El Reinado de Isabel II: Moderados y Progresistas

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1. La Regencia de Espartero (1840-1843)

El apoyo de María Cristina a la política moderada provocó el enfrentamiento entre los progresistas y la regente, lo que dio lugar a un amplio movimiento insurreccional que condujo a su renuncia. Los sectores progresistas volvieron sus ojos hacia el general Espartero, vencedor de la guerra carlista, la única autoridad con carisma que podía asumir el poder y convertirse en regente.

Durante la regencia de Espartero se retomó el programa de reformas progresistas (desamortización de los bienes del clero secular). Los moderados aprovecharon la división del progresismo y el aislamiento de Espartero para realizar una serie de conspiraciones encabezadas por los generales Narváez y O'Donnell, que acabaron con la regencia de Espartero, dando lugar a la proclamación de Isabel II.

2. Las Diferentes Opciones del Liberalismo: El Sistema de Partidos en el Reinado de Isabel II

El sistema político liberal configurado por la Constitución de 1837 se articuló a través de dos grupos: el moderado y el progresista. Con el paso de los años, a la izquierda de este último se formaron los primeros núcleos de demócratas y republicanos.

Los partidos políticos del siglo XIX no eran como los concebimos en la actualidad. No se trataba de grupos compactos y homogéneos con una ideología y un programa bien definido, sino que constituían más bien agrupaciones de personas influyentes y poderosas (notables, civiles o militares). Más que partidos organizados eran corrientes de opinión o "camarillas", vinculadas por relaciones personales o intereses económicos, que se unían para participar en las elecciones y controlar las diferentes parcelas del poder.

2.1. Características de los Partidos Políticos del Siglo XIX:

  • Fuerte componente individualista (divisiones y enfrentamientos entre sus líderes).
  • Sus ideas se traducían a través de la práctica electoral (sometida a la corrupción y el arreglo), la prensa política y la oratoria parlamentaria.
  • Era muy importante el peso de los líderes (Narváez, moderado; Espartero, progresista; O'Donnell, unionista).
  • Uso de elementos simbólicos de raíz histórica (himno de Riego, escarapelas tricolor, banderas...).

Tenían poco contacto con la realidad social, con escasa participación electoral de las clases bajas. Se impuso un sufragio muy limitado a las clases más pudientes.

3. El Reinado de Isabel II: La Década Moderada (1844-1854)

3.1. Configuración y Caracteres del Régimen Moderado

Tras la caída de Espartero y la breve etapa del gobierno de Olózaga, los moderados se hicieron con el poder, con el apoyo de la corona, e iniciaron la última etapa de la configuración del Estado liberal en España.

3.1.1. Bases Sociales y Apoyos del Moderantismo:

Liberalismo doctrinario: Los moderados antepusieron la defensa del orden y de la propiedad frente a la libertad y los derechos individuales y colectivos. Además, reprimieron con extrema dureza los movimientos de protesta populares, lo que les granjeó el apoyo de la corona y de los terratenientes.

Los principales apoyos del moderantismo español fueron la propia corona y gran parte del ejército, quienes garantizaban el régimen político y el orden social.

3.2. Constitución de 1845

  • Establece un régimen de monarquía liberal de tendencia conservadora, basado en la participación política exclusiva de una oligarquía de propietarios, garantizada por un sufragio censitario muy restringido.
  • Establece la soberanía compartida entre la corona y las Cortes, que siguen siendo bicamerales, con la novedad de que los senadores son de designación real, lo que limitaba la posibilidad de reformas profundas.
  • Ampliación de los poderes del ejecutivo (gobierno), en perjuicio del legislativo (Cortes).
  • Sometimiento de los ayuntamientos y las diputaciones a la administración central, lo que inicia el proceso de centralización y uniformización administrativa que caracteriza este periodo.
  • Respeta la declaración de derechos de la Constitución de 1837, pero remite su regulación a leyes ordinarias que tenderán a limitarlos en la práctica.
  • Exclusividad de la religión católica, con el compromiso del Estado de mantener el culto y al clero.

3.3. La Institucionalización del Estado Liberal

El moderantismo pretendió consolidar la estructura del nuevo Estado liberal con reformas administrativas inspiradas en los criterios de centralización y uniformización que caracterizan al Estado liberal:

  • Reforma fiscal y hacendística de Alejandro Mon (1845): racionalizó la recaudación de impuestos y los centralizó en manos del Estado (contribución directa y consumos).
  • Regulación estatal del sistema de instrucción pública (enseñanza).
  • Creación de la Guardia Civil (1844), encargada de mantener el orden público y de la vigilancia de la propiedad privada, sobre todo en el medio rural.
  • Se adoptó un único sistema de pesos y medidas, el sistema métrico decimal.

3.4. La Oposición al Régimen Moderado

El fortalecimiento del poder ejecutivo, el sufragio restringido y el apoyo decidido de la corona al partido moderado anularon la vía política y parlamentaria como medio de la oposición progresista para acceder al poder, por lo que se vio empujada a la vía insurreccional.

El partido demócrata nació en 1849 como una escisión del ala izquierda del partido progresista y defendía el sufragio universal, al tiempo que criticaba la monarquía de Isabel II.

4. El Bienio Progresista (1854-1856)

4.1. La Revuelta de 1854 y el Nuevo Gobierno Progresista

El Bienio Progresista comenzó con la revolución de 1854, consecuencia de la confluencia de un sector del partido moderado y los progresistas, que triunfó gracias al respaldo popular. Los levantamientos populares en las ciudades, en apoyo del movimiento insurreccional, contribuyeron a su radicalización y facilitaron el triunfo de los pronunciados: el 28 de julio de 1854, Isabel II encargó la formación de gobierno al general progresista Espartero, con O'Donnell como ministro de Guerra, iniciándose un periodo de gobiernos progresistas que retomaron algunos aspectos del programa más radical del liberalismo.

Las primeras reformas fueron la restauración del régimen político de la Constitución de 1837, de la Milicia Nacional y de la ley municipal progresista. En las elecciones a Cortes Constituyentes apareció una nueva fuerza política, la Unión Liberal.

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