Segunda República Española: Reformas, Conflictos y Ascenso del Frente Popular (1931-1936)
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Proclamación de la Segunda República
Tras la convocatoria de elecciones por parte de Aznar durante la dictadura, los republicanos obtuvieron una victoria sorprendente en la mayoría de las capitales de provincia, a pesar de las expectativas de los monárquicos. El 14 de abril de 1931, se proclama la Segunda República. La multitud se echó a la calle con esperanzas de cambio, mientras que la iglesia y los poderosos la recibieron con recelo.
El Gobierno Provisional (abril de 1931 - junio de 1931)
El comité revolucionario, constituido en el Pacto de San Sebastián, se convirtió en el gobierno provisional y elaboró un Estatuto Jurídico. Este gobierno legisló mediante decretos con la intención de iniciar reformas que llevaran a la transformación política y social del país. Se tomaron medidas en el ámbito agrario, la educación, el Ejército y los territorios. La República tuvo que enfrentarse a problemas provenientes de sus enemigos declarados (la iglesia y la derecha monárquica) y de sus potenciales (catalanistas y clases populares). Cataluña se proclama independiente. Al margen de diversos conflictos, el gobierno provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes para dotar a la República de una Constitución. El resultado final fue el triunfo de la unión republicano-socialista.
El Bienio Reformista o Republicano-Socialista (junio de 1931 - noviembre de 1933)
La composición de las nuevas Cortes explica el carácter democrático y avanzado de la nueva Constitución:
- La soberanía reside en el pueblo: España era una república democrática de trabajadores de toda clase.
- El estado era único, pero admitía posibles autonomías regionales.
- Las Cortes eran unicamerales y se elegían por sufragio universal.
- Amplísima declaración de derechos individuales.
- Separación Iglesia-Estado: se reconocía la libertad de cultos y se prohibía a la Iglesia ejercer la industria, el comercio y la enseñanza.
- Se posibilita la nacionalización de empresas o de ciertos sectores de la economía.
El debate constitucional fue intenso, pero finalmente fue aprobada. Días después se formó el primer gobierno, presidido por Manuel Azaña. Antes se cedió la presidencia de la República al conservador Alcalá-Zamora. El nuevo gobierno se propuso realizar una profunda transformación de la realidad española con un amplio programa de reformas.
Entre las medidas destacan:
- La reforma del Ejército: M. Azaña fue el encargado de llevarla a cabo. Su objetivo era ganarse la fidelidad del Ejército y aumentar la eficacia de la institución. Para ello, los militares debían jurar fidelidad a la República, se suprimieron organismos innecesarios y se subordinó el poder militar al civil.
- La política religiosa: medidas como la prohibición de participar en la enseñanza, el reconocimiento del matrimonio civil y el divorcio, y el fin del mantenimiento de los sueldos clericales.
- La reforma educativa: establecer una educación primaria gratuita, laica y obligatoria. Se crearon más de 10.000 escuelas y Misiones Pedagógicas para llevar la educación y la cultura al mundo rural.
- La política autonómica: las provincias podían unirse en regiones previa aprobación por las Cortes de un Estatuto de Autonomía.
- La reforma laboral: mejorar las condiciones de trabajo de los jornaleros del campo y del proletariado urbano. Se aprobaron medidas como la Ley de Contratos de Trabajo, la Ley de Jurados Mixtos y la Ley de Asociaciones Obreras.
- La reforma agraria: pretendía cambiar la estructura de la propiedad y facilitar el acceso a la tierra de los campesinos.
La reorganización de la derecha se opuso a la política republicana, y más tarde crearon un gran partido que aglutinó a seguidores en defensa de la religión, la familia, el orden y la propiedad. Este partido, la CEDA, fundada por J.M. Gil Robles, tenía como programa el rechazo a las políticas reformistas. Surgieron grupos antirrepublicanos, como los carlistas y los alfonsinos, que contribuyeron a incitar a los militares a la sublevación, como ocurrió en 1932, cuando el general Sanjurjo se pronunció contra el gobierno de la República, aunque fracasó. El año 1933 fue duro, ya que hubo insurrecciones anarquistas, oposición a la aplicación de las reformas, presión desde la oposición, etc. Todos estos problemas llevaron a Alcalá-Zamora a retirar la confianza a Azaña, quien tuvo que dimitir. Alcalá-Zamora disuelve las Cortes y convoca elecciones para noviembre de 1933.
El Bienio Radical-Cedista
Los dos personajes claves van a ser Lerroux y Gil Robles. Lerroux empezó a gobernar en una coalición de republicanos de centro cuyo objetivo era rectificar las medidas tomadas durante el primer bienio:
- La revisión de la política religiosa: no se aplicó la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, los colegios católicos siguieron funcionando, el Estado pagaba los salarios a los sacerdotes, etc.
- La revisión de la legislación laboral y de la reforma agraria: algunas leyes fueron anuladas, otras se dejaron en suspenso y otras se modificaron.
Estalló la crisis dentro del Partido Radical, momento en el que Gil Robles aprovechó para intentar entrar en el gobierno: tres miembros de la CEDA se convertían en ministros. El comité revolucionario socialista, dirigido por Largo Caballero, comenzó la insurrección con una huelga general fácilmente reprimida. En Cataluña se proclamó el “Estado de la República Federal Española” y en Asturias se produjo una auténtica revolución. El gobierno encargó al general Franco la represión.
En el año 1935, Gil Robles entra en el gobierno y la CEDA aumenta su poder. Destaca la aprobación de la Ley para la Reforma de la Reforma Agraria. El principal objetivo era la revisión y rectificación de la Constitución. Este gobierno fue muy activo, pero poco pudo hacer, ya que un escándalo de corrupción iba a provocar su caída. Alcalá-Zamora decidió disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones.
El Frente Popular
Durante 1935, Azaña e Indalecio Prieto habían hablado de la necesidad de constituir una coalición de partidos similar a la de 1931. Además, se habían consolidado dos grandes partidos republicanos:
- Izquierda Republicana, liderada por Azaña.
- Unión Republicana, resultado de una escisión en el Partido Radical, liderada por Martínez Barrio.
En 1936 se conformaba una gran coalición de partidos de izquierda. Su programa consistía en la amnistía para todos los presos encarcelados por motivos políticos y la recuperación de las reformas del primer bienio. Por tanto, en las elecciones concurrían dos grupos opuestos: el Frente Popular y la CEDA. Dentro del Parlamento, la distribución de los escaños favorecía a la izquierda, lo que significaba que Azaña y los republicanos volvían a gobernar.
Azaña fue elegido presidente de la República. El presidente del Gobierno era Casares Quiroga, que puso en marcha el programa de reformas, entre las que destacaban la amnistía para los presos políticos, el restablecimiento de la autonomía de Cataluña y la reanudación de las reformas del primer bienio.
Para la derecha y los sectores más conservadores, esto fue una grave amenaza y comenzaron a clamar por una rebelión militar que pusiera fin a este gobierno. En julio de 1936 se iba a hacer efectiva y todo iba a salir por los aires. La República dejaba de vivir en paz para entrar en una gran guerra civil.