El Teatro en la Sociedad Barroca Española del Siglo XVII

La España del siglo XVII encontró en el teatro un espectáculo de gran relevancia social. Tanto en España como en Inglaterra, el teatro popular se desarrolló como un espectáculo para entretener y divertir a una audiencia diversa. En este contexto, el teatro adquirió características de negocio, siendo las cofradías de beneficencia quienes sufragaban los gastos de los hospitales a través de las representaciones.

Los Corrales de Comedias

Comenzaron a establecerse lugares de representación fijos conocidos como corrales de comedias. Estos eran amplios patios de vecindad habilitados para tal fin, aprovechando ventanas, balcones y otros espacios.

Frente a la puerta de entrada se encontraba el tablado que servía de escenario. Detrás de este, se ubicaban los vestuarios y los corredores utilizados para las tramoyas y los escotillones, por donde ascendían y descendían los actores.

En el patio se disponían bancos de madera y gradas laterales, ocupadas por hombres. En la parte posterior del patio, los hombres se mantenían de pie. En los pisos superiores, sobre la puerta de entrada, se encontraba la cazuela, destinada a las mujeres, quienes se sentaban en gradas. El piso principal albergaba aposentos para las autoridades, mientras que en las fachadas laterales se encontraban aposentos alquilados por nobles y familias adineradas, donde hombres y mujeres se ubicaban juntos. Para acceder al corral de comedias, era obligatorio pagar dos entradas: una para las compañías teatrales y otra para las cofradías.

Organización y Desarrollo de las Representaciones

La temporada teatral transcurría generalmente desde Pascua hasta Carnaval. Las representaciones tenían lugar por las tardes para aprovechar la luz del día. Eran extensas y prácticamente ininterrumpidas, ya que en los intermedios se ofrecían entremeses y bailes para amenizar al público.

Compañías de Actores

Inicialmente, las compañías de actores estaban compuestas únicamente por hombres, quienes también interpretaban los papeles femeninos. Sin embargo, a finales del siglo XVI, se permitió la actuación de mujeres, un hecho peculiar del teatro español, ya que en el teatro inglés estaba prohibido.

Existían dos tipos de compañías: las "compañías de título o compañías reales", que actuaban en grandes ciudades y tenían el privilegio de representar ante el rey, y los "cómicos de la legua", grupos de actores con autorización para actuar a más de una legua de las grandes ciudades.

Otras Modalidades Teatrales

Teatro Cortesano

Además del teatro de los corrales de comedias, destacaba el teatro cortesano, que se representaba en los palacios de la nobleza o en el del rey. A estas representaciones, sufragadas por el rey, asistían invitados sin necesidad de pagar.

Auto Sacramental

Otra modalidad teatral era el auto sacramental, un acto con personajes alegóricos que desarrollaba un tema religioso con intención didáctica y que concluía con la exaltación de la Eucaristía. Se representaba en plazas públicas con ocasión de la festividad del Corpus Christi. La asistencia era libre y el escenario consistía en carros, inicialmente rudimentarios, pero que con el tiempo se volvieron más sofisticados.

Difusión de las Obras Teatrales

La difusión de los numerosos textos teatrales se realizaba por dos vías: la oral, a través de las representaciones, y la escrita. Los ingresos de los dramaturgos provenían principalmente de la venta de las comedias a las compañías y no de su impresión.

Entre los procedimientos de difusión escrita se encontraban las copias manuscritas, las sueltas (comedias que se imprimían individualmente) y las partes de comedias (colecciones de doce comedias de un mismo autor o de varios).

Era frecuente la aparición de ediciones piratas realizadas por los "memorillas", individuos que se dedicaban a memorizar las obras en el teatro para luego dictárselas a los libreros, quienes las imprimían.