Teatro de posguerra en España: humor, crítica social y experimentación

El teatro de posguerra en España se vio marcado por la censura del franquismo, que ejerció un severo control sobre el contenido. En la década de 1940, el teatro de evasión y enredo, conocido como alta comedia, tuvo éxito, desarrollando temas burgueses. Surgieron dos tendencias: el teatro humorístico y el teatro social. En la década de 1960, apareció el teatro experimental. Con la llegada de la democracia, desapareció la censura y entraron novedades extranjeras.

Teatro humorístico

Una nueva corriente de humor intelectual fundó su eficacia cómica en la ruptura de las convenciones realistas. Autores destacados incluyen a Enrique Jardiel Poncela, quien concibió un teatro de lo inverosímil, y Miguel Mihura, quien creó una nueva manera de abordar el humor, combinando el absurdo y la reflexión existencial.

Teatro social

A finales de la década de 1940, surgió una corriente teatral realista que reaccionó frente a la banalidad dominante, denunciando la injusticia, las desigualdades y la falta de autenticidad de la sociedad. El iniciador y representante principal fue Antonio Buero Vallejo, conocido por su estilo sobrio y su capacidad para eliminar la distancia entre el escenario y los espectadores.

Teatro experimental

En la década de 1960, surgió una corriente que se propuso subvertir el concepto tradicional de teatro, alejándose de las convenciones realistas dominantes. Autores como José Ruibal y Fernando Arrabal se convirtieron en claros exponentes de esta corriente.

Teatro independiente

Desde finales de los 60, surgieron distintos grupos teatrales que abordaron nuevos temas y formas de representación en las llamadas salas alternativas. Destacan Els Joglars, Els Comediants y La Fura dels Baus.

Textos argumentativos

Los textos argumentativos son aquellos en los que se defiende una idea aportando razones que la justifiquen. Tienen como intención comunicativa transmitir información sobre un tema, convencer al destinatario para que adopte un determinado punto de vista y expresar la opinión del emisor.

Contenido

Los textos argumentativos tienen tres elementos: tema u objeto sobre el que se argumenta, tesis u opinión que el argumentador defiende respecto al tema, y argumentos o razones que aporta el argumentador en apoyo de su opinión.

Clases de argumentos

Existen argumentos de apoyo y contraargumentos, así como argumentos racionales y emotivos. También se pueden clasificar según su contenido, basándose en tópicos o valores mayoritariamente aceptados.

Rasgos lingüísticos

Los textos argumentativos incluyen apelaciones al receptor, valoraciones subjetivas del emisor, uso del léxico con significado connotativo, ejemplos y comparaciones, y marcadores textuales que expresan causa, consecuencia o contraposición.