La resurrección y las bienaventuranzas
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La resurrección
La resurrección no la podemos demostrar. La gran tarea es cómo ver las huellas de este Jesús resucitado.
La resurrección es el plus, es decir, vivir de nuevo. Una oportunidad que tiene cada persona día a día.
Resaltemos 3 momentos claves: vida, muerte y resurrección.
La vida: Da importancia a las personas que a ciertas normas de ley. Esto llevaba admiración por parte de quienes recibían todo esto.
Muerte: No fue un accidente, fue una muerte a conciencia organizada por autoridades del templo.
Resurrección: Dios se identifica con la imagen del perdón, amor gratuito y misericordia que Jesús había dado.
La presencia del resucitado: El resucitado se hace presente en la vida de todos aquellos seguidores que tenía. Les cambia la vida. Creen en la resurrección porque cambia que aparecen en la vida de cada uno.
La fe en Jesús resucitado: Es en la iglesia donde recibimos todos los criterios de Jesús resucitado, él era quien nos acompañaba. Los cristianos vivimos de la presencia de Jesús resucitado. No tengáis miedo, les dice.
Las bienaventuranzas
Las bienaventuranzas responden a nuestro deseo de vivir en plenitud: son ventanas que nos permiten dirigir la mirada a nuestro deseo de una realidad diferente. No describen una utopía sino las posibilidades que ya se encuentran en nuestro corazón.
En el Antiguo Testamento encontramos también las bienaventuranzas como sermón de la montaña. Solo hacen referencia los evangelistas Mateo y Lucas.
Las bienaventuranzas nos generan esperanza. Todo lo hace con un contexto judío. Practican la ley judía. En aquel momento, las palabras del artículo el homicidio (nos invita a una nueva actitud humana, Jesús dice que si te has peleado con alguien, deja todo y pide perdón), el adulterio (Jesús nos invita a no ser tan impulsivos), el divorcio, los juramentos, la venganza y amar a los enemigos (amar a aquel que nos hace la guita), Jesús hace un giro, que pone nervioso a todo el contexto judío y por eso lo capturan.
En la segunda parte Jesús presenta la segunda parte, la limosna, la oración y el ayuno.
La tercera parte, Jesús dice comienza con las características de la verdadera justicia: Un tesoro en el cielo, la luz del cuerpo, Dios y el dinero, confianza y angustia, no juzgar a los demás, pedir, buscar y llamar, los dos caminos, el árbol y sus frutos, decir y hacer.