Teatro y Poesía Española de la Primera Mitad del Siglo XX
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Español
Escrito el en español con un tamaño de 12,79 KB
Poesía de los años 40
Poesía arraigada
Tipo de poesía cultivada por un grupo de poetas que se quedaron en España tras la Guerra Civil. Se trata de una poesía de carácter formalista, en la cual predominan las notas de evasión e irrealidad. Este grupo es conocido como Generación poética del 36 y giró en torno a las revistas literarias Garcilaso y Escorial. En su creación poética se aprecia la visión del mundo como algo coherente y ordenado, en torno a una serie de realidades inmutables: el amor a la novia o a la esposa, la familia, una religiosidad apoyada en un Dios cercano y comprensivo, y una visión exaltada de España, la que se identifica con el imperio, en la línea del falangismo en el que militaron algunos de estos poetas (Luis Rosales). Efectivamente, estos poetas se olvidan de su realidad inmediata (la crueldad de la guerra) y se refugian en un mundo poético en el que, como en la lírica de Garcilaso, se acentúan las notas de musicalidad y colorido, así como el predominio de las formas clásicas como el soneto, la rima consonante, la sonoridad y el buen gusto estético y un lenguaje dotado de adjetivación abundante y metáforas inspiradas en la naturaleza.
Los objetivos de estos poetas son:
- Que la palabra poética sea capaz de expresar por sí misma los diferentes estados de ánimo por los que pasa el poeta: la angustia, la soledad, el miedo.
- Que la lengua utilizada, además de expresar unos contenidos concretos, sea capaz de conseguir unos determinados efectos plásticos y musicales, acordes con el carácter del poema.
- Que el léxico seleccionado responda al tono intimista y al carácter metafísico de los contenidos que expresan: de ahí que tengan especial valor connotativo términos como sueño...
Poetas destacados: Leopoldo Panero (La estancia vacía), Luis Rosales (La casa encendida), José García Nieto.
Poesía desarraigada
La publicación del libro de Dámaso Alonso Hijos de la ira (1944) supone una ruptura con la corriente poética "oficialista" anterior. El libro muestra una fuerte innovación temática y técnica respecto de la tendencia poética dominante de los "garcilasistas". Desde el punto de vista temático, presenta la angustia del hombre que sufre las consecuencias de la guerra; desde el punto de vista formal, incorpora un lenguaje más coloquial y más directo, muy lejano del tono simbolista de los "garcilasistas". Por otra parte, en el año 1944 se publica la revista Espadaña, fundada entre otros por los poetas Victoriano Crémer y Eugenio de Nora. Esta revista pretende reflejar en sus páginas un tipo de poesía comprometida, que exprese el desconsuelo del hombre contemporáneo.
El Teatro de principios del siglo XX
Definición, autores y obras más representativas
En el primer tercio del siglo XX triunfan varios tipos de teatro: la Alta Comedia, el Teatro poético y el Teatro Cómico Costumbrista. Junto al teatro de gran éxito, se escribieron obras renovadoras que no consiguieron el favor del público, por lo que quedaron reducidas a círculos minoritarios. En el panorama general del teatro anterior a la Guerra Civil encontramos las siguientes tendencias:
A) Teatro Burgués o Alta Comedia
Se trata de un teatro dirigido especialmente a la burguesía. Trata con amabilidad problemas sociales, rurales o urbanos, acercándose en ocasiones a la farsa italiana. Se caracteriza por presentar temas de actualidad con una leve crítica y una suave ironía y que tiene una forma de expresión elegante y distinguida. Destaca sobre todo por la naturalidad de sus diálogos, totalmente alejada de los grandilocuentes y exagerados dramas de Echegaray.
El autor más representativo fue Jacinto Benavente (premio Nobel de literatura 1922). Las obras más representativas de este autor son: Los intereses creados, La comida de las fieras o La malquerida. Este subgénero teatral estaba protagonizado por personajes de clase alta y plantea conflictos típicos de esta clase social: infidelidades conyugales esporádicas, desamor, hijos juerguistas e inconscientes, hipocresía y murmuración. Este tipo de teatro nunca llega a cuestionarse el vigente ordenamiento social, a pesar de que muchas veces aparezca la ironía dentro de un estilo lingüístico hábil, agudo e inteligente.
B) Teatro Poético
Se denomina también teatro histórico-modernista o teatro en verso. Supuso la irrupción del modernismo en la escena; versos variados y de gran musicalidad, lenguaje sonoro, ambientes exóticos (la Edad Media, Hispanoamérica, la Granada musulmana), personajes de una pieza con gestos retóricos y efectistas y escenografía que trata de reproducir fielmente los ambientes históricos en los que se desarrolla la acción. Desde el punto de vista ideológico, este teatro supone una reacción contra el espíritu del 98 y su visión crítica de la historia española.
Es un teatro que intenta exaltar valores nacionales, evoca un pasado glorioso o lo peculiar de una región. Algunos autores como Eduardo Marquina o Francisco Villaespesa son autores de ideas conservadoras y miran con nostalgia el pasado imperial en obras protagonizadas por personajes históricos como el Cid o el Gran Capitán.
Como autores y obras más representativas destacan: Eduardo Marquina (Las hijas del Cid) y los hermanos Machado (La Lola se va a los puertos).
C) Teatro cómico
Es un tipo de teatro escrito como divertimento y evasión de los problemas cotidianos, aunque a veces esté teñido de una visión crítica y amarga de la realidad en la llamada tragedia grotesca (es el antecedente al esperpento de Valle-Inclán).
Es una variante de este género cómico cuyo principal exponente fue el madrileño Carlos Arniches. Este plantea con crudeza aspectos de la sociedad española ya tratados por los autores del 98: la cerrada mentalidad de provincias, el caciquismo, la inmoralidad de las clases dirigentes o la injusticia social. En esta línea destaca: La señorita de Trevélez.
Otra variante que hoy en día conserva menos interés es el astracán, subgénero cómico basado en burdos juegos de palabras, equívocos fáciles y parodia de diversos recursos teatrales. Su representante máximo fue Pedro Muñoz Seca, autor de La venganza de don Mendo, afortunada ridiculización de los dramas históricos modernistas. Este tipo de teatro era la modalidad escénica preferida por las clases populares; bajo el rótulo de Teatro Cómico se agrupaban espectáculos muy diversos; aparte de los antes mencionados se podrían incluir la zarzuela, el café-teatro o el sainete (subgénero que alcanzó con el mismo Carlos Arniches un amplio desarrollo.
Este autor recuperó la tradición de las piezas breves del Siglo de Oro o del siglo XVIII (entremeses) para presentar una galería de tipos pintorescos madrileños con sus problemas cotidianos y su forma de hablar característica. Lo mismo hicieron los hermanos sevillanos, los Álvarez Quintero.
D) Teatro del Grupo del 98
Es un teatro preocupado por lo político, lo existencial, lo religioso, lo intelectual y lo emocional, que pone en evidencia la falta de valores y que anima a la regeneración personal y social. Autores como Unamuno que trató con poca fortuna plasmar en las tablas las ideas que ya expresó en sus ensayos y novelas, con obras de extrema desnudez argumental y escenográfica, en las que los personajes se limitan a expresar las inquietudes del autor. Este teatro tuvo la gran dificultad de que el público no lo entendía.
Entre los autores de esta tendencia destaca: Miguel de Unamuno y su obra Fedra, José Martínez Ruiz "Azorín" y Lo invisible y la producción teatral de Ramón María del Valle-Inclán: Comedias Bárbaras y los Esperpentos.
E) Teatro innovador
Teatro intelectual, poco comprendido por el público de nuestro país; toma como base los grandes mitos literarios o parábolas bíblicas.
El autor más destacado es Jacinto Grau y sus obras: El hijo pródigo y El señor de Pigmalión.
F) Teatro Vanguardista
Tipo de teatro innovador, poco convencional, desconcertante y provocador que no obtuvo el gusto popular. Esta tendencia está encabezada por Ramón Gómez de la Serna y sus obras principales son: Los medios seres y Teatro en soledad.
G) Teatro del Grupo del 27
Tipo de teatro en prosa o en verso, el cual aún a lo tradicional con las vanguardias y termina preocupándose de los dramas personales y de las cuestiones sociales y políticas en los años anteriores a la Guerra Civil.
Como autores más destacados encontramos a: Pedro Salinas (La cabeza de Medusa), Rafael Alberti (El adefesio), Miguel Hernández (Teatro de guerra) y sobre todo la producción teatral de Federico García Lorca: El público, Doña Rosita la soltera, La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre y Yerma (tragedias lorquianas).
Valle-Inclán: trayectoria teatral y el esperpento
En el teatro de Valle-Inclán podemos ver la siguiente trayectoria dramática:
- Valle-Inclán se inicia en las tablas a través de una serie de poemas dramáticos de carácter modernista, en verso sonoro y ambientados en la Edad Media (Cuento de abril, Voces de gesta).
- Ciclo de Comedias Bárbaras, en las que se escenifican las brutales actividades del hidalgo don Juan Manuel Montenegro y sus violentos hijos en el marco de una Galicia rural y primitiva. Abundan hechicerías, supersticiones, sacrilegios, crueldad y muerte, rasgos que alejan estas obras del teatro que por entonces triunfaba en los escenarios (Romance de lobos).
- El ciclo de las Farsas. El autor utiliza elementos procedentes del guiñol y del teatro de marionetas pero sobre todo descubre el humor para ridiculizar, todavía de forma afable y desenfadada, comportamientos de la nobleza, matrimonios desiguales o la corte de Isabel II (Farsa y licencia de la reina castiza).
- El ciclo de los Esperpentos.
El Esperpento
Tipo de teatro que supone la deformación sistemática y caricaturesca de la realidad. A este ciclo pertenecen Luces de bohemia, Divinas palabras y Martes de carnaval. Buena parte de la originalidad de Valle-Inclán radica en la forma de concebir a sus personajes. Fue en Luces de bohemia donde la teoría del esperpento aparecerá formulada dentro de una obra literaria en palabras del personaje protagonista (Max Estrella). Con el término de Esperpento el autor designa a esas obras dramáticas que se basan en una deformación o degradación expresionista de la realidad. En los esperpentos se agitan figuras distorsionadas, fantoches grotescos o conmovedores con una técnica de animalización y un lenguaje áspero, a menudo soez.
Pero, dentro de ese tono, la prosa es una cuidadísima elaboración, de una creatividad auténticamente genial. El esperpento no sólo lo utilizará en su producción teatral sino que también lo pondrá de manifiesto en su novela Tirano Banderas y en la serie narrativa de El Ruedo Ibérico.
Entre los temas del esperpento destacan:
- La parodia de modelos literarios procedentes como los dramas de honor (Los cuernos de don Friolera), Episodios Nacionales (El Ruedo Ibérico), el mito de don Juan (Las galas del difunto) o el infierno de la Divina Comedia (Luces de bohemia).
- Abunda la crítica a las clases sociales e institucionales como la aristocracia, los militares, la alta burguesía o la monarquía.
- Son habituales las alusiones políticas tanto al presente (el gobierno de Maura o la dictadura de Primo de Rivera), como a ciertos antecedentes históricos (las guerras carlistas, la corte de Isabel II, la revolución de 1868).
- Y en general destaca una evidente preferencia por los ambientes miserables, marginales y degradados: prostitución, mendicidad, indígenas americanos.
En cuanto al estilo:
- El esperpento permite que se manifieste en toda su plenitud la extraordinaria capacidad expresiva del autor.
- Hay una amplia variedad de registros lingüísticos: habla vulgar, coloquial madrileña, andaluza, lenguaje administrativo, en los que destaca el uso afortunado de la derivación irónica (rubiales, frescales) y despectiva (espadón, vejete).
- Predomina asimismo el humor agrio y el sarcasmo omnipresente; así, los personajes aparecen animalizados o convertidos en peleles y fantoches.