La Revolución Social y Cultural de la Segunda Mitad del Siglo XX

1. La Muerte del Campesinado y el Auge de las Profesiones

Después de la "Depresión", surgieron los prefijos "post-", como un reconocimiento oficial de la defunción de los años pasados. El cambio social más drástico y de mayor alcance de la segunda mitad del siglo XX, y el que nos separa para siempre del mundo pasado, es la muerte del campesinado. A principios de los años 80, menos del 3% de la población inglesa o belga se dedicaba a la agricultura. La población rural en el mundo disminuyó notablemente, cumpliendo el pronóstico de Marx sobre la industrialización. Los países desarrollados industrializados se convirtieron en los principales productores de productos agrícolas gracias a su tecnología (maquinaria). En estas condiciones, la agricultura ya no necesitaba la mano de obra humana. El mundo de la segunda mitad del siglo XX se urbanizó como nunca. La típica "gran ciudad" se convirtió en una región de centros urbanos interrelacionados, aumentando el tráfico de vehículos privados. La descentralización se extendió con el desarrollo de servicios comerciales y de entretenimiento, sobre todo gracias a los "centros comerciales".

Más drástico que la decadencia del campesinado, y mucho más universal, fue el auge de las profesiones que requerían estudios secundarios y superiores. Las familias impulsaban a sus hijos a la universidad para obtener mayores ingresos y un nivel social más alto. Algunos estudiantes, atraídos por el radicalismo político, intentaron revoluciones formando bandas terroristas. El efecto de estas rebeliones en Europa fue una oleada de huelgas obreras demandando mejores salarios y condiciones laborales.

2. La Transformación de la Clase Obrera

A diferencia de los campesinos y universitarios, la clase trabajadora industrial no experimentó un cataclismo demográfico hasta los años 80, cuando entró en ostensible decadencia. El hundimiento de la clase obrera se debió a los cambios internos de la misma y del proceso de producción. En los años 80, la clase obrera fue víctima de las nuevas tecnologías, y solo los obreros cualificados sobrevivieron. Estos trabajadores se convirtieron en partidarios de la derecha política.

Un cambio importante que afectó a la clase obrera, al igual que a la mayoría de los sectores, fue el creciente papel de las mujeres en el mercado laboral. Las mujeres también ingresaron masivamente a la enseñanza superior. Surgieron movimientos feministas, y las mujeres se convirtieron en una fuerza política destacada, como el caso de Mary Robinson, elegida presidenta de Irlanda en 1990. En los años 90, las mujeres en la cumbre de la política se convirtieron en parte aceptada del círculo político. La motivación para que las mujeres casadas abandonaran el hogar era la demanda de libertad y autonomía; no querían ser "simplemente madres o amas de casa". Las mujeres fueron cruciales en esta revolución cultural, centrada en los cambios en la familia y el hogar tradicionales.

La Revolución Cultural

1. La Crisis de la Familia

La mejor forma de entender esta revolución cultural es a través de la familia y el hogar. La familia nuclear fue el patrón básico de la sociedad occidental en los siglos XIX y XX. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX, su constitución cambió rápidamente, sobre todo en Occidente. Un síntoma fue el incremento de los divorcios, más que en cualquier otra época. En los años 60 y 70, la crisis se agravó con la liberalización individual. La legalización del homosexualismo, el control de la natalidad, la venta de anticonceptivos y el aborto fueron cambios que formaron parte de esta crisis. El divorcio, los hijos ilegítimos y el auge de las familias monoparentales maternas evidenciaban la crisis familiar.

2. El Auge de la Cultura Juvenil

Se dio el auge de una cultura juvenil independiente. El auge discográfico de la música rock y la radicalización política de los años 60 llevaron a los jóvenes a rechazar su condición de niños o adolescentes, negando el carácter humano de los mayores de 30 años, excepto algún gurú (excepto en China con Mao). El héroe era aquel cuya vida y juventud acababan al mismo tiempo: James Dean, Buddy Holly, Janis Joplin, Brian Jones, Bob Marley, Jimi Hendrix. También aumentó la venta de cosméticos, disminuyó la edad de voto (18 años) y la edad de consentimiento sexual. La cultura juvenil se volvió dominante en las economías desarrolladas. La velocidad del cambio tecnológico les daba ventaja sobre las generaciones anteriores. El uso de jeans pasó de ser una forma de diferenciarse a una moda para todas las edades.

3. Características de la Cultura Juvenil

La cultura juvenil era populista e iconoclasta. Los jóvenes de clase media y alta adoptaron la música, ropa y lenguaje de la clase baja urbana. El carácter iconoclasta se reflejó en los carteles del Mayo Francés: "Prohibido prohibir", "Tomo mis deseos por realidades porque creo en la realidad de mis deseos". La rebelión juvenil se expresó a través del sexo y las drogas.

4. El Triunfo del Individuo

La revolución cultural del siglo XX, según Hobsbawn, fue el triunfo del individuo sobre la sociedad. Se dio un predominio del individualismo, tanto físico como moral. La familia se convirtió en parte del capitalismo. La revolución cultural impactó con fuerza en las economías de mercado industrializadas, pero las fuerzas económicas y sociales de finales del siglo XX también transformaron el "Tercer Mundo". Tras la desintegración de la URSS, los empresarios invirtieron con menos temor a las estatizaciones. La globalización extendió el capitalismo y el comercio se volvió muy fluido.