La Restauración en España (1874-1923)

Tras el golpe del general Pavía el 3 de enero de 1874, el general Serrano encabezó el gobierno y quiso poner fin a la III guerra carlista (1872-1876).

Los alfonsinos adquirieron mayor protagonismo y pedían la vuelta de la dinastía borbónica. El 1 de diciembre de 1874, el príncipe Alfonso, con motivo de su decimoséptimo cumpleaños, dirigió desde la academia militar de Sandhurst (Inglaterra) el Manifiesto de la Nación (Manifiesto de Sandhurst), redactado por Cánovas del Castillo, en el que se afirmaba que los problemas de España se solucionarían con la vuelta de la monarquía tradicional.

A finales de 1874, el General Martínez Campos proclamó en Sagunto a Alfonso XII (1874-1885) como rey de España y contó con el apoyo de la mayor parte del ejército.

La inestabilidad del sistema político del Sexenio Democrático (1868-1874) y la división de la sociedad hicieron que comenzara el periodo de la Restauración (1875-1923). La Restauración restablecía la dinastía borbónica y la mantenía (moderantismo liberal pero con modificaciones externas).

Bases ideológicas

Las bases ideológicas del sistema de la Restauración son las de su creador, Cánovas del Castillo. Sus claves son las siguientes: era pragmático, la figura del rey era la más importante y fundamental, estaba a favor de la soberanía compartida, las Cortes bicamerales y el rey. Además, era una persona pesimista y conservadora, mantenía que el ejército debía estar alejado de la vida política, es decir, controlado por el rey.

En 1876, las Cortes redactaron la Constitución que estuvo vigente hasta 1931 (inicio de la República). La Constitución de 1876 se caracterizaba por tener la soberanía compartida entre las Cortes y el rey, el sufragio no venía determinado. En 1878, Cánovas redactó el sufragio censitario masculino y en 1890 Sagasta el universal masculino.

Se crearon el Partido Conservador, defensores del orden social y público, de los valores establecidos por la Iglesia y la propiedad, su líder era Cánovas del Castillo. También se creó el Partido Liberal-fusionista, que abogaban por las reformas sociales, la educación y un cierto laicismo, liderados por Sagasta.

Cánovas pensaba que se necesitaban dos partidos respetuosos con la Constitución para poder turnarse en el Gobierno. Estos partidos ganarían muchos escaños en el Congreso. El sistema de turnos de partidos se consolidó estructurado en un mecanismo electoral corrupto que compraba votos y falsificaba actos electorales. Por ello, ambos partidos (bipartidismo) se turnaban en el gobierno (turnismo). Cuando el pacto se convertía en algo imposible o inseguro, la presión que se ejercía para que los resultados no se apartaran de sus objetivos se denominaba pucherazo, que consiste en la aplicación de coacción, violencia, fraude, compra de votos, etc…

El caciquismo fue un hecho sociopolítico que estuvo presente en España desde mediados del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo XX.

Consiste en el control del poder en determinadas zonas, sobre todo rurales, por personas de gran influencia y prestigio social. Suponía el dominio del cacique sobre los campesinos como las antiguas relaciones señoriales, hacían de intermediarios ante el estado, convenciendo a los campesinos que votaran al grupo político que tocara (bipartidismo y turnismo).