Suplementación Mineral y Balance de Nutrientes en Sistemas Alternativos de Alimentación Porcina
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Consideraciones Básicas en la Suplementación Mineral
Por: Wilmer Cuervo
En un mercado cada vez más competitivo, es fundamental buscar productos que generen alta respuesta en los animales, incluyendo los suplementos minerales. En Colombia, las deficiencias minerales varían según la región: en el trópico alto (Ca, Na, S, Mg, Se, Zn) y en el trópico bajo (P, Na, S, Se, Zn). Por lo tanto, el primer paso es realizar un análisis foliar, ya que el forraje es la base alimenticia del ganado, para identificar excesos y deficiencias. El segundo paso es generar formulaciones de sales minerales regionales, e incluso por explotación si es posible. El Zn es el micromineral más deficitario en ambas regiones. La disponibilidad de minerales cambia según la época climática (verano o invierno) y otros factores como el consumo de agua.
En suelos ácidos, el déficit de Mo es marcado, mientras que en suelos neutros (e.g., riberas del Magdalena), el Zn y el Mo pueden ser excesivos y tóxicos. La fabricación de estos suplementos se regula por la Ley 1056 de 1996, que permite el uso de arena o polvo de ladrillo como vehículo. Se buscan vehículos que eviten la humedad, y en los últimos años, la harina de yuca ha mostrado buenos resultados.
Es crucial transmitir al productor la importancia de la suplementación mineral como una inversión, no un gasto. Esto incluye análisis de laboratorio para pasturas y sales minerales. El conocimiento de la etología animal es vital para identificar excesos o déficits minerales en la dieta.
En resumen, la suplementación mineral del futuro apunta a la regionalización en la producción de sales, optimizando el uso de minerales debido a su creciente precio y menor disponibilidad. También se busca aumentar la eficiencia de uso por su impacto ambiental, especialmente el P. Se investigan nuevas alternativas como complejos minerales con aminoácidos (lisina y metionina), quelatos metálicos (con Zn) y proteinatos metálicos (Zn y Mo unidos a cadenas de aminoácidos), que mejoran la biodisponibilidad. El objetivo es balancear el costo y la biodisponibilidad, conocimiento que debe extenderse a los productores.
El Papel del Consumo y el Balance de Nutrientes en Sistemas No Convencionales de Alimentación Porcina
Por: Wilmer Cuervo
En sistemas no convencionales de alimentación porcina, el consumo voluntario y el balance de nutrientes son cruciales, y el segundo afecta al primero. En el trópico, la inclusión de materiales ricos en fibra y pobres en proteína en estos sistemas obliga a aumentar el consumo para satisfacer los requerimientos del cerdo, lo cual es difícil de lograr.
El problema principal radica en la falta de capital para adquirir suplementos proteicos concentrados, maquinaria y conocimiento para procesar materias primas con factores antinutricionales. Otro factor limitante es el menor aporte de energía metabolizable (EM) de fuentes como jugos de caña, mieles y tubérculos, comparado con los cereales. Aunque la cantidad de hexosas sea similar, el almidón de los cereales tiene mayor calor de combustión.
Aumentar el consumo en estos esquemas implica diluir el porcentaje de proteína para evitar su disminución. La adición de mieles, ricas en estimulantes del consumo como la levadura torula, aumenta el consumo debido al rápido tránsito de la digesta y la absorción de azúcares simples, a pesar de la baja densidad energética. El costo de manejar el consumo se refleja en el mayor costo de las dietas y la disponibilidad de alimentos y subproductos.
El balance de nutrientes es vital al incluir subproductos de cosecha, tubérculos, frutas y palma africana, que presentan desequilibrios, especialmente en proteína y aminoácidos esenciales (lisina, metionina, treonina). Suplementarlos es costoso. Se ha observado un aumento en la ganancia de peso al incluir aminoácidos en dietas fibrosas con mieles y subproductos, incluso solo aumentando la proteína, aunque sin mejorar la conversión de materia seca. Sin embargo, esta suplementación es difícil en países tropicales en vías de desarrollo, lo que impulsa la búsqueda de fuentes proteicas no convencionales.
En países desarrollados (EE. UU., Reino Unido), el alto aporte proteico de un solo material (maíz) genera desbalance de aminoácidos, aumentando el requerimiento de aminoácidos no esenciales. Un mejor balance podría satisfacer los requerimientos sin aumentar la proteína total. El concepto de "proteína ideal" relaciona la calidad y el balance de aminoácidos con la composición de la proteína muscular, usando la lisina como referencia por su importancia en el crecimiento del cerdo.
El desbalance es evidente en dietas con una sola fuente proteica, especialmente cereales, pobres en lisina. Esto no ocurre con fuentes animales o vegetales como la soya o la torula, aunque estas últimas son deficitarias en aminoácidos azufrados, requiriendo suplementación (harina de pescado).
En dietas convencionales, la cantidad de proteína y la conversión proteica (g consumido/kg ganancia) tienen una relación inversa, ya que la proteína puede aportar hasta el 30% de la energía. La eficiencia disminuye si la fuente energética aporta proteína, lo que no sucede en dietas no convencionales con mieles y jugos de caña. Esto es relevante en países en desarrollo, donde la restricción económica limita la suplementación.
Las fuentes proteicas no convencionales presentan problemas como alto contenido de fibra, desbalance de aminoácidos y baja concentración de nitrógeno. Se busca que la energía provenga de materiales como mieles o jugos de caña, y se han usado con éxito fuentes como leucaena, harinas de forrajes, harina de plátano, pero no plantas acuáticas (problemas de disponibilidad intestinal). La proteína asociada a la fibra (FDN) y la unión fibra-proteína limitan la digestión intestinal y liberan nitrógeno en zonas no utilizables del tracto.
La levadura torula, un subproducto de la caña de azúcar, es una alternativa proteica en Cuba. Esta proteína unicelular (género Candida) tiene un valor biológico comparable a la soya y buenos resultados en dietas con mieles y jugos de caña, además de ser rica en lisina y vitaminas del complejo B. La Saccharomyces, de las destilerías de alcohol, tiene menos proteína pero se usa para suplementar vitaminas del complejo B y, recientemente, para mejorar el consumo, sustituyendo la soya en dietas con mieles.
La suplementación vitamínica y de aminoácidos sintéticos es necesaria en sistemas alternativos debido a los desbalances de mieles, jugos de caña y levaduras. Suplementar con proteína dietas con desechos de cocina y mieles mejora la ganancia y el consumo. Se requieren vitaminas liposolubles (A, D, E, K) por la falta de grasa en las mieles, y en algunos casos, minerales como Zn, I, Se y B12. Corregir el balance mineral en dietas con miel o jugo de caña genera resultados variables, mostrando la alta variabilidad de la respuesta productiva con estos alimentos. También se usan aditivos estimulantes del comportamiento, ideales en sistemas con desbalances minerales y vitamínicos.
En conclusión, las dietas no convencionales pueden superar a las tradicionales en países tropicales en desarrollo. El potencial productivo máximo difiere del de los países desarrollados debido a la falta de conocimiento (composición de alimentos y deficiencias) y la construcción errónea de requerimientos basados en modelos de países desarrollados.