnica estilística se vio afectada por un carácter reformador. Las características incluyen:

  • Rechazo a la expresión retórica.
  • Proclamación de la necesidad de un retorno a la sencillez y claridad sin perder fuerza expresiva.
  • Estilo personal diferente al de otros autores, con empeño en expresar las emociones que la realidad provoca en el autor.
  • Tendencia a la precisión léxica, impregnando el léxico de valoraciones subjetivas que desvelan sentimientos íntimos.
  • Preferencia por oraciones breves y párrafos cortos.

Novelistas del 98

Unamuno

Unamuno es el más peculiar del 98, con un carácter crítico e independiente. En sus temas, refleja inquietud y angustias, y su producción literaria tiene un contenido filosófico. En su novela, proyecta inquietudes personales. Toda su obra se basa en la preocupación por España y la existencia y muerte. Estos temas aparecen en sus primeras novelas, pero es Niebla la que refleja mejor las características temáticas y formales de sus novelas. Otro tema es la angustia de la existencia humana, que muestra en San Manuel Bueno, mártir.

Azorín

Azorín es minucioso en el detalle, ya que pretende que sus novelas sean un reflejo delicado y lírico de lo esencial de la realidad. Desarrolla una técnica descriptiva sutil en la que prima la sencillez en la brevedad de las frases y la claridad. Su preocupación por el tiempo que pasa se refleja en títulos como La voluntad, Antonio Azorín y Confesiones de un pequeño filósofo. Sus obras se acercan más al ensayo que a la novela, ya que son descripciones.

Pío Baroja

Su carácter huraño e independiente se refleja en sus obras. El tema principal es la protesta contra la sociedad. Baroja manifiesta una actitud crítica y sincera de su idea, aunque muestra compasión por lo marginal. Encuentra como única salida la acción. La división de su novela se presenta en dos grupos: la de pensamiento, que expresa escepticismo por los aspectos religiosos y éticos del hombre, destacando El árbol de la ciencia, y las novelas de acción, donde el cúmulo de sucesos y episodios constituyen el argumento central, como en Zalacaín el aventurero. Sus novelas se basan en la espontaneidad y en el antirretoricismo. En su estilo predominan párrafos cortos, léxico claro y sencillo, con personajes descritos de manera rápida pero expresiva, reflejando las imperfecciones del autor.

Valle-Inclán

Valle-Inclán es conocido por sus Sonatas de invierno, estío, primavera y otoño.

El Ensayo en la Generación del 98

Los temas del ensayo incluyen problemas de España y el sentido de la vida. En el tema de España, se busca un cambio en la consideración del espíritu y del carácter español que se aleje de los tópicos. En el tema de la existencia, dirigen sus pensamientos desde perspectivas variadas como la religión, la ética y la filosofía. El más importante es Unamuno, cuyo ensayo constituye una verdadera confesión de su intimidad, su personalidad compleja y llena de permanentes contradicciones. Los dos grandes núcleos temáticos son el sentido de la vida y la preocupación por España, centrándose en el intento de europeizar España y estructurando la idea de españolizar Europa.

Su obra, en torno al casticismo, expresa su honda preocupación por España y se opone a la vida cotidiana del pueblo. También son importantes las vidas de Don Quijote y Sancho, saltando la figura del personaje cervantino. Los rasgos característicos de sus ensayos son:

  • Una estructura de diálogo mediante pregunta y respuesta.
  • Presencia de metáforas, parábolas y paradojas.
  • Utilización de admiraciones.
  • Búsqueda del lenguaje precioso y antirretórico.

Azorín, en obras como Los pueblos, La ruta de Don Quijote, Castilla y Al margen de los clásicos, manifiesta su estilo personal caracterizado por la sencillez y la precisión, junto con el empleo de frases breves y de una gran riqueza léxica. Sus tres temas fundamentales son el tiempo, el paisaje de España y la literatura.

Pío Baroja criticó la crueldad, la estupidez y la maldad de la sociedad del momento. De carácter ensayístico, su libro Juventud, Egolatría y Desde la última vuelta del camino incluye ensayos, biografías y diferentes artículos periodísticos.

A.M. sobresale como ensayista con su obra Juan de Mariana, donde expone sus ideas estéticas, religiosas y filosóficas.

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