El Estado Social: Origen, Características y Transformación Política

1) El Estado Social

Es una forma política de la actualidad, surgida del Estado Liberal. Hay una necesaria autotransformación del Estado Liberal, que consiste en el paso de un Estado abstencionista a un Estado intervencionista y existencial que garantiza los servicios como educación, seguridad social y sanidad a los ciudadanos. Es un eliminador de la inhibición pública de lo económico y social y un superador de la separación entre el Estado y la sociedad civil.

El mercado se sustituye por otra fórmula política que permite salvaguardar las estructuras socioeconómicas, estabilizarlas e impulsarlas. El resultado es el Estado Social, consolidado en el período de entreguerras, siendo una versión modernizada del Estado Liberal. Responde a la necesidad de reordenación, reajuste y organización del capitalismo, basándose en la intervención en la economía de mercado, propiciando el paso de un mercado individualista regulado a la organización pública de las cargas sociales. La presión popular obliga al reconocimiento de las reivindicaciones sociales, logrando así una escasa conflictividad, un estancamiento de la protesta obrera y la legitimación del sistema.

Esta revisión y corrección del capitalismo se afirma mediante la asunción por el Estado de la responsabilidad por el "bienestar", a través de la intervención en la economía. El Estado social elimina las raíces de la desigualdad.

Con este modelo del aseguramiento de un mínimo vital se conseguía corregir la desigualdad, eliminar las situaciones de extrema tensión, desactivando la protesta social y amortiguar las crisis cíclicas del capitalismo, manteniendo el nivel de la demanda.

El Estado Social es el resultado de una determinada correlación de fuerzas, un compromiso entre clases sociales. Tiene un "pacto interclasista" sobre la base del crecimiento económico. Las clases poseedoras aceptaron la aplicación de políticas de redistribución de la riqueza, pero a cambio exigían la propiedad privada de los medios de producción, la iniciativa privada y la economía de mercado. Para las clases inferiores, en cambio, supuso un aumento del consumo, aplazaron la revolución social y se les reconocieron sus partidos y sindicatos. El Estado social actúa como "organizador" de la iniciativa privada y tutela las reglas del juego del mercado.

Características Generales

El Estado Social parte de la intervención del Estado en la economía, superando el "laissez-faire", pretendiendo regular el mercado y disminuir la superioridad absoluta de la libertad económica.

El Estado se transforma directamente en sujeto productivo al intervenir en el mercado como empresario, mediante la "empresa pública" (Economía Mixta).

La asunción de las cargas sociales conduce a la expansión de los servicios, el aumento de la administración, el sobredimensionamiento del Estado, la expansión del gasto público... Los derechos sociales son "principios rectores sin un contenido vinculante inmediato.

El modelo económico mixto keynesiano también desarrolla técnicas de intervención estatal en la economía, como el Estado Social, superando el "laissez-faire", donde el Estado debe regular el mercado sin alterar la "maximización del beneficio privado". Aquí el Estado actúa como un colchón anticrisis.

Transformaciones Políticas en el Estado Social

En lo político, el Estado Social se basa en una democracia representativa, donde no hay una participación directa de los ciudadanos, ya que solo pueden participar mediante su voto en las elecciones. Los partidos políticos se consideran cauces excluyentes de participación política y son meras "maquinarias electorales e institucionales", pasando de ser organizaciones organizadas por la sociedad a formar parte del mismo Estado. De esta manera, pierden la capacidad de mediación de la realidad social y de vehículos de los intereses sociales. Al querer alcanzar el número máximo de votantes, pierden las señas de identidad ideológica. Los partidos políticos están formados por profesionales de la política; las alternancias de gobierno se configuran como recorridos de limitados equipos profesionales, conduciendo de esta manera la democracia a un procedimiento normal para élites dirigentes durante los próximos años.

En el Estado Social hay una hegemonía del poder ejecutivo, que tiene más importancia y domina sobre los otros dos poderes. La hegemonía se observa y proviene de la importancia de la legislación delegada, y el indiscutible protagonismo parlamentario difuminará la separación de poderes. Se llega así al fin del mito de la soberanía parlamentaria y se reintroduce el mandato imperativo a través de la disciplina de voto. El parlamento deja de tener la importancia que le correspondía y deja de ser el centro donde se toman decisiones para ser la sede donde se formalizan unas decisiones negociadas a puerta cerrada.