Resumen las ratas de Miguel Delibes

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3.2. EL COMPROMISO ÉTICO: LA FUNCIÓN DEL NOVELISTA

Según Delibes:
«La novela no puede permanecer anclada en su antigua misión de Entretener a la burguésía, pero yo pienso que mayor interés aún que los Experimentos formales tienen las innovaciones de fondo. La novela, hoy, antes Que divertir -para esto ya están el cine comercial y la televisión-, debe Inquietar. Es, tal vez, el instrumento más directo de que disponemos para Barrenar la oronda seguridad de una burguésía satisfecha».

Y Añade: «Nuestra misión consiste en criticar, molestar, denunciar, aguijonear al Sistema de hoy y al de mañana porque todos los sistemas son susceptibles de Perfeccionamiento, y esto, a mi ver, sólo puede hacerse desde una conciencia Libre, sin vinculaciones políticas concretas».

3.5. LOS TEMAS

En 1966 escribía Delibes: «Hay una serie de motivos o ambientes que se reiteran en Mi producción:
muerte, infancia, naturaleza y prójimo». Un par de años después Precisaba esta afirmación al señalar: «En ellos se centra mi preocupación -muerte, prójimo- o mi vocación -naturaleza, infancia». Tales son, en efecto, Los cuatro temas en torno a los cuales gira toda su obra y ecos de todos ellos Pueden hallarse ya desde las primeras novelas.

El Miedo a la muerte del padre fue una experiencia infantil profundamente vivida Por Delibes, que ha explicado que La sombra del ciprés es alargada -la Historia de una amistad infantil truncada por la muerte- es el resultado de esa Obsesión. No es casual que en El camino, con la muerte del Tiñoso, Volviera a presentar la misma situación. El sentimiento latente de la muerte, Uno Miguel Delibes Castellano:
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de los motivos más subrayados en La hoja roja (1959), Es una presencia constante en las obras delibeanas.

Por lo que se refiere a la infancia, la nómina de Niños que aparecen en las páginas de Delibes es extensa: Pedro y Alfredo, de La Sombra...; el Mochuelo y sus amigos, el Senderines, el Nini; Quico, el Protagonista de El príncipe destronado... En la presentación de la Antología Mi mundo y el mundo escribía el autor: «Una vez me preguntaron Por qué había tantos niños protagonistas en mis novelas. Mi respuesta fue Sencilla. Para mí, el niño-
Dije- es un ser que encierra toda la gracia del Mundo y tiene abiertas todas las posibilidades, es decir, puede serlo todo, Mientras el hombre es un niño que ha perdido la gracia y ha reducido a una -el Oficio que desempeña- sus posibilidades. Con esta respuesta quería dar a Entender que para mí el niño, precisamente por la carga de misterio que Arrastra, tiene mayor interés humano que el adulto.

Muerte e infancia aparecen muchas veces Relacionadas. «Hay una confluencia de los dos temas demasiado frecuente en mi Obra para ser casual. Esto ya no es un hecho normal sino que quizá sea el fruto De aquella obsesión infantil». Y, en efecto, muchos de los personajes Infantiles de sus novelas son huérfanos, desde Pedro, el protagonista de La Sombra... Hasta, el Nini de Las ratas. El Senderines de La Mortaja (1957) es un niño que ve morir a su padre, con quien vive solo. Pero a veces, son los niños quienes mueren. Muertes de niños hay en La Sombra... (Alfredo), El camino (Germán, el Tiñoso) o en Diario de Un cazador (Melé). El mundo infantil, visto desde otra perspectiva, aparece Tratado también en El príncipe destronado (1973), novela en la que se Describe la aparición del miedo y de la inseguridad en el niño.

La naturaleza es el escenario de las novelas Rurales de Delibes (El camino, Las ratas, Viejas historias de Castilla la Vieja, Los santos inocentes). Pero también hay mucha naturaleza en los Diarios del Lorenzo cazador y Emigrante, y desde luego en los libros de tema cinegético. Descripciones del Paisaje castellano y de sus gentes llenan las páginas de Delibes, cuya obra han Querido ver algunos como una proyección del viejo tópico literario del «menosprecio de corte y alabanza de aldea». Una valoración ésta que, además de Simplista en exceso, se ajusta poco a la realidad. Basta leer Las ratas (1962) O Los santos inocentes (1981) para comprobar que el campo que presenta Delibes no es precisamente el paraíso.

En cuanto al cuarto tema señalado por el escritor -el prójimo- el propio Delibes ha aclarado que con este término se refiere a lo Que otros llaman preocupación o inquietud social. Cabe distinguir aquí varios Núcleos temáticos distintos, todos ellos con el común denominador del ser Humano y sus relaciones con los demás. Se ha aludido ya al tema de la Guerra-muerte. La soledad como tema tiene su máxima expresión en La hoja Roja, pero existe también en Aún es de día (1949), o en el tío Ratero y el Nini de Las ratas. Cinco horas con Mario es, entre Otras muchas cosas, la historia de una incomunicación. Parábola del náufrago (1969) constituye una denuncia de los totalitarismos, sean del signo que Sean, y es, en palabras de su autor, «un pequeño homenaje a tantos inocentes Como en el mundo han sido, y son, inmolados a la autocracia». Por lo que se Refiere a El hereje, una novela en la que están perfectamente Ensamblados los grandes temas delibeanos -la infancia de un niño huérfano, la Preocupación por los problemas de Castilla, la fidelidad del ser humano a sus Propias ideas, excelentes descripciones de paisajes, magníficas escenas de Caza- su autor la ha definido como «una defensa de la libertad de conciencia».

A Estos cuatro temas señalados por el novelista, cabe añadir algunas constantes Más. El sentimiento del miedo como sustrato profundo en el que arraiga toda la Obra de Delibes ha sido puesto de relieve por Gonzalo Sobejano, que lo Relaciona con la obsesión por la muerte que atemorizaba al autor en su Infancia. Todas las formas y todos los matices del miedo, pero también la Sublimación y la superación de ese mismo miedo pueden rastrearse en la extensa Obra delibeana: miedo a la muerte de los seres queridos, a no acertar en la Elección del propio camino, a la soledad, al cambio y a la pérdida de lo poco Que se tiene, a la injusticia, a la tiranía y a los sistemas que deshumanizan Al individuo, miedo a la violencia, al desamparo y a la enfermedad. Otras dosconstantes De Delibes son el humor -un rasgo éste en el que no se ha insistido lo Suficiente- y la ironía, una ironía piadosa y compasiva que hunde sus raíces en La ironía cervantina.

3.6. LOS PERSONAJES

«Yo Doy a mis personajes un lugar preponderante entre todos los elementos que se Conjugan en una novela. Unos personajes que vivan de verdad relegan, hasta diluir Su importancia, la arquitectura novelesca, hacen del estilo un vehículo Expositivo cuya existencia apenas se percibe y pueden hacer verosímil el más Absurdo de los argumentos».

En un Artículo publicado en La Vanguardia, se expresaba en la misma línea al afirmar que El principal deber del novelista es «crear tipos vivos». «Poner en pie unos Personajes -añadía- e infundirles aliento a lo largo de doscientas páginas es, Creo yo, la operación más importante de cuantas el novelista realiza [...] Visto desde este ángulo, el personaje se convierte en el eje de la novela y su Carácter prioritario se manifiesta desde el momento en que el resto de los Elementos que integran la ficción deben plegarse a sus exigencias».

En Delibes no hay que buscar héroes: ninguno de sus personajes lo es. Pero todos Ellos son seres entrañables, tratados con cariño y ternura por su creador, que Se proyecta con frecuencia en ellos. Sean gentes de campo o habitantes de la Ciudad, los personajes delibeanos están tratados de tal forma que su recuerdo Permanece fácilmente en la memoria del lector. Y es que Delibes se ha ocupado Siempre del hombre como individuo, buscando para ello los rasgos que hacen de Cada persona un ser único. Tal «singularidad» la expresa el escritor a través De tres cualidades esenciales que le sirven para individualizar a cada Personaje: un nombre, manías o gestos carácterísticos, y un destino, al que por Lo general se muestran fieles, son los rasgos que suelen definirlos.

De Entre la extensa galería de personajes delibeanos, probablemente son los niños Y los viejos quienes aparecen tratados con una mayor ternura. Inolvidables Resultan los niños de El camino, el Senderines de «La mortaja», o el Nini, de Las ratas. Pero no menos inolvidables son don Eloy, de La Hoja roja; el viejo jubilado de «El patio de vecindad», con quien tiene más De un punto de contacto; o Nilo, el Viejo, protagonista del cuento «Los Nogales». En cualquier caso, sean bedeles o profesores, amas de casa o criadas, Labradores o empleados de banco, de procedencia rural o urbana, hay algo Especial en la manera que tiene Delibes de presentar a sus personajes. La Crítica ha tratado de explicar en qué consiste este acierto del novelista y lo Ha hecho de distintas formas. Ya en 1970 Umbral habló del «ventriloquismo Literario» de Delibes, una fabulosa capacidad de «poner voces» que es la clave Misma de su fórmula novelística. «Delibes -decía Umbral- puede "poner Voz" de niño de pueblo, de criada respondona, de señorito de provincias, De paleto castellano, con una eficacia que es su mayor virtud creadora a la Hora de novelar». Algunos años más tarde, Alfonso Rey sostuvo, y demostró con Creces, que el mayor acierto del escritor estribaba en haber sabido novelar el Punto de vista de los personajes en obras como Las ratas, El camino, Los Diarios de Lorenzo o Cinco horas con Mario. Más Recientemente, Sobejano se ha referido al «ritmo de la compasión» como la nota Más peculiar y más profunda que Delibes ha traído a la narrativa española de Nuestro tiempo. Para Sobejano, la compasión no es sólo «el sentimiento de pena Por el padecimiento del otro, con deseo de remediarlo, sino además y Principalmente la capacidad de ponerse dentro de la conciencia del otro (empatía) o de acompañarla en atenta concordancia (simpatía)»

Con Distintas palabras y con variados argumentos, la valoración final del Tratamiento dado por Delibes a sus criaturas acaba coincidiendo en lo Fundamental: el escritor sabe ponerse en el lugar de los otros, sabe ver a Través de la mirada ajena y, sobre todo, sabe callar y dejar que sean sus Personajes quienes hablen por sí mismos y desde sí mismos. Ahí es donde radica Sin duda su gran acierto como novelista.

-ETAPA DE INICIACIÓN

La Sombra del ciprés es alargada (1947)

“Cuando Escribí La sombra del ciprés... Lo hice en tal estado de virginidad literaria Que entendía que la literatura debía ser engolada, grandilocuente [...] Y, que Si no era engolada y grandilocuente, dejaba automáticamente de ser literatura.”

Presenta Una concepción tradicional del género: biografía de un personaje desde su niñez Hasta un momento de la edad adulta. Es ejemplo de novela existencial: tendencia A la introspección, Pedro -el protagonista- defiende su individualidad frente Al resto, prefiriendo no tender lazos con el mundo para no sufrir.

ETAPA DE FORMACIÓN

El Camino (1950)

“A Raíz del Nadal empiezo a leer un poco obras de ficción y entonces llego al Convencimiento de que, abandonando la retórica y escribiendo como hablo, tal Vez pueda mejorar la cosa. Así fue como entré en ese cambio de lenguaje, o de Técnica, o de las dos cosas [...] En El camino me despojé por primera Vez de lo postizo y salí a cuerpo limpio.”

Retrata Con los ojos infantiles de Daniel el Mochuelo la vida de un pueblo y sus Gentes. El chiquillo rememora, en unas pocas horas, antes de dejar el pueblo, Lo que vio y cómo lo vivíó. El Realismo llega a veces al tono desgarrado y Amargo. Incorpora el lenguaje coloquial y el habla rural. Aparecen ya dos Constantes de su obra posterior: la idealización del mundo rural como paraíso Perdido y el afecto por los humildes.

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Diario de un cazador (1955) y Diario De un emigrante (1958) cuentan la vida cotidiana de un hombre joven, Lorenzo, con un uso muy acertado del lenguaje coloquial.
Continuó los diarios más adelante con Diario de un jubilado con el mismo protagonista.

La hoja roja (1959) narra la Historia de un recién jubilado, abocado a la soledad y en espera de la muerte, Que encuentra en su sirvienta el afecto que todo el mundo le ha negado. Mi Idolatrado hijo Sisí (1953) es una novela en la que el adinerado padre del Protagonista nos muestra sus ideas sobre la nula educación a la que ha sometido Conscientemente a su hijo.

-ETAPA DE MADUREZ

Su obra Las ratas (1962) es un desolado Cuadro de la vida de un misérrimo pueblo castellano. El argumento es mínimo. Los personajes parecen determinados por el medio en el que nacen y viven y son Incapaces de modificar su forma de vida. Entre ellos destaca el Nini, un niño que Ha heredado de sus abuelos la sabiduría popular (la caza, las faenas agrícolas, Los refranes,…) y que casi se convierte en un símbolo del bien contra el mal, De la inocencia frente a la astucia.

El lenguaje es riquísimo: abunda el léxico Campesino.

Su obra Cinco horas con Mario (1966) se Trata en su mayor parte del largo y patético soliloquio de una mujer, Carmen, Que habla en su imaginación con su marido la noche en que vela su cadáver. Es Un retrato de la mediocridad, convencionalismo y trivialidad de una vida Burguesa en una capital de provincias durante los primeros veinticinco años del Franquismo. El catolicismo ultraconservador de ella se enfrenta al pensamiento Liberal y la preocupación social del marido.

Parábola del naufrago (1969) Trata de la alienación en la sociedad contemporánea y sus consecuencias en el Individuo. Es una novela experimental en el uso del lenguaje y las técnicas Innovadoras.

El príncipe destronado (1973) Retrata el microcosmos de una familia de clase media desde el punto de vista de Un travieso e inteligente niño de tres años, Quico, que se siente desplazado Tras el nacimiento de su nueva hermana.

Las guerras de nuestros antepasados (1975) Habla sobre la presencia secular de la violencia en la historia de España. El Disputado voto del señor Cayo (1978) se enmarca en las primeras elecciones Democráticas, el candidato descubre los valores del mundo rural en la figura de Cayo.

Los santos inocentes (1981) En esta obra, el autor, para expresar algunas de sus preocupaciones recurrentes (el mundo campesino, la desigualdad social, la explotación de los débiles, el Recuerdo de la Guerra Civil,…), combina eficazmente el Realismo social y la Narración de corte experimental. Tras el pudor, la delicadeza, la elementalidad O el lirismo se esconde una enorme violencia individual y social. Según Delibes: «La situación de sumisión e injusticia que el libro plantea, propia de Los años 60, y la subsiguiente “rebelión del inocente” ha inducido a algunos a Atribuir a la novela una motivación política, cosa que no es cierta. No hay Política en este libro. Sucede, simplemente, que este problema de vasallaje y Entrega resignada de los humildes subleva tanto –por no decir más– a una Conciencia cristiana como a un militante marxista. Afortunadamente, creo, estas Reminiscencias feudales van poco a poco quedando atrás en nuestra historia».

Madera de héroe (1987) Es una meditación sobre la naturaleza del héroe en el marco de la Guerra Civil.Señora De rojo sobre fondo gris (1991) Es una elegía a la muerte de su esposa con El fondo de la detención de sus dos hijos en el año en que murió Franco.

El hereje (1998) Es una novela histórica ambientada en Valladolid a comienzos del Siglo XVI. Destaca el retrato de un personaje, Cipriano Salcedo, fiel a sus ideas heterodoxas En la España Del Concilio de Trento. Es un canto a la tolerancia y la libertad de Conciencia.

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