Solsticio, Equinoccio y Fenómenos Relacionados con el Clima

Solsticio. El movimiento de traslación y la inclinación del eje de la tierra, permiten la existencia de solsticios y equinoccios. Los solsticios se producen en el momento en el que los rayos solares inciden directamente sobre los trópicos. En el solsticio de verano en el hemisferio norte (21 de junio, día con mayor horas de luz) incide sobre el trópico de cáncer y en el solsticio de invierno (22 de diciembre, día con menor horas de luz) sobre el trópico de capricornio.

Equinoccio. Son los momentos del año en los que el sol está situado en el plano del ecuador celeste y el Sol alcanza el cenit (el punto más alto en el cielo)

Barlovento. Se refiere a la ladera de una montaña a la cual llegan los vientos cargados de humedad que proceden del mar. Cuando las nubes se encuentran con la montaña, ascienden, se enfrían y terminan descargando las precipitaciones en la ladera de barlovento. Esto se conoce como “lluvia orográfica”.  

Sotavento. Hace referencia al lugar al que se dirige el viento y, por tanto, lugar al que se dirigen las nubes. Por ello, cuando las nubes se desplazan hasta llegar a una montaña o cordillera, la ladera de sotavento suele quedar seca, es decir, sin precipitaciones.

Umbría. Se refiere a las vertientes o laderas de la zona montañosa que están orientadas a espaldas del sol, es decir, es la zona situada en la parte que menos cantidad de radiación solar recibe.

Solana. Es la zona geográfica de un relieve en la que incide una mayor concentración de rayos solares. La zona contraria es la umbría. Usada en los sistemas montañosos, la solana es la cara de los mismos que enfrenta al sol más horas en el día. En el caso del hemisferio norte y, con ello, la península, ésta suele ser la cara sur, pues el sol incide de sureste a suroeste. Suelen ser más cálidas (y de variable amplitud térmica según su orientación), y en ellas se desarrolla mucha más vegetación, vida humana y actividades agrarias.