Renacimiento
Hacia el siglo XIV se vivió un momento de renovación y cambio que condujeron a la Edad Media a su fin, dando lugar a lo que se conoce como el Renacimiento. Se considera su inicio con la caída de Constantinopla en el año 1453 a mano de los otomanos.
El Renacimiento se caracterizó por una renovación de la cultura clásica grecolatina, y por ser un movimiento muy heterogéneo y falto de unidad. Los factores que provocaron esta ruptura fueron varios. Por un lado, las desavenencias entre Iglesia y Estado provocaron una pérdida en el interés por las cuestiones religiosas. La recuperación de obras de literatura clásicas también influyó en este cambio, así como la caída del imperio bizantino, la consolidación de la burguesía, los nuevos avances técnicos, y sobre todo, la invención de la imprenta.
La principal tendencia que lo caracterizó el Renacimiento fue el humanismo, un nuevo pensamiento que sustituyó al teocentrismo medieval. Se caracterizaba por el retorno a la antigüedad clásica, el antropocentrismo (el hombre es el centro de todo), el individualismo y la curiosidad y anhelo de saber y conocer.
La filosofía de esta época no tuvo gran relevancia respecto a la medieval y moderna. La antigua filosofía clásica resurge de nuevo, y sus pensadores con ella, y sus teorías fueron discutidas y actualizadas para mantenerlas en diálogo constante.
Entre los autores de esta filosofía renacentista destacan Michel de Montaigne, y su pesimismo epistemológico que le lleva a la pregunta de “que soy yo”; y Nicolás Maquiavelo, fundador de la ciencia política moderna, autor de la obra “El príncipe”, y defensor de la teoría de que el fin justifica los medios.
En cuanto a las reformas religiosas de la época, destaca la reforma protestante iniciada por Martín Lutero. Esta reforma defendía varias tesis, como la recuperación del mensaje autentico del evangelio, el rechazo a la corrupción eclesiástica,… Esta reforma provocó una división (Cisma) en la Iglesia y que intentó ser apaciguada con la conocida como Contrarreforma.
Por último, la ciencia de la época consiguió gran cantidad de avances y descubrimientos que permitieron al ser humano modificar la imagen que tenían del mundo y de sí mismo. Avances como el sistema heliocéntrico propuesto por Copérnico, que revolucionó no sólo la astronomía, sino muchos otros aspectos de la vida y la ciencia; la aparición de nuevas materias y ciencias, así como una clasificación de éstas; la concepción propuesta por Bruno de un universo infinito en el que sólo somos una pequeña parte; el descubrimiento por parte de Kepler de las órbitas elípticas, rompiendo con la teoría de la circularidad mantenida desde la Grecia clásica; o la reforma de la ciencia iniciada con Galileo, que le dio un gran papel a las matemáticas y aportó un nuevo método para ésta.