religión

Que no es el reino de Dios:

No es algo que se impone.

No es un espectáculo.

No es una conquista del ser humano.

Que es el reino de Dios:

Es Dios en sí mismo.

Es la presencia de Dios en nosotros.

Es lo pequeño, lo cotidiano.

Es Don y tarea, regalo que se nos da pero tenemos que trabajar para ello.

Clasificación de las parábolas:

Realidades de la vida y de los hombres para ilustrar con ellas la actuación de Dios. La parábola de la levadura, la parábola del grano de mostaza, la parábola de la dracma y de la oveja perdida. Dios, cuando actúa con los hombres, es como el pastor que busca la oveja perdida o como la mujer que barre su casa para hallar la moneda extraviada: con el reino de Dios, cuando está apunto de manifestarse, ocurre como con la levadura o el grano de mostaza: que su vida es al principio silenciosa y oculta hasta que se revela en todo su esplendor al final.

Historias inventadas por Jesús, verosímiles en su contexto histórico y sociocultural, con las que también nos enseña lo que ocurre con el reino que llega o, lo que es lo mismo, cuál es la actuación de Dios con los hombres.

Jesús trata de enseñarnos una manera de actuar que nos toca ejercitar a nosotros, en respuesta al anuncio de la llegada del reino. En éstas se nos enseña, la vigilancia de la llegada del reino, una cierta astucia necesaria para alcanzar lo realmente importante, lo inaceptable de la suficiencia ante Dios, o que la actuación del hombre ha de ser fruto del amor incondicionado, como ocurre con Dios.

El sembrador: Enseña donde recae la responsabilidad del reino haciendo con la semilla una  referencia al corazón del hombre.

El grano de mostaza: Hace referencia al desarrollo del reino de los cielos en el corazón de los hombres.

El tesoro escondido: Se refiere a que lo mejor que nos puede pasar es encontrar a Dios en cualquier situación y momento debido a que siempre está para nosotros.

la red: Enseña que todos somos iguales (debido a que la red caza a todos los peces) ante los ojos de Dios.

odres viejos y nuevos: Se refiere a que para prosperar en algo hay que renovar la mentalidad para dejar paso a nuevas ideas.

 los invitados al banquete: Para explicar que en lugar de renovar sus mentalidades y aceptar lo que les ofrece el reino prefieren no entrar dentro (no aceptar su invitación)

los talentos del dinero: nos enseña que cuando tenemos un don, no hay que desperdiciarlo sino ofrecerlo.

 la semilla que crece por sí sola: Habla de que el reino crece dentro de nosotros solo en el caso de que “reguemos la semilla”, quiere decir que esto solo depende de nosotros mismos.

 El hijo pródigo: Nos enseña que hagamos lo que hagamos Dios siempre nos va a recibir con los brazos abiertos.

Las parábolas son breves narraciones dichas por Jesús que encierran una educación moral y religiosa, revelando una verdad espiritual de forma comparativa.

un milagro es un suceso sensible y transcendente que se produce con intervención divina y que forma parte asimismo de una revelación. Milagros significa pujanza que es un impulso o fuerza que utiliza Jesús en sus signos.

Los exorcismos: manifiestan el aspecto interior del reino de Dios, liberación del pecado y Satánás.

Las curaciones: manifiestan el aspecto exterior del reino de Dios, liberación de la enfermedad y de la muerte.

Los milagros de donación: Jesús interviene en beneficio de la gente, que experimenta la carencia de un elemento material.

Los milagros de salvamento: Jesús interviene para salvar a uno o más hombres en una situación más dramática que la de los milagros de donación.

Los milagros de legitimación: curaciones que justifican el comportamiento de Jesús y tienen un carácter de controversia.

Las epifanías: la transfiguración de Jesús y apariciones de Jesús resucitado.

Los evangelios ponen de manifiesto que Jesús nunca  exigíó a los pecadores una penitencia una reparación antes de perdonarle sus pecados. Les ofrecía siempre un perdón inmerecido y gratuito, que debía ir seguido de un cambio de conducta. La parábola del hijo pródigo enseña que Dios en vez de adoptar una actitud distante hacia quien le ha ofendido, sale en su busca para abrazarlo y sin hacerle ningún reproche le da un banquete de bienvenida. Jesús no tenía ningún reparo en sentarse a la mesa con los pecadores, es decir, de sentarse con fariseos, pecadores y enfermos.

Jesús era plenamente consciente de la división que provocaba su mensaje y su conducta, eran las gentes sencillas que me vibraban oyéndole hablar del reino de Dios, y los bien pensantes quién es los rechazaban indignados. No tiene nada de extraño porque el reino de Dios representa una alternativa radical a las ideas convencionales.

A Jesús lo mataron por la vida que llevó y por la misión que cumplíó. Sobre este porqué de su muerte puede plantearse el para que de su muerte. Desde un punto de vista teológico histórico puede decirse que Jesús murió por nuestros pecados y para la salvación de los hombres, desde un punto de vista histórico teológico ha de sostenerse que lo mataron por la vida que llevo.