Reinado de Isabel II y la Guerra Carlista

Reinado de Fernando VII y la Constitución de 1812

Mientras Fernando VII estaba prisionero en Francia, el pueblo español redactó su nombre. En 1820, el coronel Rafael del Riego inició un alzamiento en Cabezas de San Juan, defendiendo la Constitución de 1812. Tras la liberación de Fernando VII, se inició el Trienio Constitucional (1820-1823), un periodo de agitación política y oposición al gobierno liberal. Ante el temor de que la Revolución se extendiera al resto de Europa, los miembros de la Santa Alianza se reunieron en el Congreso de Verona y encargaron a Francia enviar un ejército. En 1823, Fernando fue liberado y la constitución fue abolida, dando inicio a la Década Ominosa (1823-1833).

Reinado de Isabel II: Oposición al liberalismo, carlismo y cuestión foral

El carlismo fue un movimiento político que no aceptaba los cambios en España tras las ideas ilustradas, la invasión napoleónica y la Revolución liberal de Cádiz. Tras la Guerra de Sucesión, con los Decretos de Nueva Planta, Aragón y Cataluña perdieron sus fueros. El carlismo no consiguió el apoyo de las clases ilustradas, que veían el liberalismo como el sistema político más apropiado para sus intereses. La Primera Guerra Carlista (1833-1840) se desarrolló en el norte de España, mientras que en otras zonas se formaron partidas guerrilleras. La guerra finalizó con el Convenio de Vergara en 1839, reconociendo a Isabel II como reina legítima y respetando los fueros de Navarra y el País Vasco.

Reinado de Isabel II (1833-1843): Regencias

Tras la muerte de Fernando VII, su viuda María Cristina se encargó de la regencia hasta que Isabel alcanzó la mayoría de edad. Comenzó la Guerra Civil, que finalizó en 1839 con el Convenio de Vergara. Las consecuencias incluyeron la inclinación de la monarquía hacia el liberalismo, la aparición de los "espadones" y la alternancia de gobiernos progresistas y moderados, lo que generó inestabilidad política.

Desamortización y Revolución Industrial

La desamortización buscó poner la tierra en manos de la nobleza y la Iglesia en manos del Estado. Se llevaron a cabo varias desamortizaciones, como la de Mendizábal en 1837 y la de Madoz entre 1855 y 1867. La Revolución Industrial en España fue tardía e incompleta, con la primera línea de ferrocarril inaugurada en 1848.

Sociedades de ayuda mutua y movimientos obreros

Las "sociedades de ayuda mutua" fueron los primeros intentos de asociación obrera para defender los salarios. En 1887 se aprobó la Ley de Asociaciones, lo que permitió la organización legal de partidos obreros. Surgieron dos corrientes ideológicas, los marxistas y los anarquistas, que dieron lugar a la fundación del PSOE y la CNT.