La Revolución Industrial: Expansión, Impacto y Transición Demográfica (1815-1870)
1. La Difusión de la Industrialización: Europa Continental y Estados Unidos
La Revolución Industrial fue, hasta 1815 (año del Congreso de Viena y del fin de las guerras napoleónicas), un fenómeno fundamentalmente localizado en Gran Bretaña. A partir de entonces, otros países asumen las pautas de modernización asociadas a la industrialización:
- Primera etapa: Francia, Bélgica, Países Bajos, Suiza
- Segunda etapa (desde 1830/40): Alemania, Italia, Suecia, España
La Difusión de la Industrialización. El Panorama hacia 1870
A principios del siglo XIX, Gran Bretaña representaba, según estimaciones, el 75% de la producción industrial de todo el mundo.
A la altura de 1870, el panorama había experimentado profundas modificaciones:
- Gran Bretaña seguía siendo el primer país industrial, con el 32% de la producción manufacturera.
- A continuación, figuraban Estados Unidos (23%), Alemania (13%) y Francia (10%).
Estos cuatro países concentraban casi el 80% de la producción industrial mundial.
La Fuente de Energía: El Carbón
Gran Bretaña aumentó su producción de carbón de 10 millones de toneladas hasta 112 millones de toneladas, debido a su propio crecimiento industrial, a la nueva demanda de los transportes a vapor y a las exportaciones.
Los demás países, con la excepción de Estados Unidos y Bélgica, no poseían reservas de carbón para satisfacer la creciente demanda interna.
Gran Bretaña era exportadora neta. En 1870, producía más carbón que todo el resto del mundo.
La carencia de carbón era más importante en los países de la periferia europea (Sur, Norte y Este), lo que obligaba a recurrir a importaciones y a buscar alternativas para evitar la dependencia del carbón británico. De ahí, el recurso a la energía hidráulica (en Francia se desarrolla la turbina hidráulica, por Benoit Fourneyron).
El Convertidor Energético: La Máquina de Vapor
Estados Unidos experimentó un acelerado incremento de la capacidad de las máquinas de vapor en funcionamiento. En 1840, ya era el primer país en potencia instalada y en 1870 concentraba el 63% de la capacidad total del mundo.
En Europa, Gran Bretaña continuó siendo, con diferencia, el país con mayor potencia instalada. Hasta 1860, la suma de todos los demás países no superó la capacidad británica.
El proceso de extensión del uso de la máquina de vapor fue territorialmente desigual. Se concentró en Francia, Bélgica y Alemania, mientras que la periferia (países escandinavos, Rusia, Península Balcánica y países mediterráneos) tuvo una participación más reducida.
2. Modernización, Crecimiento y Diversificación del Sector Manufacturero
El Crecimiento Industrial (I)
El crecimiento de la producción industrial fue generalizado, aunque presentó cifras mayores en los países más tardíos situados en la periferia.
Gran Bretaña creció a un fuerte ritmo al menos hasta mediados del siglo XIX, lo que permitió mantener su liderazgo industrial pese al desarrollo de los demás países. En 1870, seguía siendo la economía más industrializada del mundo.
El crecimiento industrial se acompañó de cambios en la estructura interna del sector, variables en función del territorio y la cronología (diversidad).
El Crecimiento Industrial (II)
El dominio del textil algodonero no se repitió de igual forma fuera de Gran Bretaña, a causa de:
- La elevada productividad de los géneros británicos (control de mercado).
- Las tradiciones textiles de cada país.
- La mayor aportación de otros subsectores (agroalimentario, otros bienes de consumo, etc.).
El algodón sirvió para extender el sistema de fábrica y la tecnología. Marginó algunas fibras tradicionales (lino) y ayudó a modernizar otras (lana).
Se conformaron regiones industriales, generalmente a partir de una tradición artesanal anterior, en zonas como Alsacia y Normandía (Francia), Cataluña (España), Baviera y Cuenca del Ruhr (Alemania) y Moravia (Austria-Hungría).
El Textil Algodonero entre 1815 y 1870
Se produjo un notable incremento del utillaje instalado y del consumo de fibra. Gran Bretaña mantuvo su liderazgo (en 1870 poseía el 65% de todos los husos mecánicos del mundo).
También fue un subsector importante en Francia y Alemania y menos en la periferia europea. Dependían del algodón norteamericano y la Guerra de Secesión (1861-1865) provocó una crisis por la reducción de la entrada de materia prima.
En Estados Unidos se desarrolló gracias a la abundancia de materia prima y recursos energéticos y a un mercado interno en continua expansión.
Localización territorial de las iniciativas empresariales y predominio de pequeñas y medianas empresas.
Diferencias del resto con Gran Bretaña: menos vocación exportadora, menor productividad y mecanización ralentizada (energía cara y mano de obra abundante), dependencia de los mercados internos (proteccionismo).
Otros Subsectores entre 1815 y 1870
Textil Lanero
Existía una importante tradición lanera en muchas zonas. Tenía mayor importancia relativa en Francia y Alemania que en Gran Bretaña. Casi la mitad de la producción se destinaba a la exportación en esos tres países.
Agroalimentario
Las características de este subsector limitaron en parte la industrialización del mismo, pero los avances de la urbanización (dieta más amplia y variada) y el crecimiento demográfico (más consumidores) aumentaron la demanda de estos productos e impulsaron su modernización.
Entre los sectores tradicionales, la harina pasó de la molinería tradicional al proceso industrial; el aceite y el vino pasaron a producirse mediante prensas hidráulicas y con nuevos métodos.
Nuevas especialidades: destaca el azúcar de remolacha (se descubre en el siglo XVIII en Alemania) como alternativa al azúcar de caña. Se puede producir en climas templados y Francia y Alemania fabrican en 1870 el 40% del azúcar mundial, cuando antes se dependía del azúcar caribeño (Cuba y Jamaica).
Siderurgia
Búsqueda de una mayor eficiencia en el combustible para un producto de mayor calidad y dureza.
Aplicación de nuevas utilidades: construcción, infraestructuras, transportes (ferrocarril y máquinas de vapor).
Se desarrollan nuevos sistemas de producción de acero (Bessemer en 1855 y Siemens-Martin en 1857) que proporcionan metales de más calidad y permiten mayor producción a menos precio.
Gran Bretaña mejoró su posición y en 1870 lideraba el sector con el 50% de la producción mundial, seguida de Estados Unidos, Francia y Alemania.
Industria Química
Desarrollo inicial vinculado al textil (blanqueo, tintes…), para más tarde aplicarse a la fabricación de otros productos (papel, vidrio, jabón, metalurgia, farmacia). Producción de compuestos químicos básicos, y de fertilizantes (nitrógeno, nitratos y, sobre todo, a partir del ácido sulfúrico desde mediados del XIX).
3. Aumento de la Población e Inicios de la Transición Demográfica
Entre 1800 y 1900, la población mundial aumentó de 1.042 a 1.563 millones de personas. Asia continuó siendo el continente más poblado, pero Europa ganó peso a lo largo del siglo (del 21 al 26%). Además, el crecimiento demográfico europeo alimentó la emigración a América y Oceanía. Por ejemplo, Estados Unidos pasó de 9 millones en 1820 a 40 millones en 1870, y casi 80 millones en 1900.
Los países europeos, todos ganaron población con la excepción de Irlanda. Las tasas anuales de crecimiento oscilaron entre 0,4 y 1% anual, con Francia la más baja.
Sin embargo, las causas de ese crecimiento no fueron las mismas en todos los países: en los más industrializados se estaban modernizando las estructuras demográficas; en el resto, el factor clave fue la caída de la mortalidad, sobre todo la catastrófica.
En los países más industrializados se estaba produciendo la primera fase de la transición demográfica, que supone:
- De un régimen con crecimiento irregular, elevadas tasas vitales, alta mortalidad…
- A un régimen con tasas de mortalidad más bajas y la tasa de natalidad disminuye.
Causas: Las mejoras higiénicas y una mejor alimentación son las causas de éxito en la lucha contra la muerte.
La aparición de una nueva estructura demográfica vino acompañada de varios fenómenos:
- Cierto deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores.
- Redistribución de la población activa (desde el sector primario a favor de industria y servicios).
- Proceso de urbanización.
- Y descenso paulatino de las tasas de fecundidad (consolidación de nuevos modelos matrimoniales).
Los procesos de industrialización y el desarrollo de las nuevas relaciones capitalistas comenzaron a provocar un sensible incremento de los movimientos migratorios internacionales. Aunque alcanzaría su mayor expresión a finales de esa centuria, desde mediados del siglo XIX la emigración transoceánica actuaría como un importante elemento de ajuste de los mercados de trabajo europeos: entre 1850 y 1870 salieron con destino a América, Australia y Nueva Zelanda, de los cuales 60% de Gran Bretaña e Irlanda, y un 30% de Alemania.