Que significa tanatico
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Metafísica y ciencia
En la filosofía de Kant, así como en toda la Modernidad, Metafísica y Ciencia son dos términos
opuestos. No tanto así en la época antigua donde Filosofía y Ciencia iban de la mano, como se
observamos en la filosofía presocrática, por ejemplo.
Kant, había sido educado en el Racionalismo. Sin embargo, el triunfo del pensamiento científico
( especialmente el de Newton) le llevará a tomar la física como paradigma de conocimiento;
Al
mismo tiempo, la lectura de filósofos empiristas como Hume le llevará a cuestionar determinadas
posiciones racionalistas, a plantearse a qué se debe el fracaso de la Metafísica como ciencia y a
plantearse cuáles son los límites del conocimiento y es que, mientras que la Ciencia parecía haber
alcanzado el éxito , la Metafísica había fracasado en todos sus intentos.
Pues bien, Kant se da cuenta de que los problemas de la Metafísica se acabarían si sucediera en ella
lo que ya sucedíó en las ciencias: un cambio de método, en el que el objeto de estudio fuera el
sujeto y no el objeto, como venía siendo hasta ahora y en ellos consiste su célebre “giro
copernicano”, que propone con su Idealismo Trascendental.
Para Kant, la Ciencia es un conjunto sistemático de juicios sintéticos “a priori”, es decir, unos
juicios que hablan del mundo, pero cuya verdad es “a priori” de la experiencia y de ahí, su carácter
universal y necesario, carácterísticas que ya Aristóteles atribuía a la ciencia. Ahora, con Kant, la
novedad radica en que esa universalidad y necesidad no pertenecen a la realidad sino a ciertos
elementos “a priori” que aporta el sujeto a la hora de conocerPara Kant, la Metafísica es un conocimiento especulativo, teórico, cuyo objeto de estudio está
situado más allá de la experiencia. Se ocupa del mundo como totalidad, alma y Dios y por esa
razón, nunca podrá convertirse en ciencia, es decir, en conocimiento objetivo, porque aplica de
forma ilegítima las categorías a esas Ideas, que no pueden ser intuidas empíricamente, a lo que no
puede ser objeto de experiencia. Este error, que Kant llama “uso constitutivo o metafísico” de las
ideas, conduce a ilusiones o engaños de carácter trascendental.
Estas ilusiones se han dado en cada
una de las tres disciplinas de la metafísica tradicional que son: la Psicología racional, que incurre en
ilusiones trascendentales que denomina como “paralogismos” cuando postula la existencia de un
alma. Por otra parte, la Cosmología racional, esto es, la teoría general del mundo como totalidad
que comete “antinomias”; y por último, la Teología racional, que conduce también a engaños
trascendentales, concretamente “ideales de la razón”, cuando afirma la existencia de un ser supremo
(Dios). Sin embargo, también habla de un “uso regulativo” bajo el que propone que las tratemos
como si existieran, aun siendo conscientes de que jamás podremos darles una respuesta definitiva,
pues puede servir de impulso a toda investigación científica y además, sólo así tendrán sentido
nuestras acciones moralmente buenas.
En definitiva, en Kant, la Metafísica no es una ciencia, pero eso no significa que carezca de valor.
En este contexto, la metafísica crítica tendría dos utilidades: 1) negativa o crítica, que consiste en
situar el límite de todo conocimiento objetivo posible en la experiencia y por lo tanto, en negar todo
valor científico a la metafísica; 2) Consiste en señalar un conjunto de cuestiones que la ciencia
nunca podrá contestar y por lo tanto, en apuntar la posibilidad de un saber (no científico) que haga
de lo práctico- moral, objeto de sus investigaciones. Es la metafísica de las costumbres.
En la filosofía de Kant, así como en toda la Modernidad, Metafísica y Ciencia son dos términos
opuestos. No tanto así en la época antigua donde Filosofía y Ciencia iban de la mano, como se
observamos en la filosofía presocrática, por ejemplo.
Kant, había sido educado en el Racionalismo. Sin embargo, el triunfo del pensamiento científico
( especialmente el de Newton) le llevará a tomar la física como paradigma de conocimiento;
Al
mismo tiempo, la lectura de filósofos empiristas como Hume le llevará a cuestionar determinadas
posiciones racionalistas, a plantearse a qué se debe el fracaso de la Metafísica como ciencia y a
plantearse cuáles son los límites del conocimiento y es que, mientras que la Ciencia parecía haber
alcanzado el éxito , la Metafísica había fracasado en todos sus intentos.
Pues bien, Kant se da cuenta de que los problemas de la Metafísica se acabarían si sucediera en ella
lo que ya sucedíó en las ciencias: un cambio de método, en el que el objeto de estudio fuera el
sujeto y no el objeto, como venía siendo hasta ahora y en ellos consiste su célebre “giro
copernicano”, que propone con su Idealismo Trascendental.
Para Kant, la Ciencia es un conjunto sistemático de juicios sintéticos “a priori”, es decir, unos
juicios que hablan del mundo, pero cuya verdad es “a priori” de la experiencia y de ahí, su carácter
universal y necesario, carácterísticas que ya Aristóteles atribuía a la ciencia. Ahora, con Kant, la
novedad radica en que esa universalidad y necesidad no pertenecen a la realidad sino a ciertos
elementos “a priori” que aporta el sujeto a la hora de conocerPara Kant, la Metafísica es un conocimiento especulativo, teórico, cuyo objeto de estudio está
situado más allá de la experiencia. Se ocupa del mundo como totalidad, alma y Dios y por esa
razón, nunca podrá convertirse en ciencia, es decir, en conocimiento objetivo, porque aplica de
forma ilegítima las categorías a esas Ideas, que no pueden ser intuidas empíricamente, a lo que no
puede ser objeto de experiencia. Este error, que Kant llama “uso constitutivo o metafísico” de las
ideas, conduce a ilusiones o engaños de carácter trascendental.
Estas ilusiones se han dado en cada
una de las tres disciplinas de la metafísica tradicional que son: la Psicología racional, que incurre en
ilusiones trascendentales que denomina como “paralogismos” cuando postula la existencia de un
alma. Por otra parte, la Cosmología racional, esto es, la teoría general del mundo como totalidad
que comete “antinomias”; y por último, la Teología racional, que conduce también a engaños
trascendentales, concretamente “ideales de la razón”, cuando afirma la existencia de un ser supremo
(Dios). Sin embargo, también habla de un “uso regulativo” bajo el que propone que las tratemos
como si existieran, aun siendo conscientes de que jamás podremos darles una respuesta definitiva,
pues puede servir de impulso a toda investigación científica y además, sólo así tendrán sentido
nuestras acciones moralmente buenas.
En definitiva, en Kant, la Metafísica no es una ciencia, pero eso no significa que carezca de valor.
En este contexto, la metafísica crítica tendría dos utilidades: 1) negativa o crítica, que consiste en
situar el límite de todo conocimiento objetivo posible en la experiencia y por lo tanto, en negar todo
valor científico a la metafísica; 2) Consiste en señalar un conjunto de cuestiones que la ciencia
nunca podrá contestar y por lo tanto, en apuntar la posibilidad de un saber (no científico) que haga
de lo práctico- moral, objeto de sus investigaciones. Es la metafísica de las costumbres.