La Restauración Borbónica en España: Estabilidad Política y Oposición (1874-1902)

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LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA

En diciembre de 1874, el general Arsenio Martínez Campos proclamó rey de España a Alfonso XII mediante un pronunciamiento militar, restaurando así la dinastía borbónica. Sin embargo, la restauración monárquica se había gestado durante el Sexenio Democrático, cuando Antonio Cánovas del Castillo, al frente del Partido Alfonsino, recibió plenos poderes de Isabel II para preparar el retorno de la monarquía en la persona de su hijo.

El Proyecto de Cánovas del Castillo

El proyecto de Cánovas consistía en aprovechar el descontento político generalizado para conseguir apoyos para la causa alfonsina y que la restauración fuese reclamada por un amplio sector de la opinión pública. No entraba en sus planes un pronunciamiento militar. Cánovas, que consideraba la monarquía y el sistema parlamentario británicos como modelos, había aconsejado una educación británica para el príncipe Alfonso. Desde allí, Alfonso XII proclamó un manifiesto redactado por Cánovas, en el que se afirmaba que la monarquía era la única salida para cerrar la crisis del periodo revolucionario y se apuntaban las líneas fundamentales del sistema de la Restauración. El nuevo régimen fue reconocido por las potencias extranjeras.

Bases del Sistema de la Restauración

La entrada de Alfonso XII dio comienzo a una larga etapa de estabilidad política, basada en un sistema regido por los valores conservadores de orden, propiedad y monarquía, combinados con los aspectos formales e institucionales del Estado liberal. Cánovas del Castillo fue quien afirmó los principios ideológicos y sentó las bases institucionales y jurídicas del sistema. Para ello se propuso:

1) Pacificación Militar

El país se consiguió pacificar después de la Tercera Guerra Carlista, que tuvo un gran coste humano y financiero, y supuso la abolición de los fueros vascos y navarros. En 1878 se firmó la Paz de Zanjón, que puso fin a la insurrección cubana de 1868. Se le concedió una autonomía administrativa a Cuba, aunque no sirvió para cerrar el conflicto.

2) Bipartidismo

Los partidos leales a la corona eran el Conservador y el Liberal, que se turnaron el poder mediante los mecanismos propios de un sistema parlamentario.

a) El Partido Conservador

Liderado por Cánovas del Castillo, representaba los intereses de la burguesía latifundista y financiera y de los grupos residuales del Antiguo Régimen.

b) El Partido Liberal

Liderado por Sagasta, integraba la mayoría de los progresistas y a algunos de los republicanos y demócratas moderados. Quería incorporar a la Restauración los aspectos menos radicales de la Revolución de 1868, lo que le supuso el respaldo de profesionales liberales, de la burguesía industrial y comercial, de los funcionarios y de sectores de la aristocracia terrateniente. Este partido se creó por las necesidades del sistema ideado por Cánovas.

3) Constitución de 1876

Para legitimar la monarquía parlamentaria era necesaria una constitución que regulara el nuevo régimen político. Cánovas convocó unas elecciones con sufragio universal masculino para formar unas Cortes Constituyentes. La Constitución de 1876 estaba inspirada en la de 1845 e incorporaba aspectos de la de 1869. Establecía que:

  • La soberanía era compartida entre las Cortes y la Corona.
  • La Corona era inviolable.
  • Las Cortes eran bicamerales.
  • Se reconocían los derechos y libertades individuales.
  • Se reconocía el catolicismo como religión oficial (admitiendo la tolerancia de las demás religiones).

Respecto al procedimiento electoral y el tipo de sufragio, el texto constitucional no se pronunciaba, remitiendo a una ley posterior gracias al Partido Liberal. Esta y otras indefiniciones permitieron que la Constitución se adaptara a las diferentes tendencias políticas liberales, que eran las únicas que formaron parte del juego político de la Restauración.

Turnismo y Funcionamiento del Sistema

El turno pacífico de los partidos leales a la corona se basaba en que pactaban el acceso al gobierno sin recurrir a pronunciamientos militares. De esta forma se evitaba el peligro de que la monarquía se identificase con un solo partido, y además se garantizaba la continuidad del régimen. Para garantizar el turno se recurría al fraude electoral. Los caciques eran utilizados para garantizar la mayoría necesaria para gobernar; para ello recurrían a la compra de votos o coacción.

El mecanismo del turno era el siguiente:

  1. Periódicamente y de forma pactada, el rey encargaba la formación de un nuevo gobierno al partido al que le tocaba gobernar. Este, desde el ministerio, confeccionaba el “encasillado” que deberían salir elegidos en cada distrito, reservando siempre algunos escaños a la oposición.
  2. El “encasillado” se entregaba a los gobernadores civiles para que lo impusieran en la provincia y en los ayuntamientos a través del cacique local. Para ello se manipulaban los censos de electores, se coaccionaba el voto, y si eso no bastaba se cambiaban las actas de los resultados.

Las listas de diputados estaban formados por miembros de una oligarquía que monopolizaba los cargos político-administrativos y los escaños de las Cortes. De este modo podían controlar todos los resortes de poder. El fraude fue una práctica habitual durante la Restauración. Este sistema se consolidó porque favorecía la estabilidad política al eliminar la oposición.

LA DINÁMICA POLÍTICA

El sistema político ideado por Cánovas quedó configurado en 1876, pero el modelo de Restauración no se consolidó hasta la muerte de Alfonso XII en 1885. A partir de entonces, Cánovas y Sagasta se turnaron el poder demostrando la convivencia política en un marco de estabilidad. También fue durante la regencia cuando se iniciaron transformaciones que alteraron el equilibrio del régimen, las cuales debilitaron los fundamentos socioeconómicos y políticos del sistema.

Reinado de Alfonso XII (1875-1885)

Se caracterizó por el mandato del Partido Conservador la mayor parte del periodo. Las medidas restrictivas afectaron a la libertad de cátedra, a la libertad de expresión y ocasionaron la prohibición de los sindicatos y la centralización administrativa. Con esto se inició la redacción del Código de Comercio y del Código Civil. Entre 1881 y 1883 estuvo en el poder el Partido Liberal de Sagasta, el cual restableció la libertad de cátedra y de expresión. Respecto a la política internacional, no hubo aislamientos y estalló el conflicto de las Carolinas. Cabe destacar la aportación liberal en el terreno económico con acuerdos libercambistas.

La Regencia de María Cristina (1885-1902)

A la muerte de Alfonso XII, su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo, asumió la regencia con el apoyo de los partidos dinásticos. Estos firmaron el Pacto del Pardo. María Cristina otorgó el poder a los liberales, que gobernaron el país entre 1885 y 1890, desarrollando el programa de reformas más avanzado del periodo. Se aprobaron el Código de Comercio, el Código Civil, la Ley de Asociaciones y el sufragio universal masculino, que quedó limitado por el fraude electoral. La vuelta de los conservadores con la presidencia de Cánovas hasta 1897, cuando es asesinado. La política internacional mantuvo las mismas directrices que en el reinado de Alfonso XII.

OPOSICIÓN POLÍTICA

Durante la Restauración, diversos grupos se opusieron al sistema:

3.1 El Carlismo

3.2 El Republicanismo

3.3 Del Regionalismo al Nacionalismo

3.3.1 El Catalanismo

3.3.2 El Nacionalismo Vasco

3.3.3 El Nacionalismo Gallego

3.4 El Movimiento Obrero

LA CRISIS DE 1898

4.1 Las Guerras Coloniales

4.2 La Intervención de EEUU

4.3 Las Repercusiones del Conflicto

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