Ríos que nacen en los sistemas béticos

LAS AGUAS SUPERFICIALES.

Carácterísticas de la red fluvial.

Existe una gran disimetría entre las vertientes atlántica y mediterránea, como vemos en el mapa de la pág. 4.  Los ríos que vierten al Atlántico drenan más de las 2/3 partes del territorio (69%), al Mediterráneo avenan menos de 1/3  (31%).

A.-  Derivadas de las carácterísticas de la Meseta:

• Ríos atlánticos:  tienen un lardo recorrido (1000 km), nacen en la cordillera Ibérica (relativamente poco elevada sobre la penillanura meseteña) y cruzan  la gran llanura antes de llegar al mar , por lo que su pendiente es reducida. Reciben largos cursos afluentes, también de escasa pendiente, que contribuyen a regularizar sus aguas.

• Ríos mediterráneos: son mucho más cortos (100 ó 200 km).  Tienen que salvar un gran desnivel en esa longitud lo que hace que sean cursos torrenciales.  Son pobres en agua y con una gran irregularidad  (grandes crecidas y estiajes).

• Ríos de los bordes de la Meseta:

• - Reborde cantábrico:  nacen a alturas cercanas a los 2500m, son de corta longitud y salvan en no más de 100 km grandes desniveles.  Están en la zona de máximas precipitaciones por lo que tienen caudales elevados y con gran fuerza erosiva a causa de la pendiente, formando hoces profundas y estrechas.

• - Borde meridional:  en Sierra Morena, cursos cortos y mal alimentados con un desnivel poco considerable.

B.-  Derivados de los sistemas montañosos:

Además de la Meseta, otro rasgo de la estructura peninsular determina el trazado y orientación del resto de las aguas de sus principales colectores: la alineación de los Pirineos y las Cordilleras Béticas.

- Pirineos: orientado de E a W tiende a unirse con el borde NW de la Cordillera Ibérica, dejando entre ambas la depresión del Ebro.  El Ebro es el único gran colector que vierte al Mediterráneo. Es el río más caudaloso que recoge las aguas de escorrentía de Pirineos, St. Ibérico y cordillera Cantábrica en su cabecera.

- Cord. Béticas: entre Sierra Morena y ellas la depresión del Guadalquivir que en la orilla derecha recibe ríos cortos e indigentes y por la izquierda las escorrentías de las serranías Béticas mucho más abundantes y regulares.

Los otros derrames externos a esta Cordillera dan lugar a cursos todavía más cortos y torrenciales  con terribles crecidas y estiajes pronunciados.

A . Factores que influyen en la escorrentía fluvial

1. Clima:  la cuantía de las precipitaciones y su distribución a lo largo del año y la evaporación.

2. Topografía:  a más pendiente,  más rápidamente se escurre el agua caída en las laderas y la que circula por los cauces hacia el mar;  en los ríos de llanura la escorrentía es perezosa y regular, se dibujan meandros.  La gran pendiente de un cauce da carácter torrencial a un río.

3. Naturaleza del roquedo:  que el río atraviesa.  Rocas permeables (calizas) se pierde gran cantidad de las aguas superficiales y se produce una intensa circulación subterránea.  Las rocas impermeables (arcillas, pizarras o granitos) retienen mal el agua, que corre inmediatamente hacia el cauce principal.

4. Densidad del tapiz vegetal:  cuanto más denso mejor retiene el agua y la devuelve más lentamente, contribuyendo a la regulación del caudal.  Por eso en las cuencas de los embalses se suelen replantar bosques.  En las cuencas pobres en vegetación la rápida evacuación de las aguas suele revestir frecuentemente efectos catastróficos.

5. Acción antrópica:  puede variar el cauce y las aportaciones de agua  (embalses, riego...)