Sociedades segmentadas

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Autonomía de la política y concentración de la coacción: dos criterios para la clasificación

Ordenar en unas pocas categorías la diversidad de estructuras políticas que la humanidad se ha seleccionado dos criterios: el grado de autonomía institucional que se otorga a la política y el modo en que la coacción se distribuye en el seno de la comunidad.

Una tipología ideal

Si combinamos ahora las dos dimensiones —autonomía de la política y distribución de la coacción— nos es posible construir un espacio donde ubicar las diferentes formas históricas de organización de la política, fabricando con ello una tipología esquemática que se presenta en la figura II.5.1

Se trata, en todo caso, de formas ideales, reconstruidas a partir de interpretaciones dé la información histórica disponible.

Las llamadas sociedades tribales o prepolíticas se situarían en el punto cero de las dos dimensiones: la política no presenta autonomía institucional ni la coacción está reservada a ningún agente particular. Corresponde a la situación de tribus o agrupaciones de carácter nómada, que hasta hace muy pocos años se manténían al margen de las sociedades llamadas «civilizadas» Se trata de colectividades articuladas sobre la base del parentesco, en las que las amenazas a la supervivencia del grupo son neutralizadas por la acción colectiva y solidaria de todos sus miembros.

La ciudad —o la polis, para reconocer la aportación griega— es la forma política que acompaña a la expansión de la agricultura —entre 8.000 y 6.000 años antes de la era cristiana— y a la sedentarización de las poblaciones que ésta consolida y exige.
La polis griega —en su época clásica— sería el ejemplo más evolucionado y tardío de esta forma de organización. La Atenas del siglo v a.C. Cuenta con unos 250.000 habitantes, de los cuales son ciudadanos con derechos políticos unos 40.000. La lealtad política ya no está ligada al parentesco —como en el caso de las tribus—, sino a la ciudad.
Su territorio no es muy amplio, pero está bien delimitado. Los derechos de participación política se extienden a todos los ciudadanos, que intervienen en la asamblea y ocupan funciones temporales de carácter político, administrativo, judicial o financiero. Todos comparten obligaciones militares y fiscales. Y aunque en principio no debe darse discriminación por razones económicas, la realidad de los conflictos internos muestra la existencia de minorías que influyen de manera determinante en la dirección de los asuntos públicos. En cualquier caso, mujeres, esclavos y extranjeros son excluidos de la comunidad política.

Bajo la denominación de Imperio, la historia registra organizaciones políticas muy diversas que se han dado en latitudes muy variadas: Egipto, Babilonia, China, Persia, Roma, Bizancio o la América precolombina.

El primero —que puede calificarse como «clientelar-patrimonial»— es propio de los imperios de conquista, cuyo núcleo de origen —el grupo conquistador— mantiene entre sí fuertes vínculos personales. Su cultura es esencialmente militar y su objetivo es ofrecer protección a las ciudades a cambio de sumisión y tributos.

El segundo tipo puede calificarse como «burocrático-territorial». En estos casos, el proyecto imperial va más allá del establecimiento de una relación de protección-tributo con los poderes sometidos. Aquí, el centro político integrar territorios y poblaciones mediante su sujeción a pautas comunes: administración, leyes, religión, idioma, hábitos rituales, etc.

Las monarquías estamentales se configuran como un paso intermedio entre la estructura feudal anterior y el estado absoluto que tomará forma más adelante. Se caracterizan por el papel político otorgado a los estamentos o colectivos que cuentan con un reconocimiento jurídico-social: nobleza hereditaria, representantes de los intereses comerciales de las ciudades, algunos propietarios agrarios libres, jerarquías de la Iglesia. El factor que contribuye a la aparición de esta forma de organización política es la consolidación de las ciudades

  • Relativicemos

  • 150.000 años de historia del homo sapiens sapiens. (1 años)

  • 10.000 de vida sedentaria. (menos de 1 mes)

  • 7.000-8.000 años desde la fundación de las primeras ciudades. (apenas 12 días)

  • Nacimiento del Estado-Nacíón a partir del Siglo XVI. (poco más de 24 horas)

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