Sublevación militar y Guerra Civil Española: Fases y evolución política
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Sublevación militar. Desarrollo de la Guerra Civil. Evolución política de las dos zonas durante la Guerra Civil
El 17 de julio de 1936 en Melilla, Tetuán, Ceuta y el 18 en la península, un sector importante del ejército, de tradicionalistas (carlistas) y de falangistas protagonizaron un golpe de Estado. Se apoderaron de órganos de gobierno (gobiernos civiles, ayuntamientos, etc.) de algunas ciudades y constituyeron una Junta de altos cargos militares con la intención de “restablecer el orden” y acabar con el gobierno del Frente Popular, elegido democráticamente.
El alzamiento militar fracasó en las grandes ciudades de la España más desarrollada e industrializada del Norte y del Este, y triunfó en Castilla-León, Galicia y la Andalucía del Guadalquivir, es decir, en las zonas agrarias, la España más atrasada y conservadora.
En Madrid y Barcelona se produjo durante dos días una lucha entre rebeldes sublevados y tropas leales a la República, auxiliados por milicias políticas. En Valencia la situación duró más, pero finalmente fue republicana.
El golpe fracasó, pero el gobierno no tenía suficientes medios para reprimirlo. Se inició así un enfrentamiento bélico de casi tres años: la Guerra Civil.
La opinión internacional creyó que en España se ventilaba lo mismo que en toda Europa: una lucha a muerte entre Fascismo y Democracia.
FASES:
- Inicios: avance hacia Madrid “Guerra de Columnas”, julio-noviembre 1936
- Batallas en torno a Madrid y ocupación del Norte: diciembre 1936-octubre 1937
- Ofensiva hacia el Mediterráneo: noviembre 1937-junio 1938
- Batalla del Ebro y Fin de la Guerra: julio 1938-abril 1939
1ª Fase: “Columnas de Tropas”
Sistema empleado en las guerras coloniales. Las tropas republicanas estaban compuestas por milicianos (hombres y mujeres voluntarios de partidos y sindicatos).
Primero, las tropas de África, al mando del General Yagüe, consiguieron enlazar con los sublevados del Norte, eliminaron la resistencia de Badajoz y, en septiembre, Franco ocupó Toledo, poniendo fin al cerco de El Alcázar. A finales de octubre, Franco estaba ya en las puertas de Madrid. Miles de hombres y mujeres fortificaron los accesos al grito de “¡NO PASARÁN!”.
El 6 de noviembre, el gobierno de la República se trasladó a Valencia y en Madrid se quedó una Junta presidida por el General Miaja y la defensa en manos del Comandante Rojo. Madrid resistió gracias a la ayuda de las Brigadas Internacionales y de una columna anarcosindicalista procedente de Barcelona, “Columna Libertad”, al mando del líder Durruti, que perdió la vida.
2ª Fase
La República creó un nuevo Ejército Popular, militarizando las milicias. Franco también incorporó voluntarios (requetés, falangistas).
Los sublevados (llamados a sí mismos Nacionales) emprendieron maniobras envolventes para aislar y tomar Madrid. Primero por la carretera de La Coruña (Guadarrama, noviembre 1936-febrero de 1937), después por la de Valencia (Jarama, febrero de 1937) y después por la de Barcelona (Guadalajara, marzo de 1937), que fue una gran victoria para el Ejército Popular, a pesar de que Franco había incorporado a la C.T.V. Italiana (Cuerpo de Tropas Voluntarias mandadas por Mussolini). Franco decidió cambiar la estrategia y se dirigió al Norte para tomar la zona industrial. Se empezó la ocupación de Este a Oeste al mando del General Mola. El 26 de abril fue bombardeada Guernica por la Legión Cóndor alemana, mandada por Hitler, aliado de Franco. Este episodio sirvió de inspiración a Picasso para pintar una denuncia de la Guerra en el pabellón español de la Exposición Universal de París de 1937, fue un encargo del gobierno democrático de la República.
En junio se tomó Bilbao y todas las zonas industriales y mineras de la República, “el cinturón de hierro”.
Los republicanos, para quitar presión al Norte, intentaron dos ofensivas: Brunete en Madrid y Belchite en Zaragoza, pero no pudieron evitar la caída de Santander (agosto) y Asturias (octubre).
3ª Fase: Ofensiva hacia el Mediterráneo
En diciembre de 1937, el ejército republicano es reestructurado en torno a Vicente Rojo, el defensor de Madrid. Intentó tomar la iniciativa con diversas ofensivas. La más importante tuvo lugar en dirección a Teruel, en donde se produjo una batalla en el invierno de 1937 a 1938. Estuvieron allí hasta febrero porque Franco desencadenó la Campaña de Aragón, atravesando el Maestrazgo, llegando al Mediterráneo a Vinarós (Castellón) en el mes de abril de 1938. Con esto, el territorio republicano quedó dividido en dos zonas: Cataluña y Sureste. Franco podía haber acabado la guerra atacando Cataluña, pero no lo hizo para no acercarse a la frontera francesa en un momento internacional difícil. Su avance quedó detenido hasta que el ejército republicano con más armamento desencadenó un poderoso ataque sobre el río Ebro (provincia de Tarragona).
4ª Fase: Batalla del Ebro y fin de la guerra
El ejército republicano cruzó el río e intentó hacer retroceder al ejército enemigo. Pero tras crueles combates, tuvieron que replegarse a la otra orilla del Ebro en noviembre de 1938. A partir de ese momento, el avance franquista hacia Cataluña fue imparable. El 26 de enero de 1939 entraba en Barcelona sin luchas. Esto significó la huida al exilio del gobierno (que desde octubre de 1937 estaba allí) y del gobierno de la Generalitat y Vasco, que estaba refugiado allí.
En febrero de 1939 a la República no le quedaba más territorio que la zona centro y toda la región mediterránea de Valencia a Almería. Juan Negrín, Presidente del Gobierno Republicano, regresó y quiso continuar la guerra apoyado por los comunistas. Pero a finales de febrero de 1939, Francia y Gran Bretaña, países democráticos, reconocieron el gobierno de Franco, aunque era fascista, y Manuel Azaña, Presidente de la República, desengañado, dimitió (en París).
A primeros de marzo se produce en Madrid una sublevación de Casado, republicano, Jefe de defensa de la capital, contra su propio gobierno republicano. Creía que podría terminar la guerra con una negociación con Franco, “paz honrosa basada en la generosidad del Caudillo”.
Franco no aceptó condición alguna para la rendición. El 28 de marzo entró en Madrid sin resistencia y los días posteriores se ocupó toda la zona mediterránea. El 1 de abril, Franco firmó en Burgos el último parte de guerra.