Santo Tomás de Aquino y su metafísica

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Santo Tomás de Aquino (s.XIII)

  • Santo Tomás de Aquino (s.XIII)


Su metafísica

Es la que utilizamos y defendemos hoy en día. Es de los pocos filósofos que nacen y mueren en el mismo siglo. Su gran obra es la “Suma Teológica”.

Fue uno de los 30 doctores que ha nombrado la Iglesia en 2000 años de historia. Los doctores son intelectuales con el grado máximo de conocimiento sobre un campo.

Tipos de ser

Sto Tomás de Aquino considera que hay dos tipos de ser metafísicamente hablando: el ser necesario (por sí mismo) y el ser contingente (por otro).

El ser necesario y el ser contingente

El ser necesario sería el ser en su totalidad y es el encargado de crear el resto de cosas. El ser necesario es Dios y es imprescindible que este sea de una forma concreta; tiene que ser perfecto y no puede ser de otra manera; sin embargo, el ser contingente es así pero podría haber sido de otra manera.

La creación y Dios

Según Sto Tomás de Aquino, para entender lo que es el ser, primero hay que comprender el término “creación”. La creación fue un concepto novedoso implementado por los cristianos. Dios es quien crea y el ser contingente es todo lo creado por él, es decir, la existencia del ser contingente depende de Dios. Dios es el responsable del momento de la creación, ocurrió cómo y cuando Él quiso.

La definición de Dios

La única definición que tenemos de Dios la hallamos en el “Éxodo”, en el capítulo de la zarza ardiente. En este episodio Moisés establece una conversación con una zarza ardiente cuyo fuego no se consume. La zarza le dice a Moisés que vaya a Egipto a liberar a su pueblo, diciéndole al faraón Ramsés II que si no lo hacía por las buenas, tendría grandes consecuencias.

Moisés accede a ir, pero le dice a Dios que no sabe qué responderle a Ramsés si le pregunta en nombre de quién va. En este momento es cuando se emite la única definición que tenemos de Dios, cuando Él le dice: “Yo soy el que soy”.

Características de Dios

Según Sto Tomás de Aquino, Dios es el único ser metafísicamente hablando, es inmortal, es perfecto y nuestra existencia depende de Él.

Para entender quién es Dios, Sto Tomás recurre al conocimiento analógico, es decir, realizando una comparación en función de un parecido.

Comparación entre Dios y el ser humano

La principal diferencia que encontramos en este estudio por analogía entre Dios y el ser humano, es que Dios tiene que ser perfecto, no puede ser de otra manera, si lo fuera, si le faltase algo, ya no sería Dios. Dios sería un ser similar a nosotros, con la diferencia de que Dios tiene que ser perfecto y no hay opción de que no lo sea.

El término perfecto se refiere a que Dios tiene que tener todas las perfecciones, que serían como sus características y estas tienen que estar elevadas al infinito, es decir, no tienen límites. Un ejemplo para entender esto sería el de una persona que conoce a otras más o menos inteligentes, si conociese a Dios, este sería como la inteligencia absoluta; es decir, Dios es omnisciente (omnisciencia). Otro ejemplo es que el ser humano solamente puede estar en un lugar a la vez, mientras que Dios estaría en todos lados, pues es omnipresente (omnipresencia). Todas estas características absolutas que posee Dios son conocidas como atributos divinos, que son resultado de este estudio por analogía.

Otra característica de Dios que va incluída en el atributo de la perfección, es la imposibilidad de cometer fallos. Un ejemplo práctico para comprender esto sería poner a Dios en la situación de hacer un examen de historia. La calificación que va a sacar Dios en ese examen es de un 10, pues aunque cometa fallos a propósito como puede ser alterar el orden de acontecimientos históricos, la realidad cambiaría para que esa respuesta fuese cierta.

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