Los Reyes Católicos y los Austrias: La formación del imperio español

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Los Reyes Católicos: El final del siglo XV - principios del XVI sentaron la base del futuro imperio español y del Estado moderno al unir las dos coronas más importantes del país (Castilla-León, Aragón-Cataluña) en una sola monarquía autoritaria; permanecía independiente debía reunir a las cortes que impuso su autoridad en todo su país, como al tercer estado, apoyándose en un ejército permanente, administración civil-judicial; con un sistema fiscal, organismo de la Santa Hermandad, persecución de delincuentes, tribunal de la Inquisición asegura la uniformidad religiosa; Los Reyes Católicos, organizaron las bases del futuro imperio español incluida toda la península, se habían descubierto y denominado Antillas por Colón quedando la conquista y colonización del continente para el resto del siglo XVI con una inteligente política de alianzas con el casamiento de sus hijas.


Austrias menores

Durante el siglo XVII, se liberaron de la administración directa de todos los asuntos del estado dejando la toma de decisiones en manos de sus "validos", el duque de Lerma con Felipe III, el conde duque de Olivares con Felipe IV quien provocó la gran crisis más grave del imperio hasta el incapaz de Carlos II, facilitó la bancarrota de la Hacienda y la miseria del pueblo pero aún más hundido por nuevas guerras: la guerra de los treinta años (1618-48), continuación de las antiguas guerras de religión contra los protestantes por el dominio europeo en los católicos Habsburgos españoles y austriacos combaten contra la coalición protestante de Provincias Unidas del norte, terminarán con la derrota de los tercios españoles en la Paz de Wesfalia (1648) se reconoce la independencia de las Provincias Unidas y la paz de los Pirineos con Francia y la hegemonía europea en favor de Francia, dos guerras civiles (Cataluña-Portugal), muerto Carlos II sin descendencia, se forma una nueva guerra la guerra de sucesión acaba con los Austrias en España, sustituidos por los Borbones franceses.


Los Austrias mayores

Los sucesores de los Reyes Católicos fueron los Austrias; Carlos I y Felipe II, agotaron el siglo XVI, transformaron la monarquía autoritaria en absoluta, la hegemonía española y su imperio alcanzaron su máxima expansión incorporación de mayores territorios europeos como Portugal, derivado de la condición del emperador Carlos I desde 1519, y el descubrimiento del continente americano, tanto del México Azteca y América central maya por Hernán Cortés entre 1518-24 como la de los incas América del sur; parte de América del norte; y de Asia en la década de los 30, organizado en virreinatos y sometida la población indígena mediante la encomienda a la mita, cuya explotación tanto denunció Bartolomé de las Casas, mediante el comercio colonial centralizado en las Casa de Contratación de Sevilla.


Despotismo ilustrado: Carlos II

Durante la segunda mitad del siglo XVII, Carlos II apoyándose en el despotismo ilustrado, diseña planos de reforma orientados a la modernización del país, casi siempre paralizada por la negativa de los privilegiados a contribuir con los gastos del estado, salvo la crítica al poder, se centra en la necesidad de lograr un mayor desarrollo económico, con la gran liberación de la gran propiedad agraria amortizada hubo una reforma educativa para la mejora a la información del ciudadano, universal y obligatoria especiales científicos y profesionales estimularon en el cambio social, la monarquía ilustrada integran los gobiernos (ministros) diseñan un buen reformismo denominándose despotismo ilustrado, Carlos II sobre todo por ser una monarquía absoluta paternalista por desarrollar el desarrollo económico del país sin contar con él para nada. Los planes reformistas, acelerados tras el conflicto del Motín de Esquilache en 1766, además del regalismo.


Tema a desarrollar (6):

Las guerras carlistas como guerra civil entre liberales o isabelinos, desarrollada, en su mayor parte, durante el reinado de Isabel II. Originada inicialmente como pleito sucesivo a la corona española, se transformó rápidamente en conflicto ideológico. Como pleito sucesorio, el carlismo (seguidores de María Isidro, hermano de Fernando VII negó la Ley Sálica. La Ley Sálica, sin embargo, ya no estaba vigente al ser anulada por la pragmática Sanción en 1789 con Carlos IV y publicada por Fernando VII antes de morir. Los carlistas sin embargo consideraron aquella publicación una maniobra del rey para favorecer a su hija, defender el tradicionalismo más trasnochado, geográficamente limitados por la meseta, incluida el ámbito rural especialmente en el campesinado, la baja nobleza, el conservadurismo clerical y el artesanado, además de potencias centroeuropeas, muy especialmente las clases urbanas además de la jerarquía eclesiástica y el ejército, junto a las grandes potencias (Reino Unido, Francia).


A lo largo del siglo se sucedieron tras enfrentamientos carlistas: 1 guerra carlista (1833-40), 2 guerra carlista (1846-49), 3 (1872-76). La primera guerra carlista se extendió durante toda la minoría de edad de Isabel todo dirigido por Zumalacárregui, quien no pudo tomar ninguna de las ciudades, muriendo en el asedio de Bilbao, en 1835; poco después con Cabrera, su ejército pasean libremente por todo su país entre 1836-37, siendo rechazado en Bilbao por el general Espartero, quien obliga al carlista Maroto a firmar el tratado de Vergara.

En la segunda guerra denominada guerra del matiners, se desarrolló sólo en Cataluña, iniciada con el pretexto del fracaso de la boda entre la reina y el pretendiente carlista.

En la tercera, aprovechando el derrotamiento de Isabel II con la revolución del 68, se extendió por Cataluña, País Vasco, Navarra, finalizando con la revolución borbónica y la derrota definitiva del carlismo Carlos VII.


Durante la minoría de Isabel II o Regencia de Mª Cristina tras la primera guerra carlista como fondo, los gobiernos liberales comienzan con los desmantelamientos gradual del A. Régimen en su primer momento con el moderado Martínez de la Rosa como presidente del gobierno se consiguió el Estatuto Real (1834). Mendizábal, comienza el desmantelamiento del Antiguo Régimen con la libertad de imprenta, supresión del convento y desamortizaciones de los bienes del clero regular con una sublevación pero protegida por la guardia real del palacio de la Granja, y unas cortes todavía apoyadas en el sufragio censitario: cámara alta o senado y cámara baja o congreso de los diputados, finalmente una nueva insurrección impuso la Regencia de Espartero (1840-43).


La mayoría de edad de Isabel II se construyó un estado liberal, sobre todo por los liberales moderados conservadores una unión liberal. Se trató periodo de gobierno autoritario, con la intervención activa de la reina y con la participación permanente del ejército en los gobiernos y la exclusión de la gran mayoría del país.

Hubo tres etapas: la década moderada, bienio progresista, y gobierno de la unión liberal.

Durante la década moderada, con el general Narváez de líder se logró la estabilidad política mediante un régimen conservador y oligárquico, represor y antidemocrático reformó hacienda del presupuesto estatal, y se aproximó a la iglesia católica paralizando la desamortizaciones y se creó un nuevo partido democrático que lo pronunció el coronel O'Donnel.

Durante le bienio progresista, se recuperó la Constitución del 37, la desamortización eclesiástica y la desamortización civil.

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