Los reinos cristianos en la baja edad media

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Bloque 5:

5.1: Los reinos cristianos en la baja edad media: organización política e instituciones en el reino de Castilla y en la Corona de Aragón.

En la Corona de Castilla, desde el reinado de Alfonso x, se fortaleció el poder de la monarquía hasta que a finales del s.xv fue uno de los estados modernos más poderosos de Europa. La autoridad de los reyes contribuyó como en toda Europa a la aceptación de la teoría del origen divino del poder y la reintroducción del derecho romano a mediados del s.xiii, dio toda la autoridad a los soberanos, que eran los únicos que podían aprobar o derogar leyes. A los nobles no les satisfizo el fortalecimiento de la autoridad real y durante los s.xiii-xiv se rebelaron contra la monarquía cuando estaba debilitada. Las instituciones de la Corona de Castilla se fueron consolidando desde el s.xiii, el Consejo real como órgano consultivo estuvo formado por nobles, prelados y expertos en leyes. En 1371, se creó la Audiencia para regular la función de justicia, y en 1442 se estableció en Valladolid (Cancillería). Para ayudar al rey se crearon los cargos de mayordomo, chanciller, condestable y almirante se encargaba la nobleza). La corte no tenía capital fija, pero en el s.xv tendió a fijarse en Valladolid. Se aumentaron los ingresos fiscales y se desarrollaron las contadurías de hacienda y cuentas y se creó una red de recaudadores y aumentaron el poder de la corona. Con Alfonso x el reino se dividió en 7 provincias (adelantamientos y merindades). Alfonso xi introdujo el sistema de regimientos a partir de 1345 para controlar los concejos y se extendió la figura del correguidor, un general que intervenía en los conflictos de las ciudades. Una de las instituciones más importantes fueron las Cortes (1188), el rey convocó a representantes de las ciudades y a nobles y clérigos y desde eso en las reuniones se aprobaron subsidios a la corona a cambio de mantener el valor de la moneda y atender a las peticiones de las cortes. En 1301 se unificaron las cortes de León y Castilla y a lo largo del s.xiv se papel político tuvo un importante carácter consultivo. En las cortes participaban los procuradores de las 17 ciudades más importantes (18 con Granada). En el s.xv la nobleza y el clero dejaron de asistir porque tenían ya sus propios mecanismos de influencia política. La Corona de Aragón, era una federación de reinos (Aragón, Valencia, Mallorca y el Principado de Cataluña), cada uno tenía diferentes instituciones y leyes a las cuales tenía que someterse. La política mediterránea obligó a la corona a pedir ayuda económica a los estamentos privilegiados de sus reinos, y a cambio en 1283 las cortes de Aragón y las de Cataluña impusieron a Pedro iii el grande el juramento del privilegio general y de las leyes de sus respectivos reinos. La corona se comprometía a convocar cortes para obtener subsidios, en Aragón el rey aceptó la jurisdicción de justicia mayor. Este modelo político, llamado Pactismo, por la obligación de los reyes de llegar a acuerdos con los estamentos en las cortes. Las cortes estaban dominadas por la nobleza y clero, que tomaban las decisiones. Estaban compuestas de 3 estamentos (nobleza, clero y estado llano). Las cortes defendieron los intereses feudales frente a la corona que quería extender su autoridad. En 1359, Pedro iv aceptó la formación de una comisión permanente de las cortes catalanas (generalitat) y se convertiría en un auténtico gobierno catalán y este modelo se extendió por toda la corona de Aragón. En cada reino tenían un lugarteniente o gobernador (virrey en Mallorca) que dirigía la administración del territorio y también existía un consejo real y una audiencia que estaba presidida por un canciller.

5.3: Los reinos cristianos en la baja edad media: la expansión de la corona de Aragón en el mediterráneo.

En el periodo de Pedro el grande (1276-1285) se inició la expansión de la corona de Aragón por el mediterráneo. Causas: la necesidad de la nobleza de obtener más poder personal y canalizar sus ambiciones feudales. La prolongación de las campañas contra los musulmanes en el s.xiii supusieron la conquista de Valencia y las islas Baleares, pero la expansión era también por los intereses comerciales de ciudades como Barcelona donde la clase de mercaderes y armadores tenía un gran poder social y político y dominaban el comercio en el mediterráneo. Con la conquista de Mallorca e Ibiza, la corona de Aragón conquistó Sicilia en 1282 y Cerdeña en 1326, luchando contra los reyes franceses y el papado. Los almorávides (mercenario catalanes y aragoneses al mando de Roger de Flor y más tarde de sus catalanes) permitieron esta expansión y los ducados de Atenas y Neopatria (1311-1318) estaban bajo la corona de Aragón. En la primera mitad del s.xiv los reyes de Aragón mantuvieron sus conquistas mediterráneas con control militar en Cerdeña y Mallorca y se enfrentaron a las potencias de Génova y Venecia (rivales comerciantes y políticos en el medit.). La corona de Aragón también consiguió control militar y comercial sobre los territorios musulmanes de la costa norteafricana, pero la conquista de Gibraltar por los castellanos impidió la expansión de Aragón hacia el Atlántico. Y a finales del s.xiv se perdió el control sobre los ducados griegos. En el s.xv la nueva dinastía Trastámara mantuvo sus conquistas y las aumentó con el reino de Nápoles en 1443, tras 20 años de guerra contra una coalición de genoveses, venecianos y franceses. Desde entonces aragoneses y franceses rivalizarán militarmente por el control de la península italiana. Tanatas campañas militares obligaron a la monarquía a mantener un gran esfuerzo militar y económico y a depender de las distintas cortes para obtener recursos, pero las conquistas también impulsaron la prosperidad y el crecimiento económico, sobre todo de Barcelona y Valencia por el control de las rutas marítimas y de las especias que llegaban de Siria y Egipto al mediterráneo.

5.4: Los reinos cristianos en la baja edad media: las rutas atlánticas (castellanos y portugueses). Las islas Canarias.

Con las conquistas territoriales de los portugueses y castellanos, les permitió controlar las áreas costeras del Atlántico y su expansión marítima, comercial y militar se dirigió hacia el Atlántico. Con la conquista de Algeciras, Castilla en 1344 dominó toda la zona del estrecho de Gibraltar y Sevilla y los puertos andaluces de Cádiz, Palos, Sanlúcar… eran puntos de escala para los viajes entre el Mediterráneo y Atlántico. Sevilla era un gran centro mercantil y en la ciudad se establecerán agentes comerciales y banqueros italianos (genoveses). Se desarrolló la construcción naval y los marineros vascos controlaron el comercio marítimo, en la costa africana atlántica se importaba oro y esclavos. Los castellanos también se expandieron por la costa atlántica norte y por la cantábrica, Bilbao exportaba lana y hierro hacia los puertos de la costa francesa, inglesa y Flandes y los barcos castellanos traían paños, tapices y otros objetos lujosos. Desde 1369, la política de los reyes Trastámara se dirigirá a mantener una alianza militar con Francia, que les apoyaron con Inglaterra en la guerra de los cien años. Las victorias de Castilla aseguraron la ruta en el canal de la Mancha y el desarrollo del comercio castellano en la zona hasta la primera mitad del s.xvi. La experiencia naval de Castilla y Portugal, serviría para entender el papel predominante de la península ibérica en el “descubrimiento” y conquista del nuevo mundo. Portugal también tenía buenas condiciones para el desarrollo marítimo y entró en rivalidad con Castilla por la expansión por el Atlántico. En el s.xiv los descubrieron Madeira y las Azores. Portugal era aliada de Inglaterra y en 1383 el rey de Castilla, Juan I intentó separar a Portugal pero falló (derrota castellana de Aljubarrota, 1395), desde entonces la rivalidad entre ambas coronas se mantuvo hasta el final de la edad media. Las islas Canarias, situadas a más de 1k km de la península ibérica, se conocían en la antigüedad y podrían haber sido visitadas por los fenicios. Los romanos las explotaron en el s.i y las llamaron islas afortunadas, y durante la edad media las islas se convirtieron en un mito. A finales del s.xiii fueron redescubiertas por una flota genovesca y en 1433 el papado otorgó derechos sobre las islas a los portugueses, pero en el tratado de Alcaçovas, 1479, Portugal reconoció los derechos de Castilla sobre las islas a cambio de su soberanía sobre Fez y Guinea. Cuando se descubrieron las Canarias, estaban habitadas por los “guanches”, que eran una población en un estado cultural neolítico. La conquista de las Canarias fue entre 1402 y 1496 y no fue fácil en lo militar, por la resistencia de los guanches en algunas islas. Chocaron los intereses particulares de la nobleza y los de la corona. La conquista señorial se inició por los nobles normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle entre 1402 y 1405, que recibieron el derecho de conquista por el rey de Castilla a cambio de un pacto de vasallaje. Más tarde diversos nobles castellanos se apropiaron de las primeras islas conquistadas e incorporaron la isla de La Gomera (1450). Durante el reinado de los Reyes Católicos, la corona de Castilla financió la conquista de las islas que faltaban por dominar (Gran Canaria, La Palma y Tenerife). En 1496 la conquista finalizó, la conquista realenga tuvo lugar entre 1478 y 1496. La población guanche fue exterminada por los conquistadores europeos.

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