Técnicas de intervención en AVD

Selección de las técnicas de intervención en AVD:

Preparación: antes de empezar, es necesario establecer una relación terapéutica positiva para conseguir la máxima implicación en el proceso. Su objetivo es que la persona conozca la importancia de las conductas que se quieren implantar y que tome conciencia de que las soluciones que se le plantean son beneficiosas porque mejoran su autonomía y desarrollo personal.

Instrucciones: se debe fijar lo que se va a entrenar, para ello se darán indicadores verbales para que la persona usuaria las lleve a cabo

Modelado: al mismo tiempo o poco después de dar las instrucciones, el profesional actuará como modelo y ejecutará todo el proceso de forma correcta.

Encadenamiento: se descompone el proceso completo en tareas más sencillas para que la persona aprenda a ejecutarlas por separado, con el fin de proceder después al encadenamiento de toda la conducta.

Role playing: la persona usuaria representa la conducta deseada siguiendo las instrucciones de las fases precedentes.

Moldeado: se va corrigiendo y moldeando las acciones de la persona usuaria para que se aproximen de forma precisa a la conducta deseada

Automatización y consolidación: a través de la repetición de la conducta se pretende que la persona usuaria pueda llevarla a cabo sin ningún tipo de instrucción o supervisión, el hábito estará consolidado cuando haya adquirido la competencia y realice las pautas necesarias cada vez que se requiera.

Tareas para la casa: para que la persona usuaria aplique los aprendizajes en otros contextos y situaciones reales, conviene, por un lado, especificarle qué tareas debe realizar y por otro que las registre, así como las dudas y dificultades que surjan.

Seguimiento: una vez finalizado el programa, es aconsejable establecer un periodo de tiempo y frecuencia para ir comprobando que la persona continúa ejecutando la conducta aprendida.

Contrato conductual: se puede formalizar las condiciones para reforzar las obligaciones a las que se compromete cada parte: la persona usuaria/ familia y el servicio a los profesionales.

Las técnicas anteriores se deben implementar con:

Refuerzo: con el fin de que la persona mantenga la motivación y vea recompensado sus esfuerzos.

Retroalimentación: de manera simultánea a la realización de la conducta o después, se debe de proporcionar un feedback para que la persona sea consciente de sus dificultades y potencialidades.

Orientación y entrenamiento familiar