Similitudes entre antigona y antigona velez
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TEMA: La obra muestra la necesidad de no oponerse a las leyes divinas (enterrar a los muertos) para no sufrir la venganza de los dioses.
El conflicto nos presenta el de una muchacha que muere por desobedecer un mandato del poder establecido que pugna con imperativos ético-religiosos de orden superior. El tema es el castigo del recalcitrante hombre que se enfrenta a los dioses (como en los dramas sacros), los cuales se vengan causando la muerte de dos inocentes: Hemón y Eurídice. Con todo, el conflicto no es fácil de resolver: también Antígona tiene su parte de responsabilidad, puesto que desacata la orden de un poder legítimo, que se comporta según las normas legítimas de Atenas (prohibición de dar sepultura a los traidores).
El conflicto es, por tanto, el enfrentamiento entre Creonte (defensor de las leyes de la ciudad, severas y de utilizad práctica) y Antígona (obedece las leyes divinas, santas, inviolables, como le exige su amor fraternal). Se nos presenta un conflicto irresoluble que sólo puede solucionarse trágicamente: la muerte de Antígona, que adelanta suicidándose. Dicho de otro modo, el conflicto está entre las leyes humanas, que coinciden con las necesidades del estado, y la ley divina identificada con la conciencia personal.
Algunos críticos han presentado la hipótesis de que Sófocles pretende defender a Creonte como representante de la razón de estado frente a la moral tradicional de Antígona, con lo que el verdadero protagonista del drama sería Creonte.
El tema es legendario y forma parte de una leyenda antigua. El ciclo de Tebas fue muy tratado en la literatura de la época. Es la historia de la familia de Edipo.
En Antígona dos concepciones de la justicia entran en colisión. Por un lado, las leyes del Estado, de la ciudad, que persiguen el mantenimiento del orden; por otro, las normas religiosas, las leyes eternas dictadas por los dioses. Creonte y Antígona mantienen una pugna irreconciliable que conduce a la destrucción y al sufrimiento. La obra nos muestra dos personajes enclaustrados en sus posturas, dogmáticos.
Ambos desde su actitud, son incapaces de percibir las limitaciones de su propia concepción de la realidad. Creonte, cegado por el poder absoluto que no le permite ver sus límites; Antígona, incapaz de percibir que en su postura hay excesivo orgullo.
Al final, la moderación y la conciliación quedan como una enseñanza duramente aprendida. Como fin de la obra, Corifeo:
Es con mucho la sensatez lo primero para la ventura. Contra los dioses jamás se ha de ser irreverente. Las palabras altaneras acarrean a los soberbios castigos atroces, y a la vejez, por fin, les enseña a ser cuerdos. Con éste monólogo, Sófocles se decanta ligeramente por la irreverencia de Antígona.